«Un relato alternativo del sobrepeso y la obesidad»
Miguel Franco, autor de «El Amor No es Suficiente«, ha creado un vídeo explicando una de las ideas principales de un artículo reciente de este blog. Creo que es muy de agradecer el tiempo que ha dedicado Miguel a grabar el vídeo y me parece que sus explicaciones son impecables. Como mínimo, como dice en la parte final, es una posibilidad que lo que nos ha llevado al problema actual de alarmante prevalencia de la obesidad no sea cuánto hemos comido —una idea deducida erróneamente de una tautología—, sino la presencia en nuestra dieta de «productos comestibles» que han sido introducidos en nuestra alimentación de forma irreflexiva. Quizá ha llegado el momento de cuestionar qué estamos comiendo y bebiendo.
Sólo son 10 minutos y vale la pena verlo:
Esto se nos ha ido de las manos. Vamos a probar. «Mira hijo, cada vez tienes más sobrepeso y estamos siendo incapaces de controlarlo. Sé que no es lo que ninguno de nosotros queremos hacer, pero tenemos que intentar corregir esta situación y se me ocurre que a lo mejor el problema no está siendo cuánto, algo que a la hora de la verdad no somos capaces de controlar, sino qué estamos comiendo. Vamos a intentar cambiar nuestra forma de comer. Te vamos a apoyar, toda la familia vamos a hacer un cambio y vamos a mantenerlo al menos durante unos meses a ver cuál es la evolución. Ya sé que va a ser duro, pero tenemos que hacerlo porque lo que está en juego es tu salud. Por lo pronto vamos a evitar tener en casa otra cosa que no sean alimentos de verdad, y así evitamos caer en tentaciones, y fuera de casa vamos a comportarnos como corresponde a la situación de emergencia en la que estamos. Y si esto funciona, vamos a seguir comiendo de esta nueva forma a largo plazo. Pero empecemos por hoy y ahora. Y vamos a cambiar todos.»
O podemos seguir insistiendo en lo que sabemos que no funciona.
Estoy de acuerdo.
Cuidado con la falacia del falso dilema: es típico que los defensores de la teoría CICO reaccionen desacreditando cualquier explicación alternativa a sus dogmas y concluyendo de sus críticas que «por tanto» al final todo es una cuestión de calorías. De «por tanto» nada de nada.
1) La existencia de plausibles explicaciones alternativas demuestra que la teoría CICO es un fraude intelectual.
2) Desacreditar esas otras explicaciones no demuestra que la teoría CICO sea correcta. Y es que además es imposible que lo sea pues entra en contradicción con la evidencia científica en todo tipo de animales y también en humanos (ver). Fraude desde el punto de vista teórico, errónea según la evidencia científica.
Al margen de la validez de uno u otro modelo está un tema diferente: ¿qué modelo es más útil a la hora de corregir el problema de la obesidad? Hay uno que sabemos que no funciona y hay otro que lo vemos funcionando en los pueblos que todavía conservan su alimentación tradicional. Seguir insistiendo en el fraude nos condena a perpetuar el problema.