La ciencia es asín (IV)
Para todo problema complejo hay una solución clara, sencilla y equivocada. H. L. Mencken
Vídeo en youtube de Stephen O’ Rahilly, experto en obesidad:
Nos cuenta que la causa de la obesidad es muy sencilla: comemos mucho y nos movemos poco:
El mensaje no puede ser más claro:
Energía almacenada = Energía ingerida – Energía gastada
Es la ley de la conservación de la energía, escrita de una forma concreta para que parezca que la energía almacenada —tramposamente identificada con la grasa corporal— viene determinada por lo que está a la derecha de la igualdad. «Determinada» es palabra clave para introducir de forma fraudulenta la causalidad en la ley, y deducir causalidad de la primera ley de la termodinámica es una burrada descomunal. Vamos a demostrar que es una burrada por reducción al absurdo: damos por correcto que «estamos gordos porque comemos mucho y nos movemos poco» se deduce de las leyes de la física, y si bajo ese supuesto se llega a una contradicción insalvable, habremos demostrado la falsedad de la hipótesis. Lo que voy a hacer es seguir el mismo procedimiento erróneo —deduciendo cómo se comportan unos términos cuando cambio otros— para llegar a una contradicción.
Voy a reordenar los términos, puesto que la ley no es más que una igualdad matemática:
Energía ingerida = Energía almacenada + Energía gastada
¿Cómo interpreta esto un contador de calorías? La causa de que comas comida es que tu cuerpo almacena energía y la gasta. Ahora ya sabes por qué comes mucho: comes demasiado porque engordas demasiado y/o haces demasiado ejercicio. Cuanto más almacenas y más gastas, más te obligan las leyes de la física a comer (¿en serio?). Por tanto, si queremos comer menos, lo que hay que hacer es engordar menos, hacer menos ejercicio o una combinación de ambas medidas. Los partidarios de las dietas hipocalóricas deberían anotar esto, porque es un resultado muy importante para ellos, derivado directamente de leyes de la física: cuanto más ejercicio haces, más comes.
Si quieres comer poco, tienes que hacer poco ejercicio.
Vuelvo a cambiar el orden de los términos otra vez:
Energía gastada = Energía ingerida – Energía almacenada
¿Cómo interpreta esto un contador de calorías? La energía que gasta tu cuerpo viene determinada por la diferencia entre la energía ingerida y la energía almacenada. Si quieres aumentar tu gasto energético tienes que comer más, engordar menos o una combinación de ambas medidas. Otro resultado importante para las personas que quieren adelgazar aumentando su gasto energético, si cuanto más comes más gastas:
si quieres aumentar tu gasto energético, tienes que comer más
En resumidas cuentas:
- si quieres comer poco, haz poco ejercicio
- si quieres aumentar tu gasto energético, come más
Si, según los contadores de calorías, para adelgazar hay que reducir la ingesta y/o aumentar el gasto energético, la conclusión sería que:
para adelgazar hay que comer más y/o hacer menos ejercicio
Eso lo hemos deducido de leyes universales de la física, haciendo exactamente los mismos «razonamientos» que hacen los contadores de calorías, deduciendo cómo cambian unos términos en función de otros de la misma forma que lo hacen ellos. Y hemos llegado a la conclusión de que lo que adelgaza es lo mismo que, según se deduce usando esos mismos razonamientos, nos engorda. Con esta evidente contradicción hemos demostrado que la idea de que estamos gordos por comer mucho y/o movernos poco NO se deduce de las leyes de la física.
Tan cierto es que engordamos por comer mucho y movernos poco, como que para adelgazar hay que comer mucho y moverse poco. Ambas conclusiones son absolutamente estúpidas, pues se han deducido cometiendo los mismos gravísimos errores de razonamiento.
«La causa de la obesidad es muy sencilla», nos decía este señor. Pues parece que no debe de ser tan sencilla, cuando la causa de la que habla es un fraude. Debe de ser complicado para un señor que lleva toda una vida dedicada a estudiar la obesidad entender que está metiendo la pata de esta manera. Aunque bastan dos minutos de pensamiento para ver el error.
El uso del balance energético en la obesidad/nutrición es una burrada como nunca ha habido otra igual en la historia de la humanidad. Y si el experto no estuviese cometiendo un gravísimo error de planteamiento, al dar por bueno el fraude del balance energético, no se estaría preguntando qué hace que comamos tanto, si es la leptina, la ghrelina o el sursuncorda. Todo su análisis del problema se basa en ese error de partida: tamaño de raciones, apetito, palatabilidad, etc. son las ramas de un árbol podrido desde la raíz.
Suponiendo que este señor no tiene ninguna condición médica que le haga tener ese tripón, y sabiendo que embarazado no está, mi opinión es que cuando alguien (él, o cualquier otro) tiene un problema de peso corporal de tal magnitud debería tener un poco de humildad y abstenerse de decir que «la causa de la obesidad es sencilla«. No digo que no hable de obesidad, que lo haga si quiere, pero sí pido que el discurso hablado sea coherente con el discurso visual que nos cuenta su cuerpo, que es que no tiene ni la más mínima idea de qué causa la obesidad. Lo que, por otro lado, es un diagnóstico absolutamente certero, tal y como hemos visto antes. Su cuerpo es coherente con su ignorancia.
¿Qué causa la obesidad? ¿Qué causa que los adipocitos acumulen grasa? Sea lo que sea, no hay ningún mecanismo fisiológico que relacione el balance energético a nivel corporal con el balance de grasa en los adipocitos. No hay ninguna razón para hablar de energía, de calorías, en nutrición y obesidad: no está justificado de ninguna manera.
Dejémonos de mascaradas: los «expertos» creen que la gente está gorda porque son unos vagos y unos glotones. Que al menos muestren su verdadera cara, que se dejen de engañar a la gente con pseudociencia y que reconozcan que su ideología no tiene más fundamento que los prejuicios contra la gente gorda, fruto de sus delirios de superioridad moral.
Sólo una cosa más: un superávit calórico es la causa de un aumento de la musculatura, no la de engordar. Comer mucho y moverse poco hace que estemos todos supercachas. Si alguien no está de acuerdo, espero su detallada explicación de en qué me equivoco (basada, por supuesto, en las leyes de la termodinámica).
NOTA: si has visto el juego de magia, pero no terminas de entender dónde está el truco del balance energético, de hablar de calorías en nutrición, el error es (aparte de ignorar otras formas de energía almacenada) suponer cómo cambian unos términos de la ecuación cuando cambiamos otros, es decir, deducir la reacción de un ser vivo ante un estímulo a partir de una ley universal de la física, que además no es más que una suma/resta. Es obvio que no puedes deducir el efecto de hacer más ejercicio físico o de «comer menos» de una ley universal de la física. Es lo que he llamado el problema de la causalidad. Si sigues con dudas, te recomiendo que te leas el librito gratuito que hay accesible en el menú del blog. También hay muchas entradas en el blog explicando el fraudulento origen del balance energético, como por ejemplo ésta, ésta, ésta o ésta.
Hola, Vicente
En la ecuación que plantea el ¿experto en obesidad? (puede que él se considere «experto en obesidad» por el hecho de estar obeso, o eso parece en la foto…) ya hay un error evidente: no está teniendo en cuenta, que es la energía «expulsada», que no se almacena ni se gasta. Por ejemplo, en las heces existe una cantidad de energía que ni se gastó ni se acumuló. Acudamos al ejemplo de la utilización de las heces de las vacas, tras dejarlas secar, para quemarlas. Si planteamos ya de antemano una ecuación errónea, las conclusiones obtenidas no van a ser muy prometedoras… O imagínate a alguien con diarrea, que lo que come apenas lo almacena ni lo gasta, sino que lo expulsa directamente.
Por otra parte, en el texto tienes dos erratas, relacionadas con el uso incorrecto del guion tras un prefijo:
pseudo-ciencia => pseudociencia
super-cachas => supercachas
Referencia: http://www.rae.es/consultas/normas-de-escritura-de-los-prefijos-exmarido-ex-primer-ministro
Hola oscaretu,
muchas gracias por las correcciones, que en este caso no son erratas sino faltas de ortografía.
No discrepo del comentario sobre la energía «no procesada», pero, bajo mi forma de ver las cosas, es secundario. Es como decir que la ecuación del balance energético es inútil porque no se pueden calcular los términos con suficiente precisión para hacerla útil. Aunque sea cierto, no veo que ése sea el principal problema. El principal problema es deducir de una ley general de la física la respuesta de un animal a un estímulo. Otro error al mismo nivel que el anterior es hablar de la energía a nivel de todo el cuerpo, en lugar de la grasa en el tejido adiposo, con lo que se centra la atención en resolver un problema «impostor» (que no es el problema real). El problema del balance energético es mucho más grave que dejar fuera términos o que no se puedan calcular los términos con suficiente precisión. No digo que hayas dicho eso, pero aprovecho tu comentario, con tu permiso, para hacer esa reflexión.
Gracias de nuevo por el aporte 🙂
Es el colmo lo de este «experto»
Hola Paloma 🙂
como mínimo es curioso que gente con exceso de peso crea saber cuál es el secreto para no engordar:
Muchas gracias por seguir ahí 🙂 🙂
Menudo cantamañanas! Si está hecho una auténtica albóndiga! Y eso que no le han hecho fotos de cuerpo entero…