«Cuándo debemos llamar charlatán a un charlatán»
Ése es el título de un artículo de la web «Science Based Medicine»: «Cuándo debemos llamar charlatán a un charlatán». Algunos extractos del artículo o de los comentarios en él recogidos:
I think the most dangerous ones are doctors like Andrew Weil who combine good scientific medicine with nonsense in such a way that patients can’t tell the difference. Harriet Hall
Creo que los más peligrosos son los médicos como Andrew Weil que combinan buena medicina científica con tonterías de tal manera que los pacientes no pueden detectar la diferencia
Regarding who does more harm, true believers or con artists, I would not be so quick to conclude it’s the true believers. Think of Kevin Trudeau. Perhaps con artists are much more crafty and deliberate in what they do.
Regarding the distinction, while I think there are pure con artists out there, I think things are much more fuzzy at the other end of the spectrum. I think most true believers are guilty of overstating claims, sloppy thinking, and accepting BS because it fits their belief. They rationalize their cons, but there is still some con in the mix. Steven Novella
Con respecto a quién hace más daño, si verdaderos creyentes o estafadores, yo no sería tan rápido concluir que son los verdaderos creyentes. Piensa en Kevin Trudeau. Quizá los estafadores son mucho más astutos y deliberados en lo que hacen.
En cuanto a la distinción, aunque creo que hay estafadores puros por ahí, creo que las cosas son mucho más difusas en el otro extremo del espectro. Creo que la mayoría de los verdaderos creyentes son culpables de exagerar afirmaciones, pensamientos descuidados, y aceptar charlatanería porque encaja con su creencia. Racionalizan sus engaños, pero todavía hay algo de estafa en la mezcla.
We are all affected by the tension between wanting to call a spade a spade and respecting our cultural need to be polite […] please don’t be offended by the legitimate exasperation of writers who have suffered through decades of observing swindlers swindle (Val Jones en Science Based Medicine)
Todos estamos influenciados por la tensión entre querer llamar pala a una pala y respetar nuestra necesidad cultural de ser corteses […] por favor no te ofendas por la legítima exasperación de escritores que han sufrido durante décadas por observar estafar a los estafadores
¿Y cómo saben que no son ellos los charlatanes? ¿Y cómo saben que sus «exasperaciones» son realmente «legítimas»?
Voy a comentar un texto de Steven Novella, uno de los autores de la mencionada web. Este señor es médico (neurólogo) y pertenece a los autodenominados «escépticos».
Copio dos extractos de este artículo de Novella, y, aunque no los traduzco, los analizo a continuación:
In the “diet wars” the first law of thermodynamics has been thrown around a lot. Up to now I have been aware of two camps defending their position with thermodynamic arguments. The first (and the one that I find most compelling) is the calorie in vs calorie out camp, that argues that the laws of thermodynamics apply to people too. This means that weight management must be a function of calories in (the total calories consumed by a person) – calories out (the total caloric expenditure, including metabolic processes, waste heat, exercise, and others). Thermodynamics must be obeyed and so if one wishes to lose weight they must burn more calories than they consume.
The second camp are the defenders of special weight-loss diets who claim that the type of calories one consumes significantly affects weight loss. They reject the “calorie is a calorie” mantra, and instead preach about the evils of carbs, or fats, or glycemic index. They argue that all calories are not equal because some calories are more efficient than others – they require less energy to metabolize. If you want to lose weight you want to consume inefficient calories (i.e. – more of the energy from these calorie sources is wasted as heat, or they require greater overall metabolic activity, so less is available for muscles and other uses). Therefore, they argue, thermodynamics (when efficiency is considered) favors manipulating macronutrients (protein, carbohydrates, and fats) for weight loss.
El fragmento me parece ilustrativo del bajísimo nivel intelectual que tiene, en general, la defensa de la teoría CICO (Calorías que Entran, Calorías que Salen). Fijémonos en cómo Steven Novella afirma:
- Que los defensores de la teoría CICO son los que creen que la primera ley de la termodinámica también es aplicable en personas (¡guau!)
- Que, por tanto, el control del peso corporal tiene que ser función de las calorías que entran y las calorías que salen (¡doble guau!)
- Que si alguien quiere perder peso, esas personas tienen que quemar más calorías de las que consumen (¡triple guau!)
Enseguida analizo los puntos anteriores, pero antes destaco algo que me parece revelador: Novella enmarca las críticas a la teoría CICO en un problema de energía. Dice concretamente que los críticos a esa teoría hablan de «distinta eficiencia energética». Este señor no se entera de nada, lo que no le impide dar lecciones. Si alguien afirma que para desarrollar la musculatura hay que «comer más de lo que se gasta», ni esa persona está defendiendo que «la primera ley de la termodinámica también es aplicable en personas», ni los críticos de esa idea estaríamos argumentando que «no todas las ‘calorías’ son igual de eficientes haciendo crecer los músculos». El crecimiento de un tejido vivo no es un problema de energía y los que decimos que la teoría del balance energético es pseudociencia no estamos argumentando que unas calorías son más eficientes que otras. Ni aumentando el tejido adiposo ni aumentando el tejido muscular.
1. «Los defensores de la teoría CICO son los que creen que la primera ley de la termodinámica también es aplicable en personas»
Ni de casualidad: la teoría CICO es patética charlatanería, pero la primera ley de la termodinámica es aplicable también en los seres vivos. Lo he explicado una y otra vez en el blog. Los defensores de la teoría CICO que creen estar defendiendo una ley de la física sencillamente no se enteran de qué va el asunto ni aunque se lo expliquen.
Diez entradas del blog en las que explico que no son lo mismo: ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver
2. «Por tanto, el control del peso corporal tiene que ser función de las calorías que entran y las calorías que salen»
El argumento es que «puesto que la primera ley de la termodinámica es aplicable también en el caso de la hipertrofia muscular, el crecimiento del músculo tiene que ser función de las calorías que entran y las calorías que salen«. ¿Qué significa eso, que para hacer crecer la musculatura lo que en última instancia hay que controlar es cuánto comes y cuánto ejercicio haces?
¿Es comer más y moverse menos el camino señalado por las leyes de la física para desarrollar el músculo? (ver,ver,ver)
La pseudociencia del balance energético (o teoría CICO) se basa en jugar con las palabras hasta llegar a conclusiones que son falaces (ver,ver). Parte del engaño es jugar con términos ambiguos que tienen dobles interpretaciones, sin aclarar en qué momento se emplea un significado u otro. ¿Qué significa que el peso corporal es «función de» las calorías? Esto es típico de las pseudociencias, pues en la ambigüedad suele radicar el engaño. Lo analizo en el siguiente apartado.
«Si alguien quiere perder peso, ellos tienen que quemar más calorías de las que consumen»
Nótese cómo los defensores de la teoría CICO a veces hablan de «perder peso» pero otras veces de «perder grasa». No se puede hablar de «perder grasa», pues están aplicando la primera ley de la termodinámica al nivel de todo el cuerpo, no en el tejido adiposo (ver), pero hablando de «perder peso» están dejando a la vista una parte de cómo funciona el fraude: ¿qué dicen las leyes de la física que tengo que hacer para ganar musculatura? Puesto que si gano musculatura ganaré peso, tengo que consumir más calorías de las que gasto, ¿no?
Hecho el inciso anterior, fijémonos en cómo el engaño se basa en el uso de un verbo de definición ambigua: «tienen«. Se introduce en la oración con un sentido, pero se da a entender otro. Y en el mismo sentido también hay un «ellos» que refuerza el sentido fraudulento de «tienen», que es el segundo de los dos que expongo a continuación:
- «Tiene que» significa que obligatoriamente en su cuerpo sucederá lo que se dice en la oración subordinada
- «Tiene que» significa que la oración subordinada describe lo que la persona tiene que hacer para adelgazar
El primer significado hace la frase carente de interés, el segundo la hace un fraude intelectual. Para que tu musculatura crezca «tienes» que consumir más calorías de las que quemas. No sólo es inútil, ¡es falso! (ver,ver) Incorrecto e inútil como descripción del resultado desde el punto de vista de la conservación de la energía, pues hay otras formas de energía acumuladas en el cuerpo, y estúpido y falaz si se interpreta como las instrucciones que hay que seguir para desarrollar la musculatura (ver). Insisto en que tampoco es correcto en el primer caso, pues la aplicación de la primera ley de la termodinámica en todo el cuerpo no permite NUNCA particularizar el resultado para un tejido concreto (ver).
En fin, si Novella tenía razón en su afirmación de que «racionalizan sus engaños, pero todavía hay algo de estafa en la mezcla«, eso le deja en muy mal lugar, pues es reconocer que, de alguna forma, es consciente de lo que está haciendo. Yo no creo que sea consciente de estar difundiendo dañina charlatanería como si fuera ciencia.
¿Es relevante el propio peso corporal de quien defiende teorías estúpidas sobre por qué se engorda?
Ser obeso no le incapacita a uno para ser un buen cirujano, ni para ser un buen pintor, ni para ser un buen científico. Pero si defiendes teorías estúpidas sobre por qué se engorda o qué hay que hacer para revertir la obesidad, en ese caso ser obeso es como presumir de que conoces el secreto para hacerte millonario al tiempo que tus hijos piden limosna en la calle para poder llevar algo de comer a tu casa. Si tan sencillo es, ¿por qué no lo aplicas en tu caso? ¿Es irrelevante que una persona viva en la calle, al tiempo que presume de decir que para hacerse millonario basta con, de forma sostenida, ganar más dinero del que se gasta? Si tu peso corporal es evidencia de que no sabes de lo que hablas, tu peso corporal es relevante. Si no eres capaz de controlar tu peso corporal, no me cuentes la colosal estupidez de que adelgazar es tan sencillo como «comer menos de lo que se gasta». Porque tu cuerpo contradice tus teorías. Ser obeso no te incapacita, pero en este caso es claro síntoma de tu incapacidad.
Según sus propias palabras, negar que se tiene un problema de peso es sembrar confusión (ver):
Parece que sólo sabe ver la paja en el ojo ajeno. ¿Cuál será su excusa para tener un problema de peso? ¿Cuál será su excusa para sembrar confusión?
Dialéctica manipuladora
Afirmaciones exageradas, pensamientos descuidados y aceptación acrítica de la chalatanería cuando encaja con nuestra creencias. Creo que es la mejor descripción que se ha hecho nunca de la pseudociencia del balance energético. Aquí los charlatanes no son los «alternativos», sino más bien los «oficialistas». Pero no olvidemos que, aparte de los verdaderos creyentes, también existe mucho interés económico en mantener la teoría del balance energético: es lo que la industria alimentaria quiere (imaginemos las consecuencias que un cambio de paradigma tendría en todas esas empresas que fabrican o venden no-comida), es lo que la industria de la dieta quiere (pues llevan años cobrando a la gente por tratamientos que quedarían con el culo al aire) y es lo que los «expertos» quieren (pues nadie acepta con alegría reconocer que es un charlatán, con todas las implicaciones que eso tiene para con el dinero cobrado a sus clientes durante su labor «profesional»). Y, además de todo eso, habría que ver quién está cobrando directamemente de la industria por difundir estas ideas. No sólo hay un problema «intelectual», el de los verdaderos creyentes: también hay una tremenda inercia basada en poderosos intereses económicos (y de ego).
Hemos hecho de la charlatanería terapia oficial de la obesidad.
Haz recuento: en tu último debate, ¿cuántos argumentos has abandonado directamente, sin ser capaz de argumentar nada cuando te los han rebatido, y has pasado a lanzar uno diferente que te han vuelto a rebatir, y has vuelto a abandonar sin más? Lo tuyo tiene nombre.
Pensar no es tuitear frases ingeniosas en twitter.
Ser no es lo mismo que decir que se es.
— Soy independiente, sin conflictos de interés y sin pelos en la lengua. Siempre dispuesta a seguir aprendiendo y a cuestionar mis creencias
— No he visto que te hagas eco de las cosas que cuento en este blog
— Es que tu mensaje es molesto para mis colegas. La mayoría dejarían de hablarme si hago eso
— Ah, ya. Había malinterpretado lo de «independiente, sin conflictos de interés y sin pelos en la lengua»
— Me refería a mensajes molestos con otros colectivos, no con el mío
— Entendido
— Además, no estoy de acuerdo con todo lo que cuentas
— Y ni lo rebates ni lo difundes, sólo lo ignoras
— Se me está haciendo supertarde. Adiós