4 años manteniendo el peso
Ninguna novedad, lo que en sí mismo es buena noticia y motivo de celebración. Fue más o menos hace 4 años cuando alcancé mi objetivo de pérdida de peso. Quizá luego subí algo, pero no me preocupa porque no fue grasa corporal o al menos yo no veo que haya ganado grasa corporal. Sigo sin pesarme así que todo lo que tengo son mis sensaciones en el espejo: me veo genial, algo que para mí es más que suficiente.
Hace unos meses me lesioné el codo (epicondilitis que yo atribuyo al pádel). A ojo me pareció que subí un poco de grasa corporal, pero todo volvió a su sitio al retomar mi ritmo normal de actividad deportiva. Fue un error despistarme y bajar mi frecuencia normal de deporte. Estaré atento para que no vuelva a pasar.
Como en los últimos tiempos se me ha preguntado (en privado) si soy otra persona en las redes sociales, aprovecho para aclarar que no uso las redes sociales salvo como observador y que no tengo ninguna cuenta abierta en ninguna red social. Ni la tengo ni la he tenido ni creo que la vaya a tener nunca. Tampoco tengo otro blog. Bastante tiempo invierto en este blog como para emplear más aún en otros sitios. Tampoco tengo ningún tipo de interés comercial en estos temas ni lo voy a tener nunca. Si alguien está esperando a que venda un suplemento, un libro o el secreto para perder peso, puede esperar sentado. No vendo nada y eso va a ser así siempre.
Tranquilidad, información y esfuerzo
El primer par de años tras perder el peso que me sobraba tenía miedo de recuperarlo, pero ese miedo ha desaparecido por completo. Ahora me siento muy tranquilo con la alimentación que sigo: no me preocupa la comida. Tengo totalmente integrada en mi vida la dieta que sigo y, como he dicho otras veces, si la dieta no me falla yo no fallaré a la dieta.
Supongo que habrá personas que querrán llevar un resultado como el mío al terreno del esfuerzo: me he esforzado y lo he conseguido. Pero no es cierto. No es eso lo que ha cambiado en mí. La diferencia, en mi opinión, ha venido de leer, no de esforzarme más. La persona que yo era hace 5 años ni siquiera era consciente de que no sabía nada de nutrición y obesidad. Creo que en aquel entonces no había ni escuchado que existieran dietas bajas en carbohidratos, ni sabía lo que era una dieta cetogénica ni, por supuesto, era consciente de la gran estafa que es la teoría del balance energético y la dieta hipocalórica.
¿Ahora sí me esfuerzo? Por no presumir de nada, conozco gente que tiene un gran problema de peso y que de lunes a viernes trabaja de 7 a 7 en una fábrica y que los fines de semana trabaja en un bar. ¿Exceso de peso porque no se esfuerzan? ¡Venga ya! Veo constantemente a jóvenes pasados de peso en equipos deportivos, aguantando el chaparrón de ser un estorbo para l@s compañer@s porque no tienen velocidad suficiente en los partidos. ¿Exceso de peso porque no se esfuerzan en remediarlo? En mi opinión, todo ese sufrimiento lo causa esa «ideología del esfuerzo», desde la causa por la que tienen exceso de peso hasta las razones por las que no son capaces de resolverlo.
Felicitarme por mi esfuerzo sería no querer entender nada. No sería un halago: sería querer interpretar los hechos de una forma que no se corresponde con la realidad de los mismos.
No fumo. No juego. No bebo alcohol. No requiere esfuerzo no hacerlo porque ni lo necesito ni me interesa.
¿Azúcar, harina, chocolate, coca-cola? Cero esfuerzo para no consumirlos. No me interesan y no tengo intención ni deseo de volver a caer en los mismos errores que me volvieron obeso y que me crearon problemas de salud. Sólo hay sacrificio y renuncia si hay deseo y yo no tengo ese deseo. Sé lo que me pierdo y no me pierdo nada: estoy mejor que nunca.
En temas de obesidad, manifestarnos a favor del esfuerzo sirve para cultivar nuestro ego a costa de hundir más a las personas que tienen exceso de peso. Los obesos llevamos décadas siendo tratados con un tratamiento ineficaz con la excusa de que no funciona porque no nos esforzamos suficientemente. Y no digas que el tratamiento no funciona porque entonces los obesos dejaremos de esforzarnos.
¿Cultura del esfuerzo? No, gracias: tratamiento respaldado por la evidencia científica.
Gracias Vicente. Yo ya llevo 17 kg perdidos desde febrero, a ritmo desigual (verano, veránito……), sólo cambiando mi dieta a una cetogénica, total mientras pierdo, e introduciendo hidratos sanos poco a poco cuando alcance mi objetivo. Acompaño de HIIT caminando (sí, se puede hacer, no tiene impacto, y vale para cualquiera, antes corría) 3-4 veces por semana, como 30 minutos. De paso, me da el sol a mediodía. También utilizo el ayuno de 16 horas como norma de vida (haciendo alguno de 24, y dos de 48 horas, de momento, para romper mesetas), acabo de incorporar el aceite de coco para sustituir la nata en el famoso «bullet proof coffe», y para cocinar, ya que no se oxida al calentarlo, omega 6, etc. Así que poco a poco, leyéndote sobre todo, y buscando otras fuentes, creo que voy dando forma a una manera de adelgazar sin pasar hambre en absoluto, aún saltándome alguna comida (la grasa sacia mucho). Ahora estoy preparando un programa de ejercicio en casa enfocado a ganar masa muscular, porque me estoy quedando el los huesos. No es que pierda músculo con la dieta, es que nunca lo he tenido :-). Lo mejor, es que mi mujer me acompaña, perdiendo más despacio, pero perdiendo. Cuando es cosa de dos o más, siempre es más fácil. Estoy a 7-8 kilos de mi objetivo, pero no de composición corporal (malditos depósitos de grasa localizados, y malvada piel sobrante). Pero sigo adelante, y contento. Fue tu blog lo que me impulsó hacia el estudio del metabolismo de los azúcares y las grasas, y eso, de verdad, no tiene precio.
Lo último que estoy mirando es si hay una forma real de provocar la apoptosis en los adipocitos. Parece que una clave puede estar el el consumo de CLA (sobre todo t10 y c12) de forma moderada, según he leído en unos «papers», en experimentos sobre ratones, cerdos, y humanos, pero siempre acompañados de ejercicio mas o menos contundente. A ver si te animas a darle una vuelta, que seguro que lo cuentas para que todos lo podamos entender.
Me despido dándote las gracias otra vez por tu esfuerzo didáctico, y tus ganas de aprender y saber, para luego transmitirlo desinteresadamente.
Por cierto, olvidé decir que mis analíticas son mejores que nunca desde que empecé la dieta.
Hola Miguel,
Sí, en mi familia también estamos todos en el mismo barco. Así es más fácil. No es buena idea tener en casa cosas que no quieres comer.
A ver si hay suerte con esos kilillos que todavía quieres perder.
Muchas gracias por leer las cosas que escribo. 🙂
Gracias por todo tu esfuerzo y dedicación, tus artículos son una gran fuente de conocimiento. Aún sigo buscando mi camino para lograr rendimiento y salud, dado que sobrepeso no tengo pero si tengo bastante desgaste por el deporte de resistencia y la nula flexibilidad metabólica de mi cuerpo.
Hola Jesús,
gracias a ti por prestar atención a mi blog.
Un saludo
Vicente, solo quiero que te abras una cuenta en Twitter. La gestionarás sabiamente y muchas personas te lo agradecerán. 😉
Hola Miguel,
muchas gracias por el voto de confianza en que sería capaz de arreglármelas (e implícitamente en que aporto algo en el debate sobre la obesidad). No tengo nada claro qué se puede hacer para abrir una grieta en la charlatanería institucionalizada que denuncio en el blog.
A este tipo no le parece bien que haya gente como yo que no consume azúcar y harina en navidades. Al parecer así estoy demostrando lo poco que valoro las reuniones familiares y estoy recreándome en lo que no es más que una pose para las redes sociales.
Alucinante.
¿Ofreces productos azucarados a quien no quiere consumirlos? «Buena educación» mal entendida. Los que no consumimos azúcar sabemos lo que nos perdemos. Y en mi caso, lo complicado que es parar cuando empiezas a consumir algo azucarado: el cerebro cambia y la voluntad de no comer más desaparece. ¿Ofreces alcohol a un exalcohólico?
Testimonio
https://twitter.com/joderconleo/status/983629078845579264
Mucho cachondeíto hay por ahí… Gracias 🙂