¿Qué pasaría…? (experimento mental)
Si no me equivoco, tirando de memoria, Gary Taubes lanzó la siguiente idea en Good Calories, Bad Calories:
Imagina que pudiéramos ser capaces de diseñar un fármaco contra la obesidad que hace exactamente lo que queremos, y existen dos científicos, uno que cree en el balance energético, y otro que cree que la obesidad es un problema hormonal.
El primer científico diseñaría un fármaco que te ayudase a reducir el apetito y que estimulase el ejercicio físico.
El segundo científico diseñaría un fármaco que promoviese la liberación de grasa por parte de los adipocitos y su uso preferente como combustible en las mitocondrias de nuestras células.
El objetivo del primer fármaco sería crear hambre, a nivel consciente y a nivel celular, con la esperanza de que el hambre fuerce al cuerpo a quemar grasa. Estaríamos comprando todas las papeletas para el sorteo de un espectacular «efecto rebote».
Con el segundo fármaco cabría esperar una reducción del hambre, pues se estarían usando las reservas de grasa corporal como fuente de energía. No sería necesario ingerir tanta comida como antes de aplicar el fármaco. Puesto que no se estaría forzando una reducción de la ingesta, no sería previsible la existencia del efecto rebote.
En ambos casos tendríamos una ingesta reducida, pero ¿serían situaciones equivalentes? ¿Cuál tendría sentido si lo que queremos es adelgazar a largo plazo? ¿Ambas? ¿La primera? ¿La segunda?
NOTA: entiendo que el efecto rebote es la reacción de nuestro cuerpo a la restricción calórica, al hambre, fomentando la acumulación de grasa corporal. Los que niegan la existencia de una reacción metabólica suelen hablar de esa reacción como si no fuera más que el aumento del hambre, y nos cuentan que el «efecto rebote» es consecuencia de abandonar la dieta y comer de más. Creen que el obeso es el culpable del fracaso del método, y no ellos mismos y su método.
La siguiente entrevista me ha parecido interesantísima (y está muy relacionada con lo anterior):
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