Menos nutricionistas = más salud

Hace un par de días Inma enlazó en un comentario un artículo publicado en la prensa española. Me llamó la atención que en ese artículo una persona pedía que los «nutricionistas» formaran parte del sistema público de salud. Un sinsentido. Un paso atrás. No solamente les daríamos más poder para dañar nuestra salud, sino que además lo pagaríamos de nuestro bolsillo. Desde luego no es lo que yo quiero, pensando en mi salud y en la de los míos.

La vía para mejorar nuestra salud no es dar a esa gente más protagonismo, sino quitárselo por completo. Esos «expertos» son la causa de muchos de los problemas de salud que sufrimos; difícilmente facilitarles seguir haciendo daño es la solución.

Como todo buen engaño, al principio suena razonable

Aumento de grasa corporal = Calorías que ingieres menos calorías que quemas

  • Suponiendo que las calorías que quemas no cambian, si ingieres demasiadas calorías engordarás. Conclusión: engordas por comer demasiado.
  • Suponiendo que la ingesta calórica no cambia, si quemas pocas calorías engordarás. Conclusión: engordas por sedentario.

Esto es lo que los «expertos» nos cuentan: que nos hemos vuelto vagos y glotones. Según ellos, ésa es la conclusión que se deriva de las leyes de la termodinámica.

Es como cuando vas al bufé libre de un hotel: comes por comer. En eso nos hemos convertido.

Nos dicen que el problema es la glotonería. Y el sedentarismo. Pero es un engaño.

Reorganicemos la igualdad matemática:

Calorías que ingieres =Aumento de grasa corporal más calorías que quemas

  • Suponiendo, como antes, que las calorías que quemas no cambian, si aumenta tu grasa corporal vas a aumentar la ingesta. Conclusión: comes más porque estás engordando. No al contrario.

Pero también es posible escribirla así:

Calorías que quemas =Calorías que ingieres menos Aumento de grasa corporal

  • Suponiendo, como antes, que las calorías que ingieres no cambian, si aumenta tu grasa corporal vas reducir el gasto energético. Conclusión: te vuelves sedentario porque estás engordando. No al contrario.

Las leyes de la termodinámica NO dicen que engordemos por consumir más energía de la que gastamos. Ni que el problema sea que la gente come mucho y se mueve poco. Ese mensaje es un engaño, una tomadura de pelo. Y tan sencillo de ver, que cuesta creer que los «expertos» sean capaces de cometer un error de tal magnitud.

La disminución del tamaño de las raciones consumidas es una medida estratégica válida para la reducción de peso

Reducir las calorías y luchar contra el sedentarismo. Esos son los pilares de los consejos nutricionales que nos dan los «expertos», y están basados en una fraudulenta interpretación de lo que dicen las leyes de la física. Y aunque se ha demostrado sobradamente que «come menos y muévete más» no es un camino válido para adelgazar, sigue siendo recomendado como solución al problema de la obesidad. ¡Hasta nos dicen que es una estrategia válida para perder peso! Los «expertos» desdeñan los resultados reales de sus consejos, pues creen tan firmemente que estamos gordos por glotones y vagos, que no conciben que su solución no funcione. Dar más poder a los «expertos» en nutrición es una temeridad que nuestros seres queridos pagarán con su salud. Lo que necesitamos no es intensificar unas recomendaciones dietarias estúpidas, sino librarnos de ellas.

Solo se me ocurre un mensaje sencillo y eficaz para controlar el peso: Haz tu alimentación más vegetariana

Se le ocurre… ¡Por favor! Nunca hemos necesitado «expertos» que nos dijeran cómo comer. La paradoja es que si no hubiera «expertos», no los necesitaríamos.

NOTA: por supuesto, como en todos los colectivos, habrá excepciones, gente competente que base sus consejos en la evidencia científica. Pero, a la vista está, que la mayoría de ellos habla de calorías, dice lo que «se le ocurre», nos habla de controlar las cantidades y recomienda dietas casi vegetarianas. Cuanto más lejos, mejor.

Leer más:

  1. Carlos

    Buenas Vicente,

    Llevo un tiempo viendo anuncios y publicaciones en facebook acerca de un tema que está muy en boca de todos hoy en día, «lo caro que están los productos sin gluten».

    Hoy mismo en la televisión hacían referencia a la elevada diferencia de dinero de unas galletas sin gluten respecto a unas galletas normales, o de unas croquetas sin gluten comparadas con unas normales. También hablaban mucho sobre la harina sin gluten, que supone un gasto extra de 600 euros anuales para alimentar a un niño con intolerancia al gluten.

    Yo me pregunto una cosa: no se han planteado que con no consumir harina de ningún tipo se terminaría el problema? A lo mejor lo más adecuado para esos niños intolerantes al gluten es llevar una alimentación low carb, y olvidarse del pan, las galletas y todo eso.

    Me cabrea un poco que una madre se queje de que su hijo NO PUEDE COMER GALLETAS BARATAS, como si las galletas fuera el alimento base de cualquier persona. Es mas sano comer carne, huevos, verduras, etc.

    En fin, todo esto que he contado no tenía mucha relación con el post, pero me sentí con ganas de soltar la parrafada jeje.

    Un saludo Vicente, y enhorabuena como siempre por tu blog!

    • Vicente

      Hola Carlos,
      aunque no lo creas, tiene mucha relación con el post.

      ¿Quién nos dice que se puede comer de todo, siempre que sea con moderación? ¿Quién nos dice que la comida procesada tiene cabida en una dieta «equilibrada»?Fíjate lo que dice un «experto» en el artículo del que hablaba:

      renunciar a comerse un filete empanado con patatas fritas es una soberana chorrada

      Es el mensaje de los «expertos», el de las calorías, el que nos hace comer fatal, engordar y enfermar.

      Y por otro lado, hasta a los diabéticos les dicen que coman pasta, pan y galletas maría. Me cuesta pensar que la culpa de que la gente quiera comer galletas sin gluten sea de las víctimas.

  2. Vicente

    Evitar el intrusismo debería ser una protección para el cliente no una protección para la incompetencia de titulados que dañan la salud de la gente.

    Cambiemos las cosas a mejor: cerremos las titulaciones que forman a los nutricionistas.

    • Vicente

      Y mientras, millones de personas, pensando que comen bien, cuando están haciendo justo lo contrario.

      Andreu López

      Pero lo que necesitamos es más «educación nutricional», porque a la gente le cuesta entender que tiene que consumir harina a todas horas y que la grasa saturada de la carne los va a matar.

  3. Vicente

    Hay que cerrar los grados en nutrición. Si cada año seguimos sacando al mercado laboral todos estos arrogantes incompetentes, se complica mucho arreglar los problemas de salud que están causando.

  4. Vicente

    — Buenos días
    — Buenos días
    — Quería realizar una petición al Ministro de Sanidad, ¿es ésta la ventanilla?
    — Eso depende de qué es exactamente lo que desee solicitar. Si puede darme más detalles
    — Verá, soy el dueño de una carnicería. Todos los días decenas de personas compran mis productos y sé que, gracias a labor que realizo con mi negocio, eso supone que consumen menos farináceos, especialmente menos trigo. Creo que es obvio que estoy ahorrando dinero al Ministerio de Sanidad, pues gracias a mi labor se reducen los gastos de atención sanitaria debidos a todo tipo de condiciones médicas causadas por la dieta.
    — ¿Y?
    — Exijo que me den un puesto de trabajo fijo en el Ministerio de Sanidad, por la labor que realizo por el bien de los españoles
    — Ya veo. Permítame que le haga una pregunta, ¿conduce Ud.?
    — Sí
    — Y, cuando conduce, ¿lo hace de forma responsable, tratando de minimizar la contaminación que genera?
    — Así es
    — Creo que Ud. no se está dando cuenta, porque es demasiado modesto, pero es Ud. un héroe. Qué digo un héroe, un superhéroe. Voy a tramitar esa petición ahora mismo, pero que sepa Ud. que desde este mismo momento es Ud. mi ídolo. Deberían darle un puesto de trabajo en el ministerio que Ud. pidiera, porque se merece todo y más
    — Muchas gracias, es Ud. muy amable
    — Gracias a Ud., que es un ejemplo a seguir

    He escrito esto como homenaje sentido a los nutricionistas, que trabajan no para ganarse la vida, como el resto de personas, sino para ahorrar dinero al Ministerio de Sanidad, y a los que no dejan tener su justa recompensa en forma de un puesto de funcionarios. Lo que es justo es justo.

    DEKYh6dWsAAm-If

    ¡No le dejan estar en sanidad pública, con todo lo que nos ahorra! ¡Qué injusticia! Que me traigan al que no le deja, que le voy a decir cuatro cositas.

    Yo aquí sigo, esperando argumentos en defensa de la teoría del balance energético.

    NOTA: no voy a decir que alguien miente, pero este nutricionista dice que está salvando a la humanidad con su labor, y que merece que le demos un premio, mientras que este otro dice que los nutricionistas no pueden ser responsables de los problemas de salud que tenemos, porque no hacen nada y su mensaje no llega a nadie. O lo uno o lo otro. Y sin premio.

     

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