«Balance patético» = Balance energético 2.0

A menudo leemos palabras grandilocuentes que, en apariencia, son críticas con la teoría del balance energético: «mito», «pseudociencia», «balance patético», etc.

Nos cuentan que los problemas del balance energético son que

  • no tiene en cuenta tus hormonas, porque diferentes alimentos afectan de distinta forma a tu apetito/saciedad
  • algunos alimentos necesitan un mayor gasto energético para ser procesados (e.g. proteína),
  • hay problemas prácticos para medir cuántas calorías ingerimos o gastamos, o
  • el consejo de «come menos y muévete más» no funciona porque depende de la fuerza de voluntad de las personas y, en pocas palabras, lo que dicen que hay que hacer es comer buscando los alimentos más saciantes, para evitar que haya que ejercer esa fuerza de voluntad.

Estas personas nos hablan de leptina, ghrelina, saciedad, apetito, efecto termogénico de la proteína, etc.

En definitiva, todas las ideas anteriores, aparentemente críticas con el balance energético, no son más que seguir perpetuando la fraudulenta teoría del balance energético.

patetico

Es seguir adorando el becerro de oro («si engordamos es porque comemos demasiado«), y es seguir tratando la obesidad como un problema energético creado en última instancia por la cantidad de comida.

En pocas palabras:

  • El problema del balance energético no está en su «uso clínico», está en el dogma que hay en la base. Creer que «engordamos porque comemos demasiado» es fruto de una estupidez descomunal: deducir causalidad de una tautología (ver,ver,ver).
  • El problema de contar calorías no es que no podamos medir con exactitud cuántas calorías ingerimos y cuántas gastamos. Aunque pudiéramos hacerlo, probablemente no serviría de nada, porque el problema es que la idea de controlar nuestro peso corporal contando calorías carece de sentido. No es una idea correcta de difícil implementación práctica, es una idea incorrecta (ver).

En definitiva, mucho ruido pero pocas nueces. Lo que parece que es progreso en el mundo de la nutrición, no es más que inmovilismo y perpetuar los dogmas del balance energético, que siguen sin ser cuestionados.

Leer más:

  1. elrincondelosarrinconados

    No entiendo tu post. No hacemos ninguna «revolución» (que yo sepa, estoy en Dietética Sin Patrocinadores pero hablo por mí mismo). Decimos «habla de alimentos y no de calorías / nutrientes» como si esto fuese una clase de matemáticas:
    https://palmerasdefruta.wordpress.com/2016/12/07/de-cuando-la-nutricion-parecia-matematicas-con-marc-casanas/

    (Post de Álex Oncinas). Creo que decir #BalancePatético (como dice Carlos Ríos en el video que enlazas) es estar bastante en contra de ese balance, y creo que todos los posts que hacemos los profesionales de la salud (nutris o no-nutris) acerca del tema dejan claro que estamos en contra de la hipótesis calórica / energética que «explica» (describe) la obesidad.

    ¿Cómo quieres que lo expresemos? Dinos de qué forma te convenceríamos y lo haremos. No tengo ningún problema, no me creo el balance energético. Sí me creo que hay que comer alimentos.

    Aquí Óscar en inglés y diciéndolo demasiado claro (creo):
    https://oscarpicazo.es/2016/12/07/nutrition-an-open-letter/

    Repito, ¿qué quieres que pongamos y cómo quieres que lo divulguemos para dejarlo claro? (como mínimo para dejártelo claro).

    Saludos.

    • Vicente

      Hola

      empiezo aclarando que estoy totalmente de acuerdo con ese mensaje: «comer comida de verdad, comer alimentos, comer materias primas» y como dice Óscar Picazo en ese artículo (que no conocía) no hay que cometer el error de pasar de hablar de «carbohidratos = buenos» a «grasa = buena«, porque esto de la salud y la obesidad no es cuestión de macronutrientes, sino de comer comida o comer porquerías. Ése es mi convencimiento.

      Picazo dice que no pasemos de un macronutriente a otro, porque sería insistir en el error. Y lo que yo estoy diciendo es muy parecido a eso: algunos estáis lanzando un mensaje distinto a lo «tradicional», pero no habéis salido del paradigma del balance energético.

      El problema no es la grasa, el problema son los productos fabricados con alta palatabilidad q evitan los mecanismos d saciedad. Carlos Ríos

      Y ése es el argumento que encontré también en su vídeo.

      Voy a lo básico: todo lo que hemos creído saber sobre nutrición está basado en una estupidez colosal, que es deducir causas y soluciones de una tautología (que además es falsa):

      «Se engorda cuando de forma sostenida existe una ingesta energética que supera el gasto energético«

      Todos los mensajes que enumero ahora, asumen como correcto el dogma anterior:

      • Contar calorías es absurdo porque es casi imposible saber con la exactitud necesaria cuántas calorías consumimos y hacer deporte apenas quema calorías.
      • El problema es que los productos que nos rodean son demasiado sabrosos y evitan los mecanismos de saciedad.
      • Las soluciones que requieren fuerza de voluntad van a fracasar, porque estos alimentos reducen la capacidad de los obesos para ejercer su fuerza de voluntad

      Todos los mensajes anteriores asumen que «engordamos porque comemos más de la cuenta«, aunque renieguen de los remedios oficiales (contar calorías y hacer más ejercicio) y propongan como remedio algo con lo que coincido, que es consumir comida de verdad.

      Se sigue planteando engordar como un problema de exceso energético, aunque se propongan soluciones distintas de las habituales.

      «La musculatura aumenta cuando de forma sostenida existe una ingesta energética que supera al gasto energético«

      Si no soy capaz de hipertrofiar mis músculos, debe de ser porque no estoy siendo capaz de comer algo más todos los días y hacer menos ejercicio. El mensaje tradicional sería que tengo que contar mejor las calorías y ser más sedentario. Decir que esos mensajes fallan porque la gente no sabe controlar cuánto come y que ser sedentario tampoco baja tanto el gasto energético, no sería un avance, sino apuntalar un planteamiento que es erróneo desde su origen.

      Otros mensajes que tratasen de aumentar mi ingesta o hacerme más sedentario por otros medios, seguirían siendo erróneos de raíz, aunque de rebote resultaran efectivos para aumentar el tamaño del músculo.

      Tengo tres grupos de ratones. Los tres consumen dietas con exactamente las mismas calorías y además siguen dietas que tienen idéntica composición en términos de macronutrientes. ¿Engordarán lo mismo?

      Si el problema es de palatabilidad, sí, engordarán lo mismo.

      Si el problema es de exceso energético, sí, engordarán lo mismo.

      Si el problema es «comer más de la cuenta», sí, engordarán lo mismo.

      Si el problema es consumir comida poco saciante, sí, engordarán lo mismo.

      Pero NO engordan lo mismo.

      Si es que hasta les puedes dar la misma comida, con exactamente la misma composición (no sólo en reparto de macronutrientes: idénticas en todo) y que engorden en distinta medida cambiando la textura de la comida.

      También hay experimentos en humanos en los que se obtiene distinta pérdida de grasa corporal con las mismas calorías, pero los experimentos con animales son suficiente prueba para confirmar que el paradigma de la energía es erróneo. Y digo confirmar porque la demostración es teórica: se está cometiendo la estupidez de sacar conclusiones a partir de una tautología. Y ese error nos ha hecho creer que es un problema energético, de exceso de energía, y NO lo es.

      Mi mensaje:

      • «engordar no es un problema de exceso calórico»
      • «no engordamos por comer más de la cuenta»

      No me importa responder a tu comentario, pero ¿sigues pensando que decimos lo mismo?

      Saludos

      • Eduardo

        de hecho es asi: » COMEMOS DEMASIADO PORQUE ENGORDAMOS» y entre lineas de esta frase hay mucha carga hormonal, control hipotalamico, metabolismo…

        Un saludo!

    • Vicente

      Balance energético: balance patético

      el obeso, cuando intenta gastar muchas calorías a la misma vez que las reduce, se produce la llamada “brecha energética” que provocará una serie de mecanismos compensatorios en el cuerpo en oposición a la adherencia al ejercicio y a la dieta. Fracaso a largo plazo y efecto rebote.

      a nivel práctico, es improbable que una persona normal sepa estimar su ingesta calórica real, puesto que difiere mucho la energía etiquetada en el alimento con la que realmente es absorbida, metabolizada y/o aprovechada. Tampoco es fácil calcular el gasto energético, puesto que no solo cuenta la actividad física diaria sino también los procesos metabólicos y digestivos que están en constante cambio. Y dentro de la actividad física diaria: la duración, la intensidad, el nivel de entrenamiento, incluso la composición corporal de la propia persona puede hacer fluctuar el gasto.

  2. Vicente

    Algo he debido de escribir mal en algún sitio, porque me ha salido todo esto:

  3. Vicente

    When I asked Dr. Guyenet, shortly after my last post, why he believed so strongly that the food reward hypothesis was not an energy balance idea, he suggested that I could significantly improve my understanding of this issue by reading his current mentor Michael Schwartz’s 2006 review article in Nature – “Central nervous system control of food intake and body weight.”

    The Schwartz article that Dr. Guyenet suggest I study, though, makes it relatively clear that the food reward/palatability hypothesis of obesity is indeed firmly entrenched in the energy balance paradigm. (I pointed this out to Dr. Guyenet in an e-mail, and he said he would get back to me on it. Apparently other concerns interceded on his side, though, and so I write this without benefit of his clarification)

    — Tú lo que estás defendiendo es lisa y llanamente la teoría del balance energético.

    — Te voy a dar unas cosas para leer escritas por mi mentor que te ayudarán a mejorar tu comprensión del tema

    — Las he leído y lo que tú defiendes es el balance energético

    — Espera que lo consulte y te respondo

    http://garytaubes.com/2011/11/catching-up-on-lost-time-%E2%80%93-the-ancestral-health-symposium-food-reward-palatability-insulin-signaling-and-carbohydrates%E2%80%A6-part-iia/

  4. Vicente

    No podemos justificar el consumo de productos procesados en base a sus calorías o a la actividad física de la población, por la razón de que sus efectos perjudiciales van más allá de las propias calorías. Los productos procesados tienen componentes que afectan a nivel hormonal, metabólico, digestivo, neurobiológico, microbiota y un largo etcétera diferente a los alimentos reales. No hay que comer menos y hacer más ejercicio, hay que comer mejor y hacer mejor ejercicio

    Carlos Ríos

  5. Vicente

    El Balance Energético 2.0 manda un mensaje inequívoco:

    el balance energético en sí mismo sigue siendo la base fundamental para cualquier proceso de adelgazamiento (o engordamiento, que también puede ser necesario), incluídas todas las dietas con nombre propio, más o menos chifladas, que tengan efecto

    Los que hablan de apetito y saciedad son la misma m… que los que hablaban de «come menos y muévete más». Misma burra, distinto vestidito.

    https://www.meneame.net/m/cultura/c/16851905

  6. Vicente

    Lo del balance energético es simplista, ahora los «expertos» consideran que el origen de la obesidad es multifactorial.

    En resumen, queda declarada la guerra a la Obesidad, ¡comienza la lucha!

    — ¿La misma estupidez de siempre de «calorías que entran y calorías que salen»?

    — No, claro que no. Eso es una respuesta simplista. Hay multitud de factores que influyen en el balance energético

    imagen_1084

    — O sea multitud de factores que te hacen comer más de lo que gastas, y por tanto engordar

    — Exacto

    Por suerte ya hemos dejado atrás la pseudociencia del balance energético.

  7. Vicente

  8. Vicente

    — La obesidad es causada por la sobrealimentación.
    — El balance energético (calorías que entran menos calorías que salen) determina el peso corporal.
    — Cualquier dieta que funciona lo hace porque consigue que comas menos.

    ¿Qué CICO es, el viejo o el nuevo? La respuesta correcta es…

    …ambos, porque son lo mismo. No hay CICO nuevo y CICO viejo. Es la misma burra con diferente vestidito. Y diferentes vendedores en muchos casos, buscando la forma de engañar a la gente para que compren su libro.

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