12 parejas de gemelos
Estudio de 1990 titulado «The response to long-term overfeeding in identical twins«.
En este estudio los participantes están internados y supervisados las 24h del día, durante 100 días. Cada semana les dan 6000 kcal por encima de su consumo calórico habitual. Los investigadores suponen que al final de los 100 días les han dado un exceso de 84000 kcal. La dieta era altísima en carbohidratos: 50% de carbohidratos, 35% grasa, 15% proteína.
Si las calorías sirvieran para algo, 84000 kcal extra deberían producir el mismo aumento de peso en todos y cada uno de los participantes. Unos 11Kg. Son leyes de la física, ¿no? Ningún mortal puede saltarse las leyes de la física…
El resultado es que la ganancia de peso fue diferente según el individuo, entre 4.3 y 13.3 Kg…
¿Cómo es posible? ¿Que es esto, cachondeo? ¿Aquí cada uno cumple las leyes de la física como le viene en gana?
Los participantes fueron 12 parejas de gemelos. Como hemos visto, los resultados fueron impredecibles, pero curiosamente fueron parecidos entre los miembros de cada pareja. Si representamos en una gráfica la grasa visceral acumulada por el gemelo A frente a la grasa visceral acumulada por el gemelo B, vemos que el punto se sitúa casi siempre cerca de la recta Gemelo A = Gemelo B:
La gráfica anterior sugiere que hay una importante componente genética en cómo nuestro cuerpo reacciona ante la comida. La pregunta es, ¿cómo puede ser compatible esa componente genética con la hipótesis del balance energético? Si todos aumentan su ingesta en la misma cantidad, todos deberían engordar lo mismo. ¿En qué parte de la hipótesis del balance energético se contempla la genética? (ver)
Grasa acumulada = Calorías que entran menos Calorías que salen
Es evidente que contar calorías es absurdo, pues todos consumieron la misma cantidad extra de calorías y el resultado no fue ni el mismo ni parecido. El absurdo es tal, que ni siquiera podemos decir que todos consumieron la misma cantidad extra de calorías, pues solo fue «extra» la cantidad de energía que les engordó. El resto de las 84000 kcal extra, no fue «extra».
Este experimento suele citarse como demostración de que existe una componente genética en nuestra tendencia a engordar. Para mí, este experimento demuestra que la hipótesis del balance energético es errónea e inútil.
Cuando alguien nos cuenta que «cuando ya has cubierto tus requisitos energéticos, el resto de lo que comas va a ser almacenado como grasa«, esa persona nos está contando la hipótesis del balance energético. Lo que nos cuenta, lejos de ser una obviedad, es un engaño. No existen unos «requisitos mínimos» por encima de los cuales se engorda y por debajo de los cuales se adelgaza. La idea de que la obesidad es cuestión de cantidad de calorías no es más que una hipótesis sin fundamento, desmentida una y otra vez por la evidencia científica.
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Genetica? Yo no me apresuraría tanto, quiza su equilibrio hormonal previo y/o microbiota han sido mas influyentes. Podria repetirse el estudio con hermanos no gemelos o incluso adoptados para contrastar si la correlacion tiene una explicacion genetica o ambiental.