«Necesitamos una nueva narrativa en obesidad». Simplismo y culpa
«Necesitamos una nueva narrativa en obesidad«
En este hilo de twitter encontramos una síntesis del artículo. Copio algunas frases:
- La narrativa establecida sobre la obesidad se basa en un modelo causal simplista con un lenguaje que generalmente culpa a los individuos que son los únicos responsables de su obesidad
- Estructura errónea del problema que ha llevado a la estigmatización, los enfoques aislados, la inacción política y la ausencia de estrategias coherentes.
- Este enfoque ignora la compleja interacción entre los factores que no están bajo el control de los individuos (epigenéticos, biológicos, psicosociales) y la actividad de la industria que sustentan la obesidad.
- La narrativa establecida también simplifica en exceso y confunde las causas de la obesidad.
Aparte de eso, encontramos la típica retórica que no dice nada:
Este enfoque requerirá alineación entre sectores, con un lenguaje común sobre los determinantes ambientales, sociales y comerciales de la obesidad que reconoce la importancia de los servicios de prevención y tratamiento asequibles y basados en evidencia.
¿Qué me llama la atención de este artículo? Pues que tras la fachada, tras la apariencia de que se cuestiona el actual paradigma («necesitamos una nueva narrativa»), la realidad es que este artículo no cuestiona la narrativa actual. Al contrario, la da por correcta y lo que se dice es que no se culpe exclusivamente a la víctima por no ser capaz de evitar comer tanto. Es decir, la misma narrativa de siempre, la misma narrativa que culpa a la víctima por no hacer lo que sabe que tiene que hacer, la misma narrativa que da por supuesto que la causa del problema es el exceso de calorías, pero diciendo que no se culpe a la víctima y que se busquen otras causas del problema, como los productos que la industria alimentaria pone a la venta. No ponen en cuestión que los «expertos» entiendan el problema, lo que ponen en cuestión es cuál es el mejor plan de acción ante el problema tal cual está definido actualmente. O sea, lo de siempre.
El artículo habla de «modelo causal simplista». Aprovecho para resaltar que el paradigma CICO no es simplista: es erróneo. Y mientras que la solución al simplismo es aumentar la complejidad, manteniendo el error de base, la solución a un error pasa por primero reconocer con claridad que existe el error e iniciar una nueva construcción de soluciones que sí tenga una base sólida. Reconocer que hay un error tiene que ser el primer paso. Y este artículo no cuestiona el error que hay en la base del actual enfoque del problema de la obesidad.
Nada puede cambiar si antes no se acepta que lo que hemos estado haciendo es insuficiente o erróneo o ilegítimo. Daniel Flichtentrei
Ante la ausencia de una rectificación en el rumbo, sería un error aplaudir mensajes continuistas y ambiguos como si fueran prueba de que avanzamos. La falsa autocrítica es peor que que no haya autocrítica.
Leer más:
Vicente, yo no creo que la ncesidad sea de narrativa (me serviría lo mismo si al final llegasen a entenderlo cuando se explican en verso). Es un problema de falta de intelecto y de persistencia en el error. Si ignoran las pruebas que refutan su teoría, si son incapaces de entender que la presunta ecuación CICO no es realmente una ecuación (faltarían muchos sumandos) parece muy complicado que lleguen a cambiar de opinión. Lo único que nos queda es hacer llegar la información a la mayor cantidad de gente posible –y entre esa gente habrá muchos que no sean tan cortos de mente como ellos–, de forma que esa información les convierta en unos individuos que ignoren las «soluciones» dadas por los «expertos CICO» y que dejen de acudir a ellos como pacientes.
Como reza el dicho, puedes engañar a unos pocos durante mucho tiempo, puedes engañar a muchos durante un corto tiempo, pero no puedes engañar a todos durante todo el tiempo. Tendrá que llegar el momento en el que los «expertos CICO» quedarán con el culo al aire (y pasarán a ser «expertos CACA», haciendo honor a su teoria de mierda) porque una gran mayoria de pacientes sabrá que sus «soluciones» no funcionan.
Luego, sin reconocer sus errores, aplicarán el «donde dije digo, digo Diego». Pero nosotros sabremos que, en el fondo, forman parte del pelotón de los torpes y del daño que ha originado esa torpeza a muchos pacientes.
Óscar, de verdad que yo no entiendo cómo puede estar pasando lo que está pasando. Les explicas dónde están los errores en su ideología, les explicas que su ideología no deriva de las leyes de la física sino de paralogismos (errores de pensamiento) y de juegos de palabras falaces y al ver que no pueden encontrar en qué me equivoco, lo que hacen es desaparecer de las conversaciones. Y a los dos días los tienes retuiteando alguna cosa de Guyenet para demostrar que siguen siendo fieles a la pseudociencia común. Alguno incluso opta por insultarnos en twitter.
¿Cómo autojustifican seguir defendiendo una teoría cuando ya saben que es errónea? ¿Tú lo entiendes? Yo no. La hipótesis de que «no son capaces de entender» falla como explicación a su comportamiento.