¿Qué dice la Primera Ley de la Termodinámica? (II)
De las dos formulaciones mostradas en la figura, ¿cuál es la formulación correcta de la Primera ley de la Termodinámica, la de la izquierda o la de la derecha?
Ninguna de las dos es la Primera Ley de la Termodinámica, aunque ambas formulaciones son compatibles con esta ley de la física.
La formulación de la izquierda es la teoría CICO (Calories In Calories Out). Esta formulación asume implícitamente que el tejido adiposo es un tejido pasivo que almacena aquella parte de lo que comemos que el cuerpo no gasta. Es decir, esta formulación define un comportamiento fisiológico para el cuerpo y ese comportamiento fisiológico es compatible con la Primera Ley de la Termodinámica, pero no necesariamente correcto.
La formulación de la derecha también es compatible con la Primera Ley de la Termodinámica. En el comportamiento fisiológico que propone esta otra formulación, el tejido adiposo tiene un papel activo en el proceso de engordar, mientras asume que el resto del cuerpo puede gestionar lo que el tejido adiposo no almacena.
Según la formulación de la izquierda, cualquier problema de peso se puede resolver ajustando la ingesta energética y el gasto energético. Este detalle es importante.
Según la formulación de la derecha, alterar la ingesta energética y el gasto energético no tienen influencia en el crecimiento del tejido adiposo. Según esta formulación, hablar de los términos del balance energético no permite controlar el peso corporal. Nuevamente, quiero resaltar que éste es un detalle importante.
Como conclusión, hablar de calorías sólo tiene sentido si la formulación de la izquierda es la correcta, si en la práctica, casualmente, el cuerpo humano se comporta como esta formulación presupone. Si la formulación correcta es la de la derecha, intentar gestionar el peso corporal alterando la ingesta energética y el gasto energético carece de sentido por completo.
«Exceso calórico», «comer por encima de nuestras necesidades», «déficit calórico», etc. son expresiones que sólo tienen sentido en la formulación de la izquierda, y, por tanto, su empleo siempre es falaz, pues su mero uso equivale a dar por supuesta la validez de la teoría CICO (ver,ver).
La mayor estupidez de la historia de la humanidad es haber asumido como obvio que la formulación de la izquierda, la teoría CICO, es la Primera Ley de la Termodinámica misma, y que, por tanto, no es una hipótesis sino una teoría indiscutible, pues «la energía se tiene que conservar». Nos dicen que CICO «es física» y que «es correcta» porque «en términos de energía 2+2=4». La consecuencia directa de este demencial error es asumir que es posible controlar el peso corporal controlando las calorías que ingerimos o el ejercicio físico que hacemos. Por mucho que se complique la formulación CICO, siempre se va a llegar a esa conclusión, pues está implícita en su injustificada formulación.
Nota: si pensamos en el caso del crecimiento de un tumor, es evidente que la formulación correcta es la de la derecha: el tumor crece por causas biológicas internas que nada tienen que ver con los términos del balance energético. El gasto energético se adaptará al cambio en el peso corporal, siendo este cambio irrelevante en la comprensión de por qué crece el tumor (ver,ver). El crecimiento de un niño, el aumento de peso de una mujer embarazada, el gigantismo, la joroba de búfalo, el desarrollo de los pechos de una adolescente, etc. todos encajan en la formulación de la derecha. Ninguno encaja en la teoría CICO.
Nota: en realidad ninguna de las formulaciones habla del tejido adiposo. No pueden en ningún caso concretar en un tejido, si pretenden ser compatibles con la Primera Ley de la Termodinámica: siempre hay que hablar de toda la energía almacenada en el cuerpo, en todos sus formatos. La teoría CICO se formula hablando del peso corporal pero sin advertirlo se usa para sacar conclusiones sobre el tejido graso. No se hace lo mismo con ningún otro tejido, porque sabemos que es un planteamiento estúpido. En esta entrada no he querido desviar la atención explicando este otro engaño y he hecho referencia al tejido adiposo, cuando con rigor eso no se puede hacer. A veces el rigor es enemigo de la didáctica y las entradas ya me salen más extensas de lo que me gustaría.
Nota: demostrar que la formulación de la derecha no es 100% correcta no hace correcta la formulación de la izquierda. Ambas formulaciones son modelos tan simplificados que es imposible que sean 100% correctas. Lo realmente importante es entender que son sólo propuestas, no cómo funciona nuestro cuerpo, y que ninguno de los dos casos son la primera ley de la termodinámica: son dos modelos de comportamiento fisiológico compatibles con esa ley. La pregunta deber ser si la forma de pensar planteada en alguna de las dos formulaciones se demuestra útil en la práctica para encontrar soluciones a la obesidad. Empeñarse en que la primera de ellas es la primera ley de la termodinámica misma es una barbaridad insostenible, en todos los sentidos.
Es lo que dice la teoría CICO. No es lo que dice la primera ley de la termodinámica.
Importantísimo detalle: cualquiera que crea que controlando las calorías se puede controlar el peso corporal, está asumiendo que la teoría CICO es correcta. Y no tiene por qué serlo.
Pero es que, además, la primera ley de la termodinámica dice que: (wikipedia)…
En un sistema cerrado adiabático (que no hay intercambio de calor con otros sistemas o su entorno, como si estuviera aislado) que evoluciona de un estado inicial A a otro estado final B, el trabajo realizado no depende ni del tipo de trabajo ni del proceso seguido.
Es decir que habla de sistemas varrados en los que no hay interacción nim intercambio de calor con otro sistema y eso no es cierto, por lo tanto podría decirse que ni siquiera esa ley es aplicable al ser humano como algo aislado.
Parte de lo que ocurre es que se trivializan las leyes físicas para justificar una postura determinada. Incluso la ecuación más famosa de la historia e=mc2 puede ser una simplificación de una más general donde se incluye otro parámetro. por ejemplo:
http://jamessimat.blogspot.com/2015/09/la-ecuacion-emc2-esta-incompleta.html
Hola Chema,
Sí se cumple. Simplemente cuando el sistema sí intercambia energía con el entorno hay que tener en cuenta ese intercambio de energía. No es ése el problema de la teoría CICO.
varrados no, leches, cerrados.
Hola Vicente, tal y como yo lo veo la teoría del balance energético no es compatible con la ley de conservación de la energía ni con la primera ley de la termodinámica. La primera ley de la termodinámica establece que la variación de energía interna de un sistema es igual a la suma de los intercambios de energía con el entorno.
La trampa de la teoría del balance energético es que, en la ecuación de la primera ley de la termodinámica, sustituye la variación de energía interna del cuerpo humano por la variación de energía almacenada en forma de grasa, y no es lo mismo. La variación de energía interna del cuerpo humano no tiene nada que ver con la variación de energía almacenada en forma de grasa. No son conceptos equivalentes ni se pueden sustituir en la primera ley de la termodinámica.
De hecho la energía interna de un cuerpo (de lo que habla la primera ley de la termodinámica) no se puede medir. Solo se puede calcular su diferencia.
Es como pretender saber lo que ahorra una familia para sus vacaciones sabiendo sus ingresos y sus gastos. Podemos saber si ahorra, porque ingresa más que lo que gasta (aumenta su energía interna), pero no podemos saber a qué destina el ahorro (vacaciones, coche nuevo, universidad de los hijos,…).
Saludos.
Totalmente de acuerdo contigo, Pedro.
Lo que pasa es que ése es un engaño diferente al que estoy explicando en esta entrada. Tal y como explico en el primer comentario que he puesto en esta entrada, he preferido centrar la atención en la trampa de escoger una causalidad infundada. Pero tienes toda la razón del mundo, y ésa es otra de las razones por las que la teoría CICO es charlatanería pseudocientífica (ver).
https://novuelvoaengordar.com/2017/05/23/infografia-de-una-falacia/
La cuestión es que si cada vez que explico por qué la teoría CICO no es la obviedad que nos quieren hacer creer, tengo que explicar todas las falacias en las que se basa esta pseudociencia, las entradas del blog no tendrían tres partes, tendrían treinta.
https://novuelvoaengordar.com/2017/09/19/pseudociencia-del-balance-energetico-definicion-origen-y-consecuencias/
Afirmar que la ecuación del balance energético es causa es charlatanería pseudocientífica:
Esto se está enseñando en nuestras universidades, y es una vergüenza.
Esto se está usando para tratar de prevenir y combatir la obesidad, y es una vergüenza.
El limbo y la celestial tercera fase
Las consecuencias de creer que el ahorro no puede cambiar por sí mismo, sino sólo como consecuencia de cambios en los ingresos y los gastos. Y dedicas todos los esfuerzos a estudiar por qué cambian los ingresos y por qué cambian los gastos, y ninguno a estudiar por qué cambia la cantidad que ahorras.
https://novuelvoaengordar.com/2017/09/07/pseudociencia-del-balance-energetico-y-engano-en-la-causalidad-1-de-2/
En el caso de una lesión en el hipotálamo ventromedial, ¿es aplicable la teoría CICO? ¿Se puede, por tanto, evitar el engorde limitando la ingesta a la ingesta normal de ese animal? Lo veremos en la siguiente entrada.
Si la causalidad inventada por la teoría CICO no es correcta, «comer menos y moverse más» sólo es torturar a un animal enfermo, sin opción alguna de resolver el problema. Y esta reflexión también vale para la obesidad en humanos. Vergüenza debería darnos que esta flagrante estupidez sea el tratamiento oficial de la obesidad. Una resta malinterpretada y la cultura del esfuerzo. ¡Qué vergüenza!
Nótese cómo los defensores de la pseudociencia del balance energético achacan los malos resultados de su charlatanería a que ingesta y gasto energético son términos complicados de entender. Para ellos sólo dos de los tres términos de la ecuación son relevantes. El tercero no tiene ni dependencias, ni complejidad, ni, por supuesto, posibilidad de cambiar por sí mismo.
Los caloréxicos dicen que no entendemos la complejidad de la teoría CICO. Complejidad que arbitrariamente sólo afecta a dos de los tres términos de la ecuación, creando de esa forma un injustificado comportamiento fisiológico. La fisiología es sustituida por la teoría CICO gracias a las trampas en los razonamientos.
El dogma CICO es que el tejido adiposo es pasivo, recibiendo lo que el resto del cuerpo no necesita. Se puede complicar mucho esa teoría y seguirá sin ser correcta ni, por supuesto, lo que dice la física.
¿Cómo responden los charlatanes a la crítica? Silencio o técnica de disco rayado.
Yo también leería éste —mío pero publicado en la web de Leónidas—, que a mí me gusta mucho:
Calorías. ¿Qué hay de verdad en todo esto?
Madre mía, qué bueno es este comentario. Lo he puesto en otro sitio, pero es que es difícilmente superable:
¿Y la pérdida de peso y su mantenimiento en el tiempo son independientes de la composición de la dieta?
¿Y por qué pérdida de peso lo asocias con calorías?
Twitter es perfecto para defender pseudociencia.
Este hilo es una joya.
Preguntita para los adoradores de la resta mágica: ¿es correcta esta ecuación?
CO=CI-ΔE
Por tanto, siendo que es correcta, se deduce que el gasto energético viene determinado por la diferencia entre la ingesta energética y los cambios en la energía total en el cuerpo. Estudiando los factores fisiológicos que afectan a la ingesta energética y los que afectan a los cambios en la energía total acumulada en el cuerpo podemos conocer cómo va a variar el gasto energético. ¿Cierto? ¿Es eso lo que dice la ecuación?
¿Y cómo se combina esa idea con CICO, si ahora CO viene determinado por ΔE, mientras que en CICO ΔE viene determinado por CO? ¿Cómo se resuelve esa dependencia mútua, ignorándola y quedándose con sólo una de las «fórmulas»?
En ambos casos, CICO y la ecuación escrita de otra forma, la interpretación de que lo que está a la derecha determina lo que está a la izquierda es ERRÓNEA. Es una BURRADA, porque anula porque sí las dependencias fisiológicas del término que está a la izquierda de la igualdad. UNA BURRADA.
La resta mágica no sólo no funciona en la práctica, es estúpida.
Aparentemente sólo hay una forma correcta de escribir esta ecuación, que es la que se usa en CICO para ignorar las dependencias fisiológicas/hormonales del término que está a la izquierda de la igualdad:
CO=CI-ΔE
CI=CO+ΔE
ΔE=CI-CO
Caloréxicos, ¿qué condición debe cumplirse en una ecuación para que sea correcto interpretarla como una fórmula que permite calcular el término que está a la izquierda de la igualdad a partir del cálculo de lo que está a la derecha?
¿Silencio? Y yo que pensaba que los caloréxicos eran los grandes expertos en restas.