Etiquetado: fuerza de voluntad

¿Revertir la obesidad con «fuerza de voluntad»? ¿Sin una terapia médica?

¿Cuál es el tratamiento?

Y, puesto que lo que diferencia a los charlatanes de los profesionales cualificados son las pruebas científicas, ¿dónde están las pruebas científicas de que ese tratamiento funciona? ¿Dónde están los experimentos aleatorizados y controlados en los que personas obesas pierden todo el peso que les sobra (e.g. 20-25kg) y mantienen el nuevo peso a largo plazo?

¿Sabemos la respuesta pero no está basada en pruebas científicas? En ese caso somos simples charlatanes, como los sologripistas o los «médicos» homeópatas. Y si tenemos un titulito académico, en ese caso somos charlatanes con titulito académico. Es decir, un peligro para la salud de la población.

¿Por qué nadie habla de la terapia que hay que aplicar con «fuerza de voluntad»?

Fijémonos en que el discurso predominante es que la culpa es del cliente y nos hablan de: «el concepto de adherencia terapéutica y capacidad de intervención y asimilación de la intervención». Es decir, el cliente sabe lo que tiene que hacer, porque se lo han dicho repetidamente estos «sabios», pero no lo hace.

Este discurso se camufla a menudo de comprensión: «la fuerza de voluntad es necesaria, pero no suficiente», o «es un problema multifactorial donde la fuerza de voluntad es un factor más», o «la fuerza de voluntad no es la solución porque no funciona». U otras frases que todo el mundo repite y que no significan nada porque carecen del más mínimo sustento científico.

Todo este discurso sigue ocultando lo que es lo realmente importante: no se nos dice cuál es el tratamiento basado en pruebas científicas. Nadie aporta pruebas de que ese tratamiento funciona. Y no se nos dan ¡¡¡porque no funciona!!!, ni en la vida real ni en los experimentos científicos. Y sigue sin tener un sustento científico, aunque el médico de turno se haya hinchado a cobrar a sus clientes por el tratamiento. No es así cómo funciona la ciencia: cobrar a la gente por un tratamiento pseudocientífico no es evidencia científica ni la validación de nada. Luego me entretendré poniendo referencias en los comentarios de esta entrada.

El discurso de la «fuerza de voluntad» o de la «cultura del esfuerzo» es muy goloso, especialmente para los nos quieren vender su libro, su método, o ambas cosas. O, sencillamente, una forma fácil de colgarse una medallita de virtuosos a costa de las personas que tienen una condición médica de la que no saben salir. Son simples charlatanes que presumen de que «no todo es tan simple y tan fácil como sobre el papel», y, sin embargo, nunca aportan pruebas científicas que sustenten el tratamiento. Porque la fuerza de voluntad no es el tratamiento, ¿verdad? ¿Cuál es el tratamiento y dónde están las pruebas de que funciona?

Hablar de lo que no se sabe se convierte así en el método para presumir de «decir las cosas como son» o «hablar claro». Autopropaganda, muchas veces con intención de vender.