«Es erróneo considerar el tejido adiposo simplemente como un lugar de almacenamiento pasivo para la grasa»
Like a malignant tumor or like the fetus, the uterus or the breasts of a pregnant woman, the abnormal lipophilic tissue seizes on foodstuffs, even in the case of undernutrition. It maintains its stock, and may increase it independent of the requirements of the organism. A sort of anarchy exists ; the adipose tissue lives for itself and does not fit into the precisely regulated management of the whole organism.
If I may put it somewhat exaggeratedly: A lipomatous subject may die of starvation and still remain lipomatous.
It is erroneous to consider the adipose tissue merely as a passive storing place for fat and not to recognize that the adipose tissue as a part f the living body has, too, its own physiologic and pathologic processes.
Como un tumor maligno o como el feto, el útero o los senos de una mujer embarazada, el tejido lipofílico anormal se apodera de los alimentos, incluso en el caso de la desnutrición. Mantiene su stock y puede aumentarlo independientemente de los requisitos del organismo. Existe una especie de anarquía; El tejido adiposo vive por sí mismo y no encaja en la gestión exquisitamente regulada de todo el organismo.
Si puedo decirlo de forma un tanto exagerada: un sujeto lipomatoso puede morir de hambre y seguir siendo lipomatoso.
Es erróneo considerar el tejido adiposo simplemente como un lugar de almacenamiento pasivo para la grasa y no reconocer que el tejido adiposo como parte del cuerpo vivo también tiene sus propios procesos fisiológicos y patológicos.
La hipótesis CICO se basa en varias premisas injustificadas, siendo una de ellas que el tejido adiposo es pasivo, incapaz de variar por sí mismo (ver,ver,ver). La cita anterior da en el clavo del problema: ¿es posible que los cambios en el tejido adiposo sucedan porque ese tejido responde a los estímulos fisiológicos/hormonales que recibe, y no como mera reacción pasiva al comportamiento del resto del cuerpo?
según la pseudociencia del balance energético esa situación de aumentada acumulación de grasa corporal se describiría como que estamos consumiendo más calorías de las que necesitamos, es decir que las calorías se acumulan por ser “excesivas”, cuando la realidad pudiera ser que la grasa corporal se acumulara en mayor medida por causas fisiológicas, no a causa de las calorías consumidas (fuente)
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el tejido adiposo produce leptina, la hormona que regula el nivel de apetito y, de esta manera, nuesto peso, pero, claro, en norma, los estrogenos, cuyo papel es sumamente importante en menopausia y postmenopausia, más grasa hay, menos son los signos de osteoporosis, por ejemplo. y solo estoy mencionando dos aspectos.
Aunque la existencia de un apetito principalmente mal entrenado o hereditariamente anormal que causa la obesidad difícilmente puede ser refutada, tampoco hay pruebas positivas de su existencia, y muchos hechos que se discutirán aquí más adelante argumentan en contra de la validez de tal hipótesis. Es igualmente posible que un aumento del apetito sea la consecuencia de la tendencia del cuerpo a ganar peso y que represente solo un medio necesario para la realización de tal tendencia. Esto sería una completa analogía del mecanismo que opera en la acromegalia artificial que acabo de discutir.
El mismo razonamiento es válido para la disminución de la producción de energía en muchos casos de obesidad. La restricción obvia de la actividad muscular, la evitación de cualquier movimiento superfluo, la pereza más o menos marcada observada en muchos de estos casos puede ser la consecuencia más que la causa del sobrepeso.
Aunque estoy de acuerdo con el comentario, resalto que no es necesario que exista ni incremento de la ingesta ni reducción de la actividad física para ganar peso/grasa corporal.