Frente a la propaganda, frente al cuento de hadas que nos cuentan los comunistas, hablemos de sus hechos, hablemos de sus víctimas (mis negritas):

¿cómo se lucha contra el comunismo, que se basa en la mentira sobre el terror que busca imponer? En mi opinión, solo recordando su realidad criminal, es decir, sus víctimas. Y eso significa combatir el mayor empeño en borrar su memoria, que es el de convertir el comunismo en la historia del comunismo. Federico Jiménez Losantos

El 30 de octubre de 1997, en vísperas del 80 aniversario de la revolución leninista, el periódico más importante de Rusia, Izvestia, publicó un informe sobre los asesinatos políticos cometidos por los regímenes comunistas en todo el mundo desde 1917 hasta 1987 […] el diario moscovita cifró en más de cien millones de personas las asesinadas bajo el comunismo, por lo general después de haber sido torturadas por la policía política y encerradas en campos de concentración. Federico Jiménez Losantos

Los 6 millones de judíos asesinados por los nazis son intrínsecos al nazismo. No se puede ser nazi y estar en contra de esos asesinatos. Y, sin embargo, los comunistas pretenden que no hay conexión entre comunismo y los 100 millones de personas asesinadas por comunistas en el nombre del comunismo.

la naturaleza del comunismo está grabada en la vida y la muerte de cada una de sus víctimas. El comunismo asesinó a millones de personas por considerarlas mera masa refractaria, reaccionaria o eliminable. Federico Jiménez Losantos

en la opinión pública occidental los medios académicos y de comunicación se esmeran en «explicar» las razones de las masacres comunistas como algo ajeno a la ideología de los comunistas, de modo que nadie se vea en la obligación de rechazar o combatir la ideología marxista-leninista como se hace con la ideología nazi, precisamente por estar indisolublemente unida a su fruto siniestro: los campos de exterminio. Federico Jiménez Losantos

Algunos disfrutan con la atrocidad, con las amenazas de los comunistas, pero no les apoyan porque no quieren que la amenaza comunista se convierta en realidad. Me llama la atención porque es verdad: conozco gente que ha votado a los comunistas pero argumentando que si hubiese riesgo de que gobernaran no les votarían. Estos desgraciados alimentaron a la bestia y ahora lo estamos pagando todos.

no todo el mundo vota al que dice atrocidades que disfruta oyendo. Comparte la amenaza criminal, pero no desea que el crimen se convierta en realidad. Federico Jiménez Losantos

Según Federico Jiménez Losantos, una ideología criminal como el comunismo sólo ha sobrevivido hasta nuestros días gracias al Imperio de la Mentira, creado por Münzenberg, una doctrina que inventaba enemigos imaginarios (los fascistas, por ejemplo) y según la cual los comunistas se sentían automáticamente, por el simple hecho de ser comunistas, en el lado del bien, y los que dudaran del comunismo automáticamente eran situados en el lado del mal. Los crímenes del comunismo tenían siempre una disculpa porque ellos eran siempre los buenos, el «club de los inocentes». O sea una secta asesina en la que la fe religiosa era reemplazada por la fe política.

Ese es el genio de Münzenberg: haber creado la mentira más duradera de la historia, basándose siempre en lo mismo: la denigración del adversario, la justificación de su exterminio e incluso la justificación del error al hacerlo. ¿Y cómo? Consiguiendo que los que mentían o creían defender la Verdad que favorecía a la URSS se sintieran en el lado del Bien, moralmente superiores a los que dudaban, cuya duda los situaba automáticamente del lado del Mal. Federico Jiménez Losantos

Solo Stalin mandó matar a 42 millones y medio de personas…

Solo Stalin mandó matar a 42 millones y medio de personas, el doble que Hitler y Mussolini. Según Izvestia, el segundo puesto en esta liga del crimen al por mayor lo ostenta otro líder comunista, Mao Zedong, que mató a 21 millones, casi cuatro veces más que el estrecho aliado de la URSS y luego rival Chang Kai Chek. Detrás de Hitler, en quinto lugar, figura Vladimir Ilich Ulianov, más conocido por Lenin, el fundador del Estado Soviético, de la Cheka y del Gulag. El sexto es el comunista camboyano Pol Pot, que mató a más de dos millones de camboyanos de una población que no llegaba a los ocho millones. Tito mató a un millón en la antigua Yugoslavia. Mengistu mató a 725.000 en Etiopía. Ceaucescu mató a 435.000 en Rumanía. Samora Machel mató a casi 200.000 en Mozambique. Otros regímenes comunistas, como el coreano de los Kim o el cubano de los Castro, aún no han dejado de matar. Federico Jiménez Losantos

Frente a la propaganda, memoria de la historia criminal del comunismo.