La vena portal hepática y la grasa visceral (III)
Hace ya un tiempo dediqué un par de entradas del blog a elucubrar sobre las causas de la acumulación de grasa visceral:
El experimento que voy a contar, del que ya escribí algo en esta entrada, guarda mucha relación con la idea principal de esas dos entradas.
«Effect of high sucrose feeding on fat accumulation in the male Wistar rat«
Esencialmente tenemos dos grupos de ratas a los que les damos:
- la misma cantidad de calorías, y
- la comida tiene exactamente la misma distribución de macronutrientes.
La diferencia es que el chow normal del grupo control se combina con almidón (un tipo de carbohidratos) y en el grupo de intervención en lugar de almidón se emplea sacarosa (o sea azúcar, otro tipo de carbohidratos):
The control group was maintained on a diet consisting of a mixture of starch and ordinary chow (3.8 kdg; starch 1: ordinary rat chow 1 wt/wt; ordinary rat chow, Oriental Yeast, Tokyo, Japan) containing 81.33% carbohydrates, 12.67% proteins, and 6.01% fat (by calories). The high sucrose diet consisted of a mixture of sucrose and ordinary chow (3.8 kcal/g; sucrose 1: ordi- nary rat chow 1 wt/wt) containing 81.33% carbohydrates, 12.64% proteins, and 6.01% fats (by calories). The animals were allowed to eat and drink water ad libi- tum for 4 or 12 weeks (4 weeks: each group n=9; 12 weeks: control diet n=8; high sucrose diet n4). Body weight and food intake were measured weekly.
Como vemos en las figuras, misma ingesta energética (gráfica de la izquierda), pero mayor acumulación de grasa corporal en el grupo que consumía azúcar (barras grises) que en el que consumía almidón (barras blancas). Se nos dan medidas pasadas 4 semanas y pasadas 12 semanas en dos depósitos de grasa corporal: subcutánea (gráfica central) y mesentérica (gráfica en parte derecha).
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Acumularon grasa corporal pero no peso corporal, así que no sólo ganaron grasa corporal, sino que seguramente perdieron músculo:
No difference in the daily caloric intake was observed between controls and rats fed high sucrose diet at 4 weeks and 12 weeks (Figure 1). No significant difference in body weight gain was observed either between the two dietary groups (Figure 2).
No se observó ninguna diferencia en la ingesta calórica diaria entre los controles y las ratas alimentadas con una dieta alta en sacarosa a las 4 semanas y 12 semanas (Figura 1). No se observó ninguna diferencia significativa en el aumento de peso corporal entre los dos grupos dietéticos (Figura 2).
Vimos esto mismo en humanos no hace demasiado (ver). Los charlatanes que dicen que acumulamos grasa corporal porque comemos «más de la cuenta» tendrían que explicar cuál de los dos grupos de ratas ha comido más de la cuenta en este experimento. Mismas leyes de la física en ratas y en humanos, no lo olvidemos.
Hasta ahí, más o menos es repasar lo que ya habíamos visto en el blog. Los hallazgos de los experimentadores que quiero resaltar en este momento son:
- Encontraron una elevada correlación entre la concentración de insulina en la vena portal y la grasa visceral (mesentérica).
- Encontraron una elevada correlación entre la concentración de insulina en la vena cava inferior y la grasa subcutánea.
- Conforme progresó el engorde, la relación entre insulina y grasa acumulada se atenuó.
La relación local entre insulina y grasa acumulada en ambos casos hace pensar que la causalidad es que la insulina engorda directamente el tejido adiposo. Esta relación local no es compatible con la pseudociencia del balance energético. No me entretengo con esto, pues creo que la idea está suficientemente desarrollada en esta otra entrada. Pero, además, esa relación apoyaría la hipótesis que lancé en las entradas que he citado al inicio de este artículo (ver): la causa principal de la grasa visceral pueden ser anormales picos de insulina en la vena portal.
Por otro lado, conforme el tejido adiposo aumenta de tamaño, aumenta su resistencia a seguir engordando (ver), lo que según los autores de este estudio explicaría que la relación entre insulina y grasa acumulada cambie de pendiente, atenuándose. O, en otras palabras, no encontrar una fuerte relación entre insulinemia y grasa corporal cuando ya se ha engordado no significa que la insulina no haya sido la causa de ese engorde. Esa misma idea la comenté en unas entradas acerca de la resistencia a la insulina (ver). Es especialmente así si la concentración de insulina no se compara con la grasa corporal en su zona física de influencia durante la fase de aumento de peso.
the positive correlation between the weight of abdominal subcutaneous fat and basal IRI levels in the inferior vena cava (Figures 5 , 6) indicates that these fat depositions might reflect peripheral hyperinsulinemia just as the correlation between mesenteric fat and portal IRI. […] There was no significant relationship between abdominal subcutaneous fat weight and IRI levels in the portal vein.
la correlación positiva entre el peso de la grasa subcutánea abdominal y los niveles basales de insulina en la vena cava inferior (Figuras 5, 6) indica que estas deposiciones de grasa podrían reflejar hiperinsulinemia periférica exactamente igual que la correlación entre la grasa mesentérica y la insulina portal. […] No hubo una relación significativa entre el peso de la grasa subcutánea abdominal y los niveles de insulina en la vena portal.
Algunas citas del artículo:
Because of the positive correlation observed between the weight of mesenteric fat and the basal IRI levels in the portal vein (Figures 7, 8), we think these fat deposition might reflect portal hyperinsulinemia.
Debido a la correlación positiva observada entre el peso de la grasa mesentérica y los niveles basales de insulina en la vena portal (Figuras 7 y 8), creemos que esta deposición de grasa podría reflejar hiperinsulinemia portal.
Anatomically, mesenteric fat is supposed to be confronted directly with high concentrations of insulin secreted from the pancreas. In female rats, Keno et al. (14) have reported that a high sucrose diet increased mesenteric fat, but not abdominal subcutaneous fat, which is in agreement with our results from the 4-week experiment.
Anatómicamente, se supone que la grasa mesentérica se enfrenta directamente con altas concentraciones de insulina secretada por el páncreas. En ratas hembras, Keno et al. (14) han informado que una dieta alta en sacarosa aumentó la grasa mesentérica, pero no la grasa subcutánea abdominal, lo que está de acuerdo con nuestros resultados del experimento de 4 semanas.
We suggest that IRI in the portal vein is closely related to visceral fat accumulation and IRI in the inferior vena cava is closely related to abdominal subcutaneous fat accumulation.
Sugerimos que la insulina en la vena portal está estrechamente relacionada con la acumulación de grasa visceral y la insulina en la vena cava inferior está estrechamente relacionada con la acumulación de grasa abdominal subcutánea.
He representado superpuestas la relación entre grasa mesentérica e insulina a las 4 semanas (gráfica de la izquierda y recta roja en la de la derecha) y a las 12 semanas (gráfica de la derecha). Nótese que en ambos casos, no hay animales con alta insulina en la vena portal y poca grasa mesentérica. Es decir, si la insulinemia en la vena portal es elevada, hay alta cantidad de la grasa corporal mesentérica, es decir, en su zona de influencia.
En este otro fragmento explican que, en su opinión, el cambio de pendiente en la gráfica anterior es causado por la resistencia a la insulina, a través de su efecto en la LPL:
Furthermore, the relationship between the IRI and mesenteric fat changed quite dramatically from 4 weeks to 12 weeks. In other words, this change from 4 weeks to 12 weeks indicates that the effect of insulin on mesenteric fat accumulation was decreased at 12 weeks compared with that of 4 weeks because the slope of correlation analysis of IRI and mesenteric fat declined from 4 weeks to 12 weeks. The exact mechanism for the decrease in the effect of insulin on mesenteric fat accumulation is unclear. However, we assume that this decrease is related to the decrease in the activity of LPL (lipoprotein lipase) resulted from insulin resistance. LPL is the key enzyme for hydrolysis of triglycerides-rich lipoproteins into monoacylglycerol and NEFA. These NEFAs are the major source of substrate for triglycerides formation in fat cells. Since LPL is involved in the regulation of triglycerides deposition in fat cell, LPL is potentially a key regulator of fat accumulation in various adipose areas. Regional differences have been shown not only for glucose metabolism and lipolysis but also for LPL activity (28). In adipose tissues insulin has the function to accelerate the synthesis of LPL. This effect of insulin on lipid metabolism has been shown to be decreased in case of insulin resistance (34).
suponemos que esta disminución está relacionada con la disminución de la actividad de la LPL (lipoproteína lipasa) como resultado de la resistencia a la insulina.
Esto puede ser muy relevante a la hora de interpretar ciertos resultados relativos a la insulina y la acumulación de grasa corporal.
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El tratamiento con insulina en los diabéticos siempre causa hiperinsulinismo porque para llegar a la vena portal hepática en cantidades suficientes se tienen que utilizar cantidades más altas