Partiendo de premisas injustificadas se llega a conclusiones fraudulentas
— Si un día consumes 2500 kcal y tu gasto energético es de 2400 kcal …
— ¡Espera un momento! No sigas. Estás estableciendo en tu planteamiento dos premisas injustificadas. La primera es que estás suponiendo un gasto energético que es independiente de la composición de la dieta. Y, además, también estás empleando la injustificada premisa de que el gasto energético se establece primero, no así el cambio en la energía acumulada, lo que convierte el comportamiento del gasto energético en relevante y el del tejido adiposo en pasivo e irrelevante (ver). Sigue.
— Vuelvo a empezar. Si un día consumes 2500 kcal y tu gasto energético es de 2400 kcal, tu cuerpo se va a ver obligado a almacenar esas calorías como grasa corporal. Porque la energía no puede desaparecer sin más.
— O sea que partiendo de las arbitrarias premisas de que a) el gasto energético es independiente de la composición de la dieta y de que b) el gasto energético es el término relevante, no así el tejido adiposo, has llegado a las arbitrarias conclusiones de que la diferencia entre ingesta y gasto energético es lo que marca si engordamos o no, sin que la composición de la dieta sea relevante. ¿Es eso? Es decir, has llegado a exactamente las mismas conclusiones que has introducido como injustificadas premisas en tu planteamiento.
— Ya veo…
— Pues eso tiene un nombre: se llama falacia de petición de principio, o falacia de petitio principii: una falacia de razonamiento circular en el que la conclusión ya es una premisa o está incluida en una de las premisas. Estamos intentando prevenir y tratar la obesidad ¡¡¡con una resta!!!, y la única base real que tiene esta demencial idea son paralogismos y falacias, es decir, errores y trampas en los razonamientos.
Leer más:
- La parábola de Ingesta, Músculo y Adiposo
- Crónicas caloréxicas (IV): Layne Norton, PhD
- Correlación no implica causalidad
- Tu cuerpo se va a ver obligado a adelgazar. O no.
Falacia de petición de principio en acción.
Pseudociencia para combatir la obesidad. Pero no funciona porque la gente no hace caso.
La pseudociencia del balance energético se sostiene sobre falacias:
Falacia de petición de principio: se fija un valor a un término no controlable, y a partir de ahí sólo queda una opción para el tejido adiposo.
Charlatanería enseñada en la Universidad.