Los expertos no van a vencer a las redes sociales
A finales de 2015 (ver) los Departamentos de Agricultura y de Salud de EEUU publicarán una revisión de las Recomendaciones Dietarias para los Americanos (DGA). Aunque siempre resulta chocante que se llamen a sí mismos «los americanos», como si no hubiera más gente en ese continente, creo que en este caso se quedan cortos: las recomendaciones que allí se aprueben nos van a afectar a todos. Deberían ser menos modestos y llamarlas Recomendaciones Dietarias para el Planeta Tierra. Sería más correcto.
A la vista de lo que se está publicando, no creo que las recomendaciones mejoren gran cosa respecto de las publicadas hace 5 años. Aunque los autores de esas recomendaciones presumen de que están basadas en la evidencia («evidence-based», dicen), nada más lejos de la realidad (ver). El origen de las recomendaciones es económico e ideológico, pero poco o nada tiene que ver con la salud. Hay mucho dinero en juego y hay mucho fanático en contra de los productos de origen animal. Intuyo que la evidencia científica no va a ser un obstáculo para que la industria del cereal y los vegetarianos fanáticos coloquen su «mercancía averiada» en las recomendaciones de 2015, como ya han hecho en las versiones anteriores.
Hace 50 años esas recomendaciones no habrían tenido apenas discusión. Pero vivimos en una época especial, en la que internet y las redes sociales no solo permiten, sino que fomentan la difusión instantánea de la información, de un punto al otro del planeta, sin ni siquiera tener que estar sentados frente a un ordenador. Aunque eso no va a impedir que los «expertos» del comité DGA hagan lo que les venga en gana, hay quien cree que cada vez les está resultando más complicado mantener las apariencias. Se van a reír de todo el mundo, pero ¿a cuántos conseguirán engañar?
Gracias a internet y las redes sociales el control de la información no está en manos de unos pocos, sino que está en manos de «la gente». En mis manos y en las tuyas. Según un estudio reciente (ver), realizado por una entidad financiera, cada vez más gente da la espalda a las recomendaciones oficiales y se decanta por el consumo de grasas naturales. Cada vez se consume más mantequilla, cada vez se consumen más huevos y aumenta el consumo de leche entera mientras baja el de la desnatada. No podemos celebrar nada, porque todavía son demasiados los que ven dañada su salud por seguir las estúpidas recomendaciones oficiales, según este estudio estamos en un punto de inflexión. El comité DGA puede, por ejemplo, seguir criminalizando las grasas saturadas y recomendando un límite a su consumo, pero lo único que cabe esperar es que un día sí y al otro también se siga difundiendo que no existe evidencia científica para imponer límite alguno. Por mucho que quieran, no van a poder impedir que la información fluya y que todo el quiera abrir los ojos sepa que esas directrices no tienen fundamento.
Éste es el mundo en el que vivimos: cada vez más gente usa internet y las redes sociales para informarse y no se deja engañar por los comités de expertos, los que presumiblemente velan por su salud, pero que en realidad persiguen intereses bastardos. La gente ya no es un sumidero de información. Ahora es activa: opina, lee, analiza, genera y difunde información. Para mí, estamos viviendo el enfrentamiento entre la Sabiduría de las Masas, encarnada en las redes sociales, y unos pocos «expertos» que quieren imponer dogmas sin ser cuestionados. Antes los periódicos y las televisiones difundían el mensaje de los «expertos», ahora la información ha dejado de estar controlada por los medios de comunicación tradicionales.
Como muestra, hace unos días la American Diabetes Association (ADA) preguntó en Facebook (ver) a los diabéticos cuáles eran sus niveles de glucosa. La respuesta fue en muchos casos algo así como «en rango no-diabético, pero gracias al Dr. Bernstein, no a vosotros. Vuestras recomendaciones ya me habrían matado«. ¿Durante cuánto tiempo más van a seguir ignorando esas respuestas los gerifaltes de la ADA? ¿Tanto les pagan las farmacéuticas para seguir dañando la salud de los diabéticos, que lo van a seguir haciendo aunque estén en el ojo del huracán? Muchas personas con diabetes tienen la solución a su problema, y no la han encontrado en las «vías oficiales», sino en internet. Para estas personas el primer paso para recuperar la salud ha sido ignorar las fuentes oficiales (ver). La gente ya no es pasiva. Se informa. Aprende. Comparte sus conocimientos en foros y en comentarios en blogs o en las redes sociales.
Y no olvidemos que los verdaderos culpables de esta situación, los verdaderos culpables de que la gente tenga que dar la espalda a los estamentos oficiales y buscar ayuda en otros foros, son los que nos han estado mintiendo, diciéndonos que teníamos que comer de una determinada forma (ver,ver). Si no hubiéramos seguido las directrices de esos «expertos» no tendríamos los problemas de salud que tenemos, ni habría gente tratando de adelgazar con dietas poco saludables, por la sencilla razón de que no estaríamos ni tan gordos ni tan enfermos. Es la dieta basada en las harinas, la «pirámide nutricional», y hablar de calorías lo que nos está matando y la verdadera causa de que algunas personas recurran a perder peso con dietas poco saludables (ver,ver).
No me resisto a hacer un último comentario: los «expertos» nos dicen que no hay pruebas de que las dietas low-carb sean saludables a largo plazo (ver). Por ello, dicen, no pueden recomendarlas. Y la pregunta obligada es: ¿dónde están las pruebas de que sus recomendaciones son saludables a largo plazo? ¿Y esas recomendaciones sí pueden hacerlas? ¿De verdad he de creer que son tan estúpidos que no ven la incoherencia en la que incurren?
Si no has visto este vídeo de Tom Naughton, no te lo pierdas:
Leer más:
- El excelente análisis de Credit Suisse: Fat: The New Health Paradigm
- Cada vez estamos consumiendo mejor comida, a pesar de los expertos: People Are Eating More Full-Fat Foods … Is That a Good Thing?
- El comité de expertos está ignorando la evidencia científica: CardioBrief: Second Opinion on BMJ Dietary Guideline Takedown
- Nina Teicholz analiza el trabajo del comité de expertos: The scientific report guiding the US dietary guidelines: is it scientific?
- No se puede hacer entrar en razón a quien no ha llegado a su postura razonando
- Wisdom of the crowds: All diets are equal, but some diets are more equal than others
- Las grasas saturadas ya no son malas… ¿Y ya está?
Los viejos pecados tienen largas sombras.
Y siguen pecando. El principal obstáculo para salir de esta situación es económico: los productos muertos, los cereales y el azúcar, son «commodities». Se puede especular con ellos. Se pueden almacenar durante meses y años. Se pueden transportar de un lugar a otro del mundo. Y son baratos de producir mientras que se venden casi a precio de comida de verdad. Económicamente los ganaderos o los que cultivan berenjenas no tienen el mismo poder, porque su mercancía se estropea en unos días. Las presiones económicas siempre van a ser a favor de recomendar un salvaje consumo de carbohidratos. Es lo que interesa a los que tienen el poder económico (ganado vendiendo basura).
Aunque puedan comprar la voluntad de esos «expertos» no pueden obligarnos a consumir sus productos. Nuestros hijos sí sufrirán las consecuencias en el colegio, eso es cierto.
Da asco pensar cómo el dinero está haciendo que la gente enferme sin necesidad.
Desde el 12:34 hasta el 15:05
«4 Things You Can Do Right Now to Get Rid of Bad Government Diet Policy«
four words of ancient wisdom that’s guided our species for millennia:
Just. Eat. Real. Food.
(Fuente)
Mas claro el agua, gracias por ser tan sincero y explicar las cosas tan claras,lastima que no entienda el ingles, un saludo,
Gracias a ti por leerme, Juan.
Una pena lo del idioma: Naughton es fantástico.
«The same tactics were used by big tobacco when their product was threatened. At least today we have the benefit of social media to counteract this BS.»
(Fuente)
(fuente)
The Anointed and Free Speech, Part Four
Si te molesta la libertad de expresión, si quisieras que unos pocos elegidos controlaran qué se dice y qué no se dice en los medios de comunicación, la realidad te va a pasar por encima.
How expert authority died