La nutrición como religión (II)
El problema es que la gente que vuelve a sus viejos hábitos alimenticios recupera gran parte del peso perdido, empezando típicamente a los seis meses tras empezar la dieta.
Eso es lo que dice el dogma, que todos los métodos para adelgazar son igual de efectivos, pero que todos fracasan porque la gente vuelve a comer como antes.
¿Pruebas? Seguro que hay centenas de estudios en los que la gente que mantiene la dieta se libra de todos los kilos que les sobran. Ésa es la prueba irrefutable de que cuando el método falla la culpa es de la gente, que no tiene fuerza de voluntad.
Pero hay un pequeño problemilla: no es así. No hay NI UN SOLO ESTUDIO científico en el que la gente haya conseguido perder, comiendo menos y haciendo más ejercicio, a largo plazo, una cantidad importante de peso. Ni uno solo. ¿En todos los estudios, todas las veces, todos los participantes abandonan la dieta y por eso el método no funciona? Puede ser, pero me cuesta creerlo.
Y por el contrario, abundan los estudios científicos en los que la pérdida de peso se convierte en ganancia aunque la gente siga comiendo menos de lo que comía (ver, ver o ver).
¿El problema es que la gente vuelve a sus viejos hábitos? Para mí es un dogma sin fundamento que transmite la idea de que las dietas hipocalóricas son efectivas para adelgazar pero que no funcionan por culpa de la gente. Yo no he visto nunca la evidencia científica que confirma que es así.