La guerra del lenguaje (IX): el déficit calórico

Para perder grasa corporal tienes que crear un déficit calórico

Que paren las máquinas. La búsqueda del más tonto del universo ha concluido. ¡Ya tenemos ganador!

Sería cómico, si este tipo de estupideces no tuviera consecuencias trágicas.

No pretendo hacer entender a quien suelta estas burradas en qué se está equivocando. Me es indiferente que lo entiendan o no, pero sí me preocupan las personas ajenas al mundo de la nutrición que leen este tipo de mensajes y que no los cuestionan. Con ese objetivo me voy a entretener analizando el mensaje del «déficit calórico» como método para adelgazar.

El engaño de jugar con dos definiciones

Exactamente igual que sucede con la dieta balanceada o equilibrada (ver), se engaña a la gente jugando a la ambigüedad con dos definiciones:

  • La primera definición sería «comer menos de lo que se gasta», una definición sacada de la teoría del balance energético que no aporta absolutamente nada pues no es más que una tautología, i.e. otra forma de decir lo mismo: si adelgazas has comido menos de lo que has gastado. Tan cierto (si no hay cambios en la musculatura) como irrelevante.
  • La segunda definición sería «comer menos de lo que se supone que tienes que comer». Pero eso es una reducción de la ingesta energética por debajo de un valor establecido de forma arbitraria, y no es lo mismo que «crear un déficit calórico» (ver).

Si se está empleando la primera definición de «déficit calórico», el mensaje es tan «inteligente» como que si quieres ganar dinero, tienes que ingresar más dinero del que gastas o que si quieres reducir tu consumo de tabaco tienes que fumar menos cigarrillos de los que fumas ahora. «Estúpido» es quedarse corto.

Si se está empleando la segunda definición de «déficit calórico», lo que se nos está diciendo es que sigamos el método que la literatura científica dice, contundentemente, que ha fracasado para ayudar a adelgazar (i.e. perder una cantidad importante de peso y mantener lo perdido a largo plazo). Si hay una «dieta milagro», ésa es sin duda «comer menos y moverse más«. El beneficio de la duda ya no es aplicable.

Pero la trampa es jugar a la ambigüedad entre las dos definiciones: lo obvio e irrelevante y lo falso (ver). Posiblemente muchos de los que hablan de déficit calórico ni siquiera tienen capacidad para entender el error que cometen. Es lo que hay.

Se introducen las calorías en el debate

Sin duda alguna, el gran problema de la nutrición/obesidad es la estupidez del balance energético, o en otras palabras, hablar de calorías (ver,ver,ver). Sin más base que una tautología, se introduce el término «déficit calórico» en el debate, y sin darnos cuenta estamos cometiendo la burrada de asumir que engordar/adelgazar es un problema de energía y que las calorías juegan un papel en ese problema. Esa estupidez sólo se comete con la obesidad, pues ningún otro crecimiento de un tejido se analiza hablando de calorías. La pseudociencia del balance energético es la mayor estupidez de la historia de la humanidad (ver).

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Un Comentario

  1. nuriafontela

    Hola Vicente,gracias por tus comentarios y pensamientos. Yo pienso como tú,que nos están tomando el pelo todo el tiempo y nos lavan el cerebro. El otro día mi madre,ya que lo vió en una cadena de TV, se fue a Callao, Madrid,a hacerse un chequeo que promociona la Cruz Roja todos los años,para evitar un problema cardiovascular. Le hicieron como siempre hacen,un análisis rápido para mirar el colesterol, le midieron la cintura, un test llamado Findrisc y después le dieron folletos informativos,que luego la preguntaban por si se lo sabía (si les preguntaban como si estuvieran en el cole para aborregarlos)y unas muestras ; un Danacol,un refresco de Vichy Catalan y una botella de agua (no me acuerdo de la marca). Estos folletos estaban patrocinados por Vichy Catalan, sin azúcar pero con fructosa,que es lo mismo (y se supone que la Cruz Roja vela por nosotros dádonos un refresco con fructosa:-( …)y Danone,claro. Y todo el mundo como borregos,pasando de tienda en tienda,y siendo manipulados sin saberlo y además felices. Y por mucho que diga lo contrario a mi madre, estas campañas las hacen para asegurarse de que la gente no se salga de lo establecido y seguir ganando dinero a nuestra costa. Un saludo. Nuria.

    • Vicente

      Hola Nuria,

      gracias a ti por tener el detalle de compartir tu opinión conmigo.

      Supongo que es fácil pensar que los que transmitimos mensajes contrarios a lo oficialmente establecido, no somos más que locos «alternativos», sin sentido común y que niegan lo evidente. En mi caso, no lo creo en absoluto: soy una persona ultraprudente y ni se me ocurriría comprar productos mágicos para adelgazar o seguir un tratamiento alternativo (e.g. homeopatía) sin antes haberme informado usando fuentes que considere fiables. Pero no estás aplicando ese nivel de escepticismo a lo que viene desde fuentes oficiales y de repente un día cuestionas algunos de esos mensajes y te das cuenta de que no hay nada detrás, y de que los auténticos cantamañanas vienen respaldados por títulos oficiales o instituciones oficiales. ¿Alternativo? En absoluto. ¿Escéptico? Absolutamente.

      A mí me da miedo que mis padres vayan al médico en relación a ciertos temas (colesterol, diabetes, obesidad, etc.), porque luego la tarea de «desintoxicarles» es muy complicada. La gente mayor tiende a creer que si el médico les receta una pastilla, por algo será. Lo que no saben es que, al menos en algunos casos, ese «algo» o no existe o es inconfesable. Es muy complicado contrarrestar la malinformación que procede de los médicos. Por un lado estamos algunos hijos intentando convencer a los padres de que deben cambiar la forma de comer, para evitar medicarse (tema de diabetes en mi familia), y por otro los médicos saboteando ese esfuerzo con mensajes falsos. No me lo tienen que contar, no soy un «loco alternativo»: es lo que estoy viviendo en mi familia con mis padres.

      Sé que lo he dicho muchas veces en el blog, pero la única defensa que tenemos es dudar y leer. También de las cosas que cuento yo, por supuesto. Y si no os convencen, pues me ignoráis. Pero, en mi opinión, hemos cometido durante demasiado tiempo el error de creer en el «por algo me lo recetarán».

  2. Vicente

    Stop using any language suggesting that sustainable weight control can simply be managed by creating a caloric deficit (Fuente)

    Dejemos de usar palabras que hagan pensar que se puede tener un control sostenible del peso corporal simplemente creando un déficit calórico

    Ejemplo clarísimo de los problemas que genera el uso de dos definiciones.

    Una persona no puede «crear un déficit calórico», pues el único término del balance energético bajo nuestro control, la única entrada, es la ingesta: podemos restringir la ingesta calórica. Si eso nos hace perder energía acumulada, si se produce un déficit calórico o no, es el resultado, no la entrada.

    Si por «déficit calórico» se entiende «restricción calórica» (menos calorías de las que se creen necesarias), la frase tiene sentido. Si por «déficit calórico» se entience «comer menos de lo que se gasta», la frase es absurda.

  3. Vicente

    If you’re talking about the “average” exerciser, then the most important advice I could give is simply to focus on energy balance. Basic application of the first law of thermodynamics: take in fewer calories than you expend and you’ll lose weight.

    Brad Schoenfeld, PhD

  4. Vicente

    Falacia por equívoco: usar un término con dos significados diferentes en el mismo contexto y sin hacer explícitas las diferencias.

    Déficit calórico: primera definición «comer menos de lo que se considera apropiado»; segunda definición: «comer menos de lo que se gasta».

  5. Vicente

    está claro que en un periodo de pérdida de peso tiene que haber una restricción calórica, por supuesto que sí.

    Igual de claro que para hacer crecer tu musculatura tiene que haber superávit calórico: tienes que consumir más calorías de las que gastas, por supuesto que sí.

    Igual de claro que cuando un tumor crece has consumido más energía de la que has gastado, por supuesto que sí.

  6. Vicente

    «Todas las DIETAS funcionan si hay DÉFICIT calórico

    Es típico de las pseudociencias jugar con términos ambiguos en lo que se llama «falacia de ambigüedad»: una afirmación correcta pero inútil se convierte en fraudulenta usando un significado diferente del original. La charlatanería de las/los nutricionistas está bien a la vista, para quien quiera verla.

  7. Vicente

    https://www.instagram.com/p/BbPKkGRBZDx/

    (pincha en la imagen: es mágica y se oyen voces)

    — La dieta hipocalórica no funciona. Hay que comer mucho y bien
    — ¿Quieres decir q con un superávit de comida de humano se baja de grasa?

    ¿Vemos la falacia de ambigüedad? ¿Vemos la falacia de petitio principii? (i.e. se asume que se puede hablar de «superávit de comida», lo que fraudulentamente establece la cantidad de comida como causa del resultado, al tiempo que la premisa asume de forma fraudulenta un resultado concreto para el supuesto experimento)

    https://novuelvoaengordar.com/2016/10/15/tu-cuerpo-se-va-a-ver-obligado-a-adelgazar-o-no/

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