Coexistencia de paradigmas, en el nombre del pragmatismo y por unas piezas de plata
si alguien está engordando tiene que estar ingiriendo más calorías de las que gasta. El hecho de que se esté ganando peso dice que se están ingiriendo más calorías de las que se gastan. Las dos cosas son sinónimas. Pero lo cierto es que la tautología no nos dice por qué cada vez pesa más. De la misma forma que no nos dice en un niño que está creciendo, por qué está creciendo. Esta idea tiene que ser eliminada si queremos avanzar. […] El modelo «Calorías que Entran, Calorías que Salen» tiene que desaparecer. Es el paradigma equivocado. Gary Taubes
Parte de la comunidad low-carb cree que no hay que aspirar a derrocar el paradigma CICO, porque derribarlo no es realista: nos dicen que sus defensores no se van a despertar un buen día y, porque sí, reconocer haber estado gravemente equivocados durante décadas. Eso, según creen, sencillamente no va a pasar nunca. Nos dicen que es un error pensar que para hacer avanzar un nuevo paradigma es necesario derrocar al antiguo, que ésa es una idea obsoleta. Nos dicen que la ciencia no funciona así, que la medicina no funciona así. Su mensaje es que la coexistencia pacífica de paradigmas, el viejo y el nuevo, ya sería un éxito.
¿Cómo sería la coexistencia?
Sería algo así como que se aceptaría desde instancias oficiales que las dietas low-carb no sólo no son peligrosas, sino que pueden ser efectivas para pérdida de peso, pues son saciantes y a largo plazo pueden acabar reduciendo la ingesta energética. Los gurús low-carb creen que incluso podrían ser aceptadas como primera opción de tratamiento en algunos casos.
Esta idea es aceptable por parte de los caloréxicos, pues es, tal cual, la Teoría CICO. Así, el 95% de médicos/nutricionistas (por decir algo) que recetan dieta hipocalórica podrían seguir haciéndolo, y el 5% restante, los que quieren recetar dietas low-carb, se verían integrados en el actual paradigma, el balance energético 2.0 (ver). Todos contentos.
Resalto que la coexistencia de paradigmas no es tal coexistencia: es la integración de las dietas low-carb en el paradigma CICO. Es mantener el paradigma antiguo sin fisuras.
¿Todos contentos?
Por supuesto, no convendría explicar que la teoría CICO es un fraude, por cierto que sea, pues ese mensaje amenaza la «coexistencia» pacífica de paradigmas. Y sería necesario demostrar aceptación del dogma caloréxico, por ejemplo respaldando públicamente que «las calorías importan», aunque pensemos que no es cierto y que al decir que «importan» no se está diciendo absolutamente nada, sólo mostrando adhesión a la pseudociencia común. ¿Qué significa importan? Nadie es capaz de dar respuesta a esa pregunta. Pero habría que decirlo igual, por el bien de la «convivencia».
CICO+hormonas=CICO
Las calorías importan pero tus hormonas importan más
Nótese que los caloréxicos dicen que su ideología es compatible con hablar de fisiología (ver). Y es cierto: pero sólo permiten hablar de cierta fisiología. La Teoría CICO sólo permite hablar de los factores fisiológicos que afectan a 2 de los 3 términos de la ecuación del balance energético: la ingesta energética y el gasto energético. Lo que no permite esa teoría es hablar de la fisiología del tercer término de la ecuación del balance energético, la energía acumulada en el cuerpo: ésas son las hormonas que están vetadas, ésa es la fisiología que no se puede tener en cuenta. Porque en el momento en que se hable de esa fisiología, toda su charlatanería queda con el culo al aire. Y en esto no hay término medio:
- Si se habla del tercer término, la Teoría CICO es demolida.
- Si no se habla del tercer término, seguimos dentro de la Teoría CICO.
for insulin to cause fat gain, it must either increase energy intake, decrease energy expenditure, or both. Stephan Guyenet, PhD
para que la insulina cause ganancia de grasa, debe incrementar la ingesta energética, disminuir el gasto energético, o ambos.
Si hablas de cómo el tercer término cambia por sí mismo, la falsa causalidad que la Teoría CICO crea desde el lenguaje queda en evidencia: por ejemplo, ya no se puede decir que «la diferencia entre lo que ingieres y lo que gastas determina los cambios en la grasa corporal«, porque se barajarían cambios en la grasa corporal que no son causados por cambios en los otros dos términos de la ecuación, sino por los efectos fisiológicos directos en el tejido adiposo.
Que no nos engañen: que en la Teoría CICO se hable de hormonas no es ni un avance ni ayuda en nada a quien no quiere engordar o necesita perder peso. Teoría CICO+hormonas es la fraudulenta y pseudocientífica Teoría CICO de toda la vida.
«No se trata de ganar o perder»
Nos dicen que no se trata de ganar o perder. Pero nadie ha dicho que lo sea. El objetivo es denunciar que se está tratando la obesidad con una teoría pseudocientífica, haciendo lo posible para que este abuso termine. Asumir que nunca se va a poder cambiar esta situación y que por tanto hay que permitir el abuso, incluso tomar parte activa en él, no resuelve el problema: lo agrava.
¿Aceptamos barco como animal acuático, porque de otro modo los dueños del juego no nos dejan ni jugar?
La Teoría CICO es un fraude en el plano intelectual y no funciona en la práctica. Ocultar esa realidad, a cambio de que los promotores de las dietas low-carb sean aceptados por el statu quo, es aceptar que se va a seguir engañando a la gente. Es más que eso, ¡¡es pasar a formar parte de los que engañan!!
Hacer avanzar la dieta low-carb no es mi objetivo. Ni siquiera estoy seguro de cuánta gente puede librarse de todo el peso que le sobra siguiendo una dieta, ¡aunque la dieta sea low-carb! Si damos por bueno el compadreo, a aquellos obesos que no pueden lograr un cuerpo delgado con dieta y ejercicio, les habremos vendido al mejor postor: serán tratados con dietas que no les van a funcionar y engañados sobre la efectividad de las mismas. A aquellos que sean tratados con dieta hipocalórica también les habremos vendido al mejor postor y también serán engañados. Y a quien no quiere engordar seguiremos dándole las mismas injustificadas pautas que fracasan actualmente. O sea, ningún cambio respecto de lo que sucede ahora. La diferencia es que guardaríamos silencio sobre este atropello para que ciertas personas sean aceptadas en la pandilla. Silencio a cambio de 30 piezas de plata para quienes promueven las dietas low-carb.
Según lo veo yo, que la gente reciba información veraz es el único objetivo. Y se avanza hacia ese objetivo diciendo lo que se cree que es verdad, no negociando con charlatanes un reparto del pastel. Veo que se está engañando a la gente y explico, lo mejor que puedo, cómo se está haciendo. Lo que los demás hagan o dejen de hacer es su responsabilidad, no la mía.
NOTA: decir que «cuando en el tejido graso se acumula energía, entra en el cuerpo más energía de la que sale» no es realmente una tautología, pues de forma tramposa se habla del tejido adiposo, y no de toda la energía acumulada en el cuerpo, que es lo que realmente diría la tautología (ver). Es importantísimo ser rigurosos en todo momento.
Leer más:
Crónicas caloréxicas (III): Tom Naughton
Muy buenas, Vicente. Esta es una de las entradas del blog que más me ha sorprendido. Al leerte durante bastante tiempo ya, se termina respirando esa libertad intelectual, ese aire irreductible que impregna tu letra, tu pensamiento. Pero, aunque las monedas de plata no te importan, eso es claro, siempre cuesta más ir contra ese pragmatismo inmaculado en el que todos ganan y ¿nadie pierde?.
Sobre todo cuando te desmarcas de posturas antes más cercanas, cuando avisas de trampas, aunque eso signifique quedarte más solo todavía en tu batalla. Perderás aliados.
Lo que tengo claro yo, es que seguiré apoyándote mientras no cambies, aunque seas un Capitán Alatriste en mitad de Flandes.
Saludos y ánimo.
Hola Diego,
me sorprende que te sorprenda esta entrada 🙂 He criticado a los gurús low-carb tantas veces como he visto que abrazaban la calorexia.
¿Aceptamos seguir tratando la obesidad con pseudociencia a cambio, por ejemplo, de que las dietas low-carb sean aceptadas como primera opción de tratamiento para la diabetes? Como los caloréxicos nunca van a reconocer estar defendiendo una teoría pseudocientífica, más vale ese pájaro en mano que ciento volando, ¿no? Básicamente ése es el argumento. Y si no lo aceptas, te dicen que no se trata de ganar ni de tener razón. Lo presentan como pragmatismo frente a idealismo ingenuo. «¿Qué crees que va a pasar, que de repente van a reconocer estar equivocados?»
Que exista esta corriente de opinión dentro del mundo low-carb es una monstruosidad, pero no somos seres racionales, somos seres gregarios que creamos argumentos para justificar las conclusiones que ya hemos aceptado. Somos capaces de defender posturas indefendibles, si sencillamente nos convienen económica o socialmente. Si algunos gurús low-carb van por esa vía, sin duda mucha gente les va a seguir ciegamente. Y es que además la falacia del punto medio es muy poderosa en boca de un demagogo: «las calorías importan pero las hormonas importan más»: demuestras adhesión al paradigma energético y te presentas como una persona «moderada» que integra diferentes posturas en lugar de participar en fútiles debates calorías-hormonas. Un buen demagogo puede tener mucho éxito engañando a la gente. Y muchos de ellos tienen interés económico en hacerlo.
Como aclaración, en ningún momento estoy criticando las dietas low-carb: la mía lo es desde hace 5 años y a mí me ha ayudado. Es mentir y engañar por donde no paso.
Comentarios criticando la calorexia en Ted Naiman, Tim Noakes (o aquí) y Tom Naughton.
Edito (7/10/2018: también he criticado los errores de Fung.
Sí que habías criticado a gurús low-carb antes, pero la crítica de ahora me parecía más directa, de ahí mi «sorpresa» un pelín fingida.
Se que llevas una alimentación low-cab y te ha funcionado, mi alimentación es muy parecida a la paleo, y en mi caso hay un antes y un después.
Pero, por si acaso en algún momento pasó por mi cabeza que era conveniente hacer la vista gorda ante esas trampas que señalas, por el bien de que más personas dejen la dieta de las harinas (que no es el caso), has vuelto a dejar muy claro cual es tu propósito y que no te apartas de él por nada
«Como aclaración, en ningún momento estoy criticando las dietas low-carb: la mía lo es desde hace 5 años y a mí me ha ayudado. Es mentir y engañar por donde no paso. »
Aclaración importante, una cosa no quita la otra, igual que en mi caso no sigo a ningún gurú paleo en todo lo que diga, ni a nadie diga lo que diga por que sí.
Gracias de nuevo Vicente.
https://novuelvoaengordar.com/2017/02/19/mi-cruzada/
Mentir a la gente es bueno para vender libros y para ser aceptado en la pandilla de los charlatanes. Y cuando no tienes titulito y quieres vender libros, buscas desesperadamente esa foto con la pandilla. Harás y dirás lo que haga falta.
Ganas dinero, pero no nos ayuda a las personas que tenemos problemas de peso.
Ganas dinero, pero no ayuda a mantener a nuestros hijos sanos.
Que lo disfrutes con tu familia.
A propósito de Espinar, Vicente, te contaré un chiste: aquí una entrevista en fitnessrevolucionario al participante de un estudio sobre dieta cetogenica. El tipo, pese a estar en «superávit calórico» no ganó un gramo de grasa, de hecho, nadie de su grupo lo hizo, si lo hicieron en cambio los del grupo de control y los de la dieta alta en carbohidratos, y ésto, pese a estar a igualdad de calorías.
A IGUALDAD DE CALORÍAS.
Lo chistoso viene al minuto 29, se rebuscan en explicaciones de porque no se engordó pese al «superávit calórico», hasta la fibra de las nueces son mencionadas, todas, excepto la obvia: no son las calorías las que hacen engordar.
Dato curioso: el grupo de dieta cetogenica, si bien no ganó masa grasa, por otro lado ganó menos masa magra, pese a que no reportaron merma en su rendimiento físico, al parecer, para hacer crecer músculos la insulina si importa, pero para el tejido adiposo, tienen que ser las calorías, si o si y se acabó.
Aún comprobando en carne propia (nunca mejor dicho) que no son las calorías las que provocan el engorde, siguen buscandose escusas para seguir con el cuento. Increíble.
https://www.fitnessrevolucionario.com/2018/09/20/episodio-150-estudio-sobre-dieta-cetogenica-perdida-de-grasa-dario-santana/
Comprobarán que el gasto energético es menor y eso confirmará sus dogmas: no engordó porque se redujo el gasto energético, y eso, a través de la ecuación del balance energético, hizo que el tejido adiposo no almacenara más triglicéridos. ¡¡Se cumple la primera ley de la Termodinámica!! ¡¡La Teoría CICO es correcta!!
No me río porque es gravísimo, pero Pepe Gotera y Otilio lo estarían haciendo mejor que todos estos «profesionales». Y muchos de ellos son jóvenes: renovadores de la nada, que decía algún político.
Por cierto, «superávit calórico», ¿con qué definición de las dos? 🙂 (ver) Lo realmente gordo es que esos términos se usan en los artículos científicos con la misma falta de justificación y de rigor:
¿»In response to chronic positive energy balance»? Convierten la tautología en causa y se quedan tan panchos. ¿Cómo no va a ser la causa de engordar comer «de más», si desde el lenguaje se impone que es así?
El uso de términos ambiguos (o la falacia de ambigüedad) es típico de las pseudociencias.
Naiman es un caloréxico más.
Noakes está cómodamente integrado en la calorexia.