Etiquetado: lipólisis

¿Es correcto llamar «déficit calórico» a la pérdida de grasa corporal por efecto directo de un alimento en el tejido adiposo?

La pseudociencia del balance energético (CICO) afirma que nuestro peso corporal viene determinado por la diferencia entre calorías entrantes y calorías salientes. Según esta ideología, las estrategias de actuación para reducir nuestro peso corporal pasan por comer menos y/o hacer más ejercicio. Los factores que afectan a ingesta y a gasto son los únicos importantes a efectos de regular nuestro peso corporal. Se admite que ingesta y gasto son complejos, dinámicos e interdependientes, pero lo importante es que la complejidad del problema está limitada a dos de los tres términos de la ecuación del balance de energía (ver,ver,ver).

Imaginemos que un cierto producto aplicado de forma tópica (en nuestra piel) actúa directamente sobre la lipólisis intracelular en los adipocitos, liberando grasa corporal. Esa grasa liberada a sangre tendría efectos en el apetito/ingesta y en el gasto energético, pudiendo —quizá, pues no es necesario que sea así— afectar a la energía total acumulada en el cuerpo. En tal caso, los cambios en ingesta y gasto no serían causa, sino consecuencia (ni siquiera necesaria) de la verdadera causa, que es el efecto directo del producto en el tejido adiposo.

¿Cómo se deshace el cuerpo de esa grasa que ha salido del tejido graso a pesar de no ser necesaria para nada? Nuestro cuerpo tiene mecanismos para eliminar en forma de calor esa grasa, por ejemplo mediante las proteínas desacopladoras (ver), presentes en distintos tejidos y órganos.

Este supuesto que estoy planteando no puede existir en CICO. En CICO un producto o un alimento no pueden hacerte adelgazar afectando directamente al tejido adiposo. En CICO no es posible que suceda, pero sí es respetuoso con el principio de conservación de la energía.

Vamos a ver un experimento interesantísimo.

«Body fat mass reduction and up-regulation of uncoupling protein by novel lipolysis-promoting plant extract«

En este experimento se usa un extracto de una planta llamada Cirsium oligophyllum (CE). Y se hacen tres pruebas diferentes:

  • Comprobación de su efecto in vitro.
  • Comprobación de su efecto al ser ingerido.
  • Comprobación de su efecto con aplicación tópica.

En los adipocitos aislados (in vitro) se comprueba su efecto en la lipólisis intracelular, midiendo la concentración de glicerol.

En cuanto a la aplicación oral, el peso se reduce, de forma proporcionada a la dosis (a mayor dosis, mayor efecto):

 

Hay dos efectos esperables en este experimento: la aparición de ácidos grasos en plasma (NEFA) puede reducir el apetito y además puede hacer que se activen las proteínas desacopladoras para impedir que se acumulen en plasma excesivos NEFA. Están saliendo a plasma no para ser usados, sino a pesar de no ser necesarios para ser usados. Y ambos efectos se produjeron. Por ejemplo, se nos muestra la activación de la UCP3 en la piel:

¿Han sido «ingesta» y «gasto» causa de la reducción de la grasa corporal en este experimento? No. La intervención no tenía que ver con alterar ingesta y gasto. Si han cambiado, ha sido como consecuencia de la verdadera intervención, que era afectar directamente al tejido adiposo.

Pero, nótese que como los autores del experimento no entienden que el gasto energético puede ser consecuencia, no necesariamente causa, interpretan los cambios que acabamos de ver en la actividad de las proteínas desacopladoras como causa de la reducción de grasa corporal.

the repeated application of CE markedly up-regulated UCP3 in the superficial skin, and significantly increased UCP1 mRNA in subcutaneous WAT and BAT, suggesting that regional subcutaneous fat reduction was induced by CE due to not only transient lipolysis promotion but also the activation of UCP.

la aplicación repetida de CE reguló al alza de forma notable la UCP3 en la piel superficial, y aumentó significativamente el ARNm de la UCP1 en WAT y BAT subcutáneos, lo que sugiere que la CE indujo la reducción de la grasa subcutánea regional debido no solo a la promoción transitoria de la lipólisis sino también a la activación de UCP.

No, no sugiere eso, cuando están realizando una intervención en la que la activación de las UCP no es causa sino esperable consecuencia:

We selected CE as a natural product with marked lipolysis-promoting effects in isolated subcutaneous adipocytes

Seleccionamos CE como un producto natural con marcados efectos promotores de la lipólisis en adipocitos subcutáneos aislados

Estamos hablando de un extracto sacado de una planta. Que una dieta pueda tener un efecto como éste en el tejido graso no es «magia», como creen los arrogantes creyentes en la resta mágica. Creen ser paladines que defienden lo innegable. En realidad defienden lo evidentemente erróneo y sus negocios.

Y un apunte final: si en este experimento, por consumir un producto que activa la lipólisis se pierde grasa corporal, ¿llamamos a esto déficit calórico? ¿es correcto afirmar que estas ratas han adelgazado porque han creado un déficit calórico? ¿se deduce entonces que para perder grasa lo que hay que hacer es estar en déficit calórico, es decir que estas ratas lo que han hecho ha sido reducir la ingesta o aumentar el gasto energético?

La expresión «déficit calórico» sólo es correcta si la pseudociencia del balance energético es correcta. Su uso es siempre una falacia.