Etiquetado: hidratos de carbono
Carbohidratos, resistencia a la insulina y enfermedad cardiovascular
Estudio publicado en el año 2000: «A prospective study of dietary glycemic load, carbohydrate intake, and risk of coronary heart disease in US women«. Se analizan los hábitos dietarios de 75,521 mujeres, de 38–63 años de edad. Al cabo de 10 años de seguimiento se habían producido 761 casos de enfermedad cardiovascular (208 de ellos mortales).
En la gráfica se muestra la cantidad de casos que se dieron al clasificar a la población en terciles según el índice de masa corporal (BMI) y la cantidad de hidratos de carbono en la dieta (GL, de carga glucémica). Los valores están normalizados al grupo con menor BMI y menor carga glucémica.
(Nota: la gráfica no son los datos en crudo, sino el resultado de hacer ajustes multivariable)
Salvo en las personas muy delgadas, una elevada carga glucémica en la dieta estaba asociada con más casos de enfermedad cardiovascular. Los autores sugieren que eso podría explicar que en regiones del mundo, como China, donde se consumen muchos carbohidratos, no haya mucha enfermedad cardiovascular: los más delgados no sufren tanto con el exceso de carbohidratos. Habría que plantearse si no sufren con los carbohidratos por ser delgados, o si son delgados precisamente por no tener problemas con los carbohidratos.
No he visto que en el estudio se dé la incidencia en valores absolutos, pero calculo que el orden de magnitud será de, en 10 años, un 1% de casos entre las mujeres delgadas con dieta de baja carga glucémica y un 2% de casos entre las mujeres de peso normal u obesas que siguen una dieta de alta carga glucémica. De forma sensacionalista diríamos que el riesgo se incrementa un 100%.
He puesto el mencionado estudio como ejemplo porque la gráfica es muy ilustrativa, pero parece que esos resultados se obtienen en general en todos los estudios, como por ejemplo este otro estudio o este meta-análisis: muchos carbohidratos en la dieta está asociado a problemas cardiovasculares y la relación es más acusada cuando el IMC es elevado.
Hablando de China, hay un estudio que habla del mismo tema, titulado «Dietary Carbohydrates, Refined Grains, Glycemic Load, and Risk of Coronary Heart Disease in Chinese Adults«. Como se puede ver en las tablas, el cuartil con mayor consumo de carbohidratos tuvo muchos más casos de enfermedad cardiovascular (enfermedad coronaria) que el cuartil con menor consumo: 2.88 veces más, tras ajustar los datos. Igualmente, si se clasificaba a los participantes según la carga glucémica de la dieta el número de casos era 1.87 veces mayor en el cuartil de mayor carga glucémica respecto del cuartil de menor carga glucémica.
Como curiosidad, viendo los datos de los carbohidratos, la conclusión sería que pasar de 250 a 311 g/día prácticamente triplica el riesgo de tener enfermedad cardiovascular… ¿Esos 61 g/día marcan esa diferencia? No sé, a mí eso no me convence mucho.
¿Demuestran estos estudios que los carbohidratos causan enfermedad cardiovascular?
¿Podemos deducir causa-efecto? No, esto son estudios observacionales, y no se puede deducir que una variable concreta cause un efecto observado. Pudiera ser, por ejemplo, que la alta carga glucémica estuviese asociada a un alimento o a un hábito que fuera el realmente problemático para la salud. Por ejemplo, podrían ser solo las bebidas azucaradas las responsables del efecto, y no los cereales, ni los carbohidratos en general, por decir algo. Y también hay que tener en cuenta que sólo las variables analizadas son susceptibles de ser consideradas causa de algo (ver). En este caso solo la carga glucémica puede ser considerada causa de la enfermedad cardiovascular, porque en este estudio no se ha realizado el análisis de otras variables. Es una rueda de reconocimiento con un único sospechoso.
Hace unos meses hablé de un meta-análisis (ver) que llegaba a la conclusión de que el consumo de grasa saturada «incrementaba el riesgo» de contraer enfermedad cardiovascular en un 17%. En realidad, para no engañar a la gente habría que decir que la incidencia se multiplicaba por 1.2, lo que es mucho menos alarmista. 1.2 casos de enfermedad en lugar de 1 caso, una diferencia mínima. Aunque en aquel meta-análisis los estudios eran de intervención, no observacionales, aquello era un truño de estudio que, siendo honestos, no permitía sacar esa conclusión (ver). Según los estudios epidemiológicos que acabamos de ver, una alta carga glucémica en la dieta multiplica la incidencia por 2 (o puesto de forma más sensacionalista, «incrementa el riesgo» cardiovascular en un 100%). En aquel estudio sobre la grasa saturada no había cambios en la mortalidad en función del consumo de ese tipo de grasa, en estos otros que hablan de carga glucémica no tenemos cifras de mortalidad. Pero ese dato sí se da en otros estudios. Los hay en que mayor carga glucémica se asocia a mayor mortalidad (ver), otros que dicen que disminuye para los hombres y se incrementa en las mujeres (ver), y posiblemente haya otros estudios con otros resultados.
¿Qué conclusiones podemos sacar de estos resultados?
En mi opinión, hay que mantener siempre una sana desconfianza:
- Hay mucha basura publicada en la literatura científica. Hay estudios que son tan deficientes que parecen hechos a propósito para engañar a la gente.
- Los científicos no necesariamente son más inteligentes que cualquiera de nosotros y, por si eso fuera poco, muchos de ellos tienen intereses ajenos a nuestra salud.
Los estudios que he comentado antes hay que cogerlos con pinzas: unos por ser observacionales/epidemiológicos, y otros por, aun estando basados en estudios de intervención, cometer el sinsentido de tratar de achacar el resultado de los estudios a un único factor, la grasa saturada, cuando las intervenciones alteraron varios factores.
La pregunta en mi opinión es, ¿hay un mecanismo fisiológico que permita suponer una relación causa-efecto? Como voy a detallar a continuación, en el caso de los hidratos de carbono SÍ hay un posible mecanismo, la resistencia a la insulina. En el caso de la grasa saturada NO hay un mecanismo fisiológico que justifique pensar en una relación causa-efecto (ver).
Without a well identified mechanism, cholesterol remains an elusive associated risk and yet orthodoxy says that too much is bad and requires remedy. Hyperinsulinemia, insulin resistance and the metabolic syndrome, on the other hand, provide irrefutable mechanisms that describe vascular disease (atherosclerosis) as an inflammatory process (ver)
Sin un mecanismo bien identificado, el colesterol sigue siendo un impreciso factor de riesgo por asociación y aun así la ortodoxia dice que demasiado es malo y que hay que corregirlo. La hiperinsulinemia, resistencia a la insulina y síndrome metabólico, por el contrario, proporcionan mecanismos irrefutables que describen la enfermedad vascular (aterosclerosis) como un proceso inflamatorio.
La elevada carga glucémica podría provocar resistencia a la insulina y ésta a su vez causar enfermedad cardiovascular
The increasing demand of insulin in response to a high glycemic diet may exacerbate insulin resistance and lipid dysfunction in subjects with higher BMI [38], thus leading to a higher risk for developing CHD (ver).
La creciente demanda de insulina en respuesta a una dieta de alta carga glucémica podría agravar la resistencia a la insulina y trastornos en los lípidos en sujetos de mayor IMC, llevando a un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.
The adverse metabolic responses to diets with a high glycemic load are exacerbated by underlying insulin resistance because increasing amounts of insulin are needed to compensate for the increased glycemic load (ver)
Las perjudiciales respuestas metabólicas a las dietas con alta carga glucémica son agravadas por una resistencia a la insulina subyacente dado que se necesitan cada vez mayores cantidades de insulina para compensar el efecto de la creciente carga glucémica.
La resistencia a la insulina parece que contribuye de forma importante al desarrollo del síndrome metabólico (ver). La carga glucémica, el síndrome metabólico y la resistencia a la insulina están relacionados «estadísticamente» con la enfermedad cardiovascular (ver,ver,ver).
Insulin resistance may be the single most important determinant of coronary artery disease. In young adults, preventing insulin resistance could prevent 42% of myocardial infarctions, a larger reduction than correcting hypertension (36%), high-density lipoprotein cholesterol (31%), body mass index (21%) or low-density lipoprotein cholesterol (16%). (ver)
La resistencia a la insulina podría ser el factor aislado más importante en la enfermedad de arteria coronaria. En los adultos jóvenes, prevenir la resistencia a la insulina podría prevenir el 42% de los infartos de miocardio, una reducción mayor que corregir la hipertensión (36%), colesterol HDL (31%), índice de masa corporal (21%) o colesterol LDL (16%).
En mi opinión, sospechar del papel en la enfermedad cardiovascular del exceso de carbohidratos en la dieta, es muy razonable. Afirmar que es algo demostrado al 100% me parecería incorrecto.
Tratamiento
El problema de la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico —o quizá deberíamos hablar sencillamente de diabetes— ya lo tenemos encima (ver). Independientemente de cómo se haya llegado a esta situación, la restricción de carbohidratos parece ser la mejor opción de tratamiento (ver,ver,ver,ver,ver).
En este estudio, se encontró que prácticamente todos los pacientes con enfermedad cardiovascular que presuntamente no tenían diabetes, en realidad sí tenían una mala gestión de la glucosa, es decir diabetes. En mayor o menor grado, pero diabetes. Y este otro estudio concluyó que prácticamente la mitad de los estadounidenses tiene diabetes o prediabetes, aunque solo en la cuarta parte de ellos ha sido diagnosticada la enfermedad:
49% to 52% of the population was estimated to have either diabetes or prediabetes.
se estimó que entre el 49% y el 52% de la población tiene diabetes o prediabetes.
Con esos datos sobre la mesa, ¿cómo se entienden las actuales recomendaciones oficiales sobre lo que es una alimentación «saludable», con más de la mitad de las calorías procedentes de los hidratos de carbono (unos compuestos que por otro lado son totalmente prescindibles para nuestro organismo)? Tal y como explica Jeff Volek (ver), esas recomendaciones dietarias no pueden seguir ignorando el efecto que tienen sobre la mayor parte de la población:
If the guidelines are not intended for the majority of people in the US, that should be a huge disclaimer.
Si las recomendaciones no son apropiadas para la mayor parte de la población de EEUU, deberían advertirlo de forma bien clara.
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