Crónicas caloréxicas (I): Samuele Marcora
La versión oficial de por qué engordamos es el paradigma energético, el del tautológico «exceso»:
Hay personas que afirman que este paradigma ha sido derrocado, que «ya nadie habla de calorías» y que todo el mundo sabe que «no todas las calorías son iguales«. Estas personas creen que sólo l@s nutricionistas de cierta edad defienden esos fraudulentos dogmas pero que l@s recién titulad@s hablan de la calidad de la dieta, no de la cantidad de calorías. Pero no es cierto. Nada hemos avanzado. La supuesta regeneración no es otra cosa que una versión distinta de la misma charlatanería (ver).
Quizá no podamos acabar con la pseudociencia del balance energético, pero sí podemos contar lo que está sucediendo. Aquí tenemos a Samuele Marcora en twitter soltando la clásica estupidez de que 1000 kcal de mantequilla y 1000 kcal de dónuts son equivalentes a efectos de pérdida de peso:
¿Y los cientos de estudios científicos que demuestran que esto del peso corporal no va de calorías? ¿Cuántos estudios perfectamente controlados quiere ver que demuestran que no sabe de lo que habla? ¿Cien? Aquí están. Pero él no necesita mirar la evidencia científica porque entiende muy requetebién la primera ley de la termodinámica.
¿Por qué le repiten una y otra vez que no todas las calorías son iguales? ¡Si él ya sabe que no son iguales pero sí son iguales!
Cree estar diciendo algo inteligente y cree que los charlatanes son los demás. Y no puede reprimir llamarnos sectarios ¡porque él odia la pseudociencia!
Por supuesto se siente capacitado para decidir qué es charlatanería y qué no lo es porque tiene una formación científica del copón. Su experto de referencia es Kevin Hall, como era de esperar:
Por si había dudas, aquí lo tenemos insistiendo en la colosal estupidez de que la ganancia/pérdida de peso corporal es una cuestión de balance energético y que lo importante es mantener la dieta, la que sea.
Sin comentarios:
¿Cómo es posible que a estas alturas de la historia seamos incapaces de acabar con dogmas tan estúpidos como contrarios a la evidencia científica?
Leer más:
La siguiente entrega ya tiene protagonista: Mark Haub y la dieta de los pastelitos («twinkie diet»).
Si una persona obesa dice que la tierra es plana, no es un charlatán por su peso corporal. Pero yo no aceptaría consejo sobre cómo evitar la quiebra de un empresario que tiene una deuda de 100 millones de euros. Si no puedes controlar tu peso corporal, no me cuentes que mantenerte delgado es tan sencillo como comer menos de lo que se gasta. Porque no sabes de lo que hablas y ni siquiera eres capaz de darte cuenta de que tu charlatanería no te funciona.
No caigamos en la trampa de culpar a la industria alimentaria de lo que está haciendo la industria de la dieta.
Nuestro cuerpo sigue los dictados de una resta, no de la fisiología:
Menuda joyita. La cuestión no es de bandos, ni de razones. Aquí estoy yo en mi sofá tomando torreznos (morro de cerdo bien tostado es su propia grasa) y perdiendo peso. Si fueran bombones otro gallo me cantaría. No llego a comprender como pueden seguir insistiendo en la misma estupidez, sin pruebas, sin sentido. Toda la vida intentando perder peso, hasta llegar a la keto, y en pocos meses, peso menos que en toda mi vida adulta, y además, con poco ejercicio (mal), y con alguna licencia veraniega. Por favor, que prueben otra forma de comer antes de hablar.
Hola Miguel,
a mí también me parece increíble que no se den cuenta de la burrada que están soltando. Creo recordar que escribió en twitter que había probado una low-carb y no le había funcionado. Si es verdad o no, ya no lo sé.
En cualquier caso, si estás arruinado no me expliques que llevar un negocio es tan sencillo como ganar más de lo que gastas.
Traslademos el conocimiento de los caloréxicos a otros ámbitos: «Experto en nutrición revoluciona la economía»
¿De verdad no se dan cuenta de que la calorexia es estupidez pura?
«No es lo único que importa, pero claro que el dinero importa»
Los que defienden basar la gestión de las empresas en la teoría del balance económico creen ser los que defienden que el dinero importa…
Me quedo sin calificativos.
Marcora no pierde ocasión de iluminar al mundo con su sabiduría.
Marcora exige su derecho a que su opinión no sea considerada de segunda categoría. Siendo que su charlatanería es la ideología que se nos ha impuesto durante prácticamente un siglo, esto va más allá de la invocación de falsos derechos: es puro cinismo y reírse en la cara de la gente.
Sólo con falacias y paralogismos hemos llegado a creer que eran equivalentes a efectos de peso corporal.