Artículo de 2005, con información de seguimiento en 2006 y 2008.

• Sujetos con obesidad y diabetes.
• Dieta baja en hidratos de carbono, aunque no demasiado baja (80-90 g/día).
• Tampoco demasiado baja en Calorías: 1800 para los hombres y 1600 para las mujeres.
• Intervención dietaria de 6 meses (ver) y se chequea a los 22 meses (ver) y posteriormente a los 44 meses (ver).

Mantenimiento a largo plazo del peso perdido

Tras los 6 meses de intervención dietaria, el grupo low-carb había perdido 11.4 Kg de media, el grupo de control 1.8 Kg. La dieta que se recomendó al grupo de control tenía un 60% de carbohidratos y las mismas calorías que la dieta low-carb. Casi cuatro años después de comenzar el estudio, el 43% de los miembros del grupo low-carb mantenía una pérdida de peso de al menos un 10% de su peso inicial, pérdida de peso que se dio en un 0% de los miembros del grupo de control.

Lo que me parece muy interesante de este estudio es que nos dan, de forma individualizada, la evolución del peso corporal de los participantes del grupo low-carb, y una parte importante de los participantes mantuvieron el peso desde el mes 6 hasta el 44. Eso son más de tres años manteniendo el peso una vez perdido.

He marcado en rojo los participantes que, a ojo, veo que recuperaron peso significativamente y he dejado en negro el peso de los participantes que más o menos lo mantuvieron una vez perdido.

Si gran parte de los participantes pudieron mantener a largo plazo el peso perdido, no parece que exista una razón inherente a la dieta low-carb que impida que ésta funcione a largo plazo. Me parece un resultado muy jugoso.

¿Por qué no todos mantuvieron a largo plazo el peso perdido? Los autores del estudio nos lo explican:

Cinco de los 16 pacientes en el grupo de intervención han tenido un peso corporal estable durante 38 meses tras los 6 meses del studio sin ningún seguimiento especial. La recuperación de peso, en los casos en que se ha producido, ha sido precedida de un incremento en la ingesta de carbohidratos. Está claro que la dieta alta en carbohidratos que seguían antes de participar en el estudio ha sido una causa importante, quizá la principal, de su condición.

«La recuperación de peso, en los casos en que se ha producido, ha sido precedida de un incremento en la ingesta de carbohidratos». I love it!

O en otras palabras, los que dejaron de comer low-carb recuperaron parte del peso perdido. No hay razones para pensar que la dieta low-carb no funciona para perder peso a largo plazo. Al contrario: en este estudio, en personas con diabetes y obesidad, los que siguieron comiendo low-carb mantuvieron el peso perdido. La dieta sí funcionó.

Otros datos

Todos los que siguieron una dieta low-carb mejoraron su HbA1c.

Una vez acabado el estudio de 6 meses, siete de los miembros del grupo de control (que habían seguido una dieta alta en carbohidratos durante esos 6 meses) se pasaron a una dieta low-carb, con buenos resultados. Posteriormente otros 3 miembros del grupo de control hicieron lo mismo.

Agrupando los 16 participantes del grupo low-carb y los 7 primeros «tránsfugas» tenemos 23 personas en total. Entre ellos se manifestó enfermedad cardiovascular en dos (derrame cerebral y fallo cardíaco, respectivamente). Otro murió por causas desconocidas.

Ningún problema cardiovascular en los otros 3 «tránsfugas».

Cuatro de los cinco pacientes del grupo de control (dieta alta en carbohidratos) que nunca intentaron cambiar de dieta, sufrieron varios infartos en el corazón, seguidos de fallo cardíaco. Dos de los cuatro murieron de su enfermedad de corazón.

Ya hemos visto dos estudios en los que la dieta low-carb ha funcionado de forma distinta, mejor, a una dieta hipocalórica. En uno, sin mostrar signos de efecto rebote a los seis meses (ver), y en este otro manteniendo el peso perdido a largo plazo.

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