«Lo importante es querer»
Una familiar mía ha padecido obesidad durante los últimos años. También su marido tenía sobrepeso. Aunque han ido cambiando su forma de comer gradualmente, gracias a los cambios que han hecho en los últimos meses él ya tiene un peso normal y ella ha perdido 18 kg (y quiere perder una decena más).
¿Lo han conseguido siguiendo mis consejos? No exactamente. Desde luego conocen mi experiencia, conocen el blog, y conocen mis ideas. Y también saben que hago lo que digo, porque lo ven en las comidas familiares. Supongo que ver que yo he sido capaz de adelgazar y de mantenerme delgado durante varios años puede haber influido en cómo han evolucionado en su búsqueda de soluciones. O en el hecho de que haya existido esa búsqueda de soluciones. Cuando yo adelgacé, ellos pensaban en «moderación» y no comer ciertos productos les parecía «radical». Un par de años después su discurso es diferente: alaban la dieta cetogénica con la que están consiguiendo resultados y están convencidos de que no pueden volver a comer como antes, si quieren mantener el peso.
Estas navidades ella comentó durante una cena que, en su opinión, lo importante era querer. Yo respondí que no estaba de acuerdo, que lo importante era estar correctamente informados.
Los esfuerzos y el coraje no son suficiente si carecen de propósito y dirección.
¿Es que mi familiar no se está esforzando? Sí, se está esforzando, pero seguro que también se esforzó cuando intentó adelgazar, sin éxito, en el pasado. Lo que ha cambiado es la dirección en la que se está produciendo ese esfuerzo. Y también han cambiado los resultados, lo que ha hecho que no se conforme con el resultado obtenido, sino que quiera seguir esforzándose para acercarse aún más a un peso normal. Seguro que cuando el método no le daba resultados, no tenía la misma motivación por seguir esforzándose. No es el esfuerzo la clave del éxito, sino el cambio de dirección gracias a una mejor información.
También importa la procedencia de esa información. No es lo mismo que sea el médico el que te diga que una dieta cetogénica te puede servir para adelgazar y que no es ningún problema para la salud, que que esa misma información la obtengamos de un blog de autor anónimo, al tiempo que la comunidad médica nos dice que esas dietas son peligrosas y que lo saludable es la pirámide nutricional de las harinas.
Responsabilizando a la víctima
para perder peso debe haber una verdadera implicación por parte del paciente y debe buscar un equilibrio en su propia autoexigencia (fuente)
El mensaje es clarísimo: es el cliente el que falla. Las claves son su «verdadera implicación» y el «equilibrio en su autoexigencia». ¿Y de que el método que se recomienda haya fracasado sistemáticamente en los experimentos científicos, no se dice nada?
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No vuelvo a engordar 
Como decía, mi familiar no ha llegado a su actual dieta «exactamente gracias a mí». El médico le propuso una dieta cetogénica basada en sobres comerciales (¿de proteína?), porque con la dieta hipocalórica posiblemente se aburriría y la dejaría. Ya sabemos (ver) que ésa es la causa de que la dieta hipocalórica no funcione: que la gente no sigue el método. Porque el método no puede ser estúpido. ¡Son leyes de la física!
Al menos mi familiar sabe (porque le he enseñado los estudios en los que así se constata) lo que es previsible que suceda cuando vuelva a la dieta «equilibrada». Si quiere tener una opción real de mantenerse delgada a largo plazo, no debería hacer lo que sabe que no funciona. Ojalá pierda los kilos que le sobran y ojalá tenga que llegar a tomar esa decisión.
NOTA: si me ha dicho la marca de los sobres, se me ha olvidado. Seguro que hay alimentos naturales con una composición parecida a la de los sobres.
Por la experiencia que tengo con la gente que ha tomado «sobres», el rebote es impresionante, a veces hasta el doble de lo perdido, y pierden muchísima masa muscular, sobre todo hombres
Este enlace te va a encantar: http://www.pronokal.com/area-medica/evidencia-cientifica/
Sabes que veo? un: como tengo título voy a hacer lo que me de la gana para ganar dinero que los compis me respaldan
Yo soy muy cortito y no entiendo este modelo de negocio (a Pronokal me refiero). ¿Qué hay en esos sobres que haga adelgazar? ¿Aporta algo diferente a tomarme la misma cantidad de proteína en forma de huevos duros? ¿Es por la comodidad de no andar por ahí con tupper cutre lleno de huevos duros? ¿Es eso lo que comercializan? Y hacen falta estudios a largo plazo (4-5 años), porque hasta pasar hambre produce resultados a corto plazo.
Pero tampoco puedo ser muy crítico cuando hablo con mi familiar: ella está muy ilusionada (te lo puedes imaginar) con el peso que ha perdido y cuando le enseñé un estudio científico en el que se ve que cuando se vuelve a la dieta «equilibrada» se recupera la grasa corporal perdida, me dijo que tenía claro –que lo había hablado con su marido, y que tenían claro– que no pueden volver a comer como antes, si quieren mantener el peso perdido. Él se ha leído mi librito y ha leído otros libros (por ejemplo, me enseñó éste). Él es aficionado al running y está encantado con la dieta cetogénica: dice que está bajando sus marcas de cuando era joven y se ha deshecho de la tripita que tenía. Él va por libre: su dieta no está «bajo supervisión médica».
Al menos con ellos he podido hablar, porque otros ni preguntan. Creo que están informados y sólo espero que tengan suerte en las decisiones que tomen.
En cuanto al médico recetando sobres… no tiene más sentido que el que dices: el económico. Si el mismo método lo promociona una persona ajena al colectivo médico, hablaríamos de quackery.
De los estudios científicos del PronoKal.
Resultados a corto plazo (con duración variada del tratamiento, fase activa más reeducación: 147’8 ± 165’4 días) en el estudio retrospectivo PROMESA I (panfleto con versión sucinta… pero añadiendo resultados a 3 meses de empezar la fase de mantenimiento que no encuentro en el publicado)… parecen típicos.
Supuestamente el PROMESA II será prospectivo a 2 años debería dar más datos… pero sólo encuentro su panfleto con resultados a corto plazo (nada de mantenimiento).
Promet y Proce-D… estarán en curso, supongo.
Espero que tu familiar te preste atención para el mantenimiento.
Muchas gracias, Andrés.
Es curioso ese panfleto del PROMESA II: más de 3000 participantes, y en la gráfica acaban dando datos de sólo 100.
Los datos que le he mostrado a mi familiar son los que se ven en la siguiente entrada que publicaré. Uno de los estudios (el segundo) es de Pronokal.
Esto da que pensar.
Creo que la motivación es importante, pero solamente como un detonante. Para poder seguir adelante y lograr metas se necesita información y una guía adecuada, como tú dices. De lo contrario, se cae en trampas como la dieta Pronokal o en el consumo de suplementos dudosos como la garcinia cambogia. En el mejor de los casos, se recupera el peso perdido, pero en el peor de los casos se puede dañar la salud seriamente.
Hola Fabi,
mientras las instituciones oficiales y los titulados oficiales sigan engañando a la gente con falsos remedios (e.g. la dieta hipocalórica), el ÚNICO problema es la desinformación. Si llega el día en que a la gente obesa se le ofrece un remedio eficaz para adelgazar, el ÚNICO problema será la motivación. Nos dicen que estamos en el segundo caso, pero estamos en el primero.
El grave problema no son empresas privadas que venden sobres y los médicos que se prestan a ese juego, sino que en las universidades (españolas en mi caso) estamos produciendo titulados formados en la pseudocientífica teoría del balance energético. El principal problema no son los tratamientos ajenos al mainstream, sino los tratamientos defendidos por los estamentos oficiales. Que la gente recurra a tratamientos o suplementos fraudulentos no es más que un efecto secundario del problema primario: la incompetencia de los «expertos» en nutrición.
En México se padece el 2do problema más grave de obesidad en el mundo, y la diabetes ha sido declarada como epidemia. Existen programas oficiales de prevención que se han puesto en marcha en los organismos y hospitales de gobierno. Los programas con Pronokal y los suplementos fraudulentos no tienen la aprobación del ministerio de salud, sin embargo los mexicanos recurren a estos remedios con frecuencia porque se ofrecen resultados a corto plazo y en mi opinión ese es el problema de fondo. Se busca la gratificación instantánea porque a nadie le gusta que le diga que se requiere tiempo, esfuerzo, información, guía y dedicación. Y claro, no hay que olvidar que la industria de las dietas es una de las más rentables del mundo.
«Existen programas oficiales de prevención que se han puesto en marcha en los organismos y hospitales de gobierno. Los programas con Pronokal y los suplementos fraudulentos no tienen la aprobación del ministerio de salud»
¿Cuáles son los métodos fiables y efectivos para adelgazar que defienden los organismos oficiales de México?
Existe el programa Chécate-Mídete-Muévete que manejan los seguros médicos que el gobierno le da a los trabajadores (IMSS e ISSSTE). El objetivo es prevenir diabetes y enfermedades cardiovasculares, las cuales son demasiado comunes en México. En estos programas se anima al paciente a acudir a una cita médica para empezar el control de peso. Sin embargo, el problema es que se utilizan los métodos tradicionales, como dieta hipocalórica (llevada por un nutricionista) y se anima a los pacientes a hacer ejercicio moderado (como caminar); y para referencia solo se utilizan el IMC y la circumferencia de la cintura. Este programa empezó en el 2012 y todavía no existen cifras completas de resultados, pero lo que sí se sabe es que el número de pacientes con diabetes y enfermedades cardiovasculares sigue en aumento, y también cada vez más gente recurre a métodos poco saludables para bajar de peso.
el problema es que se utilizan los métodos tradicionales, como dieta hipocalórica (llevada por un nutricionista) y se anima a los pacientes a hacer ejercicio moderado (como caminar);
A eso me refería, Fabi. El consejo que viene de organismos oficiales no es mejor que el que se puede encontrar en empresas que venden productos adelgazantes que no son tales. Si el mensaje oficial tuviera un fundamento, si funcionara, nadie tendría motivos para acudir a esos «métodos alternativos». Es más, si la comunidad médica reconociera que no tienen un remedio, que el que vienen promocionando en el último siglo es un fraude, quizá los clientes buscarían menos esos remedios alternativos: «si mi médico es tan honrado que reconoce no tener un remedio, le voy a creer también cuando dice que ese remedio tampoco existe fuera de la medicina oficial».
Tenemos un problema también dentro de la medicina oficial, no sólo fuera.