Uso de la restricción calórica para engordar más fácilmente
Nevertheless, feed efficiency was significantly greater in obese rats fed the high-fat diets than in obese rats fed the low-fat diet (de «Dietary Fat Type and Level Influence Adiposity Development in Obese but Not Lean Zucker Rats«)
No obstante, la eficiencia de la alimentación fue significativamente mayor en las ratas obesas alimentadas con las dietas altas en grasa que en las ratas obesas alimentadas con la dieta baja en grasa.
¿Eficiencia de la alimentación? La «eficiencia de la alimentación» (feed efficiency [ver,ver]), es un parámetro que cuantifica cuánto aumenta el peso del animal por gramo o por caloría ingerida. Si la eficiencia de la alimentación es mayor con una dieta que con otra, eso quiere decir que esa dieta aumenta el peso corporal más que la otra, para las mismas calorías. Lo que los «expertos» en nutrición dicen que es imposible, que una dieta sea más engordante que otra que tiene las mismas calorías, es un concepto de uso corriente cuando hablamos de animales.
No sólo eso. A los ganaderos les interesa emplear dietas económicas que tengan una alta eficiencia a la hora de engordar. Una de las técnicas conocidas es hacer pasar hambre al animal. Es decir, el mismo consejo que los «expertos» en nutrición dan a sus clientes para perder peso, se usa en ganadería para lo contrario, para aumentar la eficiencia con la que se gana peso. Básicamente la restricción calórica se usa de la siguiente forma: durante un tiempo limitado damos de comer menos de lo normal a los animales, eso altera su metabolismo y les hace más eficientes aprovechando lo que comen. El objetivo es que al final del proceso los animales no tengan un peso muy diferente de los que han sido alimentados sin restricciones, algo que se consigue con un menor gasto en comida. Puesto que la técnica se realiza en animales jóvenes cabe el peligro de que se ralentice su crecimiento, lo que puede acabar aumentando los costes.
Por ejemplo, en el siguiente experimento (ver), todos los animales subieron desde 25 kg hasta 120 kg, y hubo animales que consumieron un 28% menos de comida que otros.
Item | Percent of ad libitum | ||||
100 | 93 | 86 | 79 | 72 | |
Initial wt., kg | 24.7 | 24.7 | 24.7 | 24.7 | 24.7 |
Final wt., kg | 120.0 | 118.9 | 118.7 | 119.0 | 119.6 |
Daily feed, kg/d | 2.64 | 2.44 | 2.25 | 2.06 | 1.87 |
Daily DE intake, Mcal/d | 8.67 | 8.01 | 7.41 | 6.77 | 6.15 |
Un hecho que quiero resaltar es que en ganadería no se usa la restricción calórica para adelgazar, sino para lo contrario, para cambiar el metabolismo del animal para que engorde con mayor facilidad. Ésa es la reacción en la práctica de un ser vivo ante la restricción de alimentos: almacenar grasa por si la restricción se prolonga, intentando garantizar la supervivencia. No es una decisión consciente, ni un problema en la fuerza de voluntad del animal: es un cambio metabólico provocado por la falta de comida.
«Effect of Two-step Time-restricted Feeding on the Fattening Traits in Geese»
Tres grupos de gansos, alimentados por igual hasta que tienen 8 semanas de edad. De esos tres grupos me voy a fijar en dos, identificados con las siglas R2 y C en la siguiente tabla:
- C: comen «ad libitum» (cuanto y cuando les apetece) durante todo el experimento
- R2: entre la semana 8 y la 12 tienen restringido el acceso a la comida a 2 horas diarias (de 7 a 9h) de la semana 8 a la 12 y 4 horas diarias (de 7 a 9h y de 16 a 18h) desde la semana 12 a la 14.
Los datos de ingesta (Daily feed intake) dicen que en todo momento el grupo R2 consumió menos comida que el grupo C, y acabaron con el mismo peso corporal (BW en la tabla):
Dieta con exactamente la misma composición en ambos grupos. La ingesta del grupo R2 es dos tercios de lo que consume el grupo C, y la ingesta reducida se mantuvo durante las 6 semanas del experimento. Mismo peso corporal al final del experimento.
Nótese que en este experimento, los animales que habían sufrido restricción horaria acabaron con el mismo peso, pero menos grasa corporal. Hubiese sido interesante ver qué habría pasado de si tras la reducción en la ingesta se hubiera equilibrado la ingesta de ambos grupos de gansos durante un tiempo. Misma ingesta, mayor eficiencia en la alimentación… En este otro estudio, por ejemplo, a los pollos se les impedía comer durante 4 horas diarias, durante tres semanas. Al final del experimento habían consumido la misma cantidad de comida que los que comían cuando querían, pero acabaron con más grasa abdominal (aunque el resultado no se consideró estadísticamente significativo). También hemos visto en el blog estudios (ver,ver) en los que animales que “comían menos” porque se les restringía la comida acumularon más grasa que los que más comían.
En la tabla anterior nos dan el dato de la feed efficiency. En este caso, los gansos que tenían restringido el tiempo de acceso a la comida aumentaban su peso casi el doble (1.7 veces) por caloría consumida que los que comían cuando querían: 0.149 frente a 0.086 en la eficiencia.
Como decía, en la ganadería no tienen ningún problema en manejar un concepto como el «feed efficiency». Esa eficiencia de la alimentación a la hora de engordar depende, entre otros muchos factores, de la composición de la dieta o del grosor de las partículas de comida, y, como he comentado, también la restricción calórica es una de las técnicas empleadas para aumentarla. Ponen a dieta a los animales buscando aumentar la rentabilidad: engordarán más por unidad de comida ingerida. Pero cuando se habla de seres humanos, los que ganan dinero con esa mentira (la industria alimentaria y los «expertos» en nutrición) nos han convencido de que el concepto de «eficiencia de la alimentación» carece de sentido. Las leyes de la termodinámica bla bla bla una caloría es una caloría bla bla bla
En el experimento que he comentado, los gansos a dieta, los que menos han comido (y han comido mucho menos), han acabado con el mismo peso corporal que los que no han estado a dieta. Parece complicado argumentar que la realidad viola leyes universales de la física (ver) .
Leer más:
Vicente, ¡ESTO ES MUY FUERTE!
Estás haciendo un trabajo de investigación impresionante. Esto es una tesis doctoral en toda regla.
Hola Paloma,
sin ninguna duda hay material para una tesis doctoral. Desde el punto de vista sociológico tiene que ser muy interesante investigar cómo se ha llegado al punto actual en el que la investigación sobre la obesidad está basada en pseudociencia. ¿Cómo la manada ha ahogado el pensamiento individual? ¿Cuál es la influencia de la industria alimentaria en este fenómeno? ¿Cuánto tiempo va a poder resistir el status quo («el fraude del balance energético») el acoso de los no expertos, con voz en las redes sociales? ¿Cómo van a salvar la cara los «expertos», que sin duda acabarán diciendo lo contrario de lo que dicen ahora, pero sin reconocer en ningún momento su incompetencia o sus conflictos de interés?
Muchas gracias por seguir ahí 🙂
Yo creo que sería más bien de caracter médico, aunque este tema da para muchas disciplinas! El Estado del Arte de la respuesta del cuerpo a distintas dietas y la refutación de las teorías calóricas imperantes ya lo tienes hecho. Lástima que no te vayan a dejar inscribirte en un programa de postgrado de medicina ni te vaya querer dirigir la tesis nadie, ni te iban a aprobarla en el tribunal de «expertos» en la materia…
Por supuesto que sigo aquí! 🙂
🙂
Menuda situación, de realizarse una tesis doctoral así, con el tribunal formado por incompetentes (contadores de calorías) y el doctorando intentando hacerles ver que son tan inteligentes como un mosquito, pero sin herir su sensibilidad
Afortunadamente, no entra en mis planes.
La verdad es que me gustaría ver la cara de uno de estos «expertos», por ejemplo la prepotente Marion Nestle, en el momento en que se den cuenta de lo burros que son. No parece previsible que lo hagan por iniciativa propia, por lo que creo que primero se les va a tener que obligar a cambiar de discurso, y quizá cuando vean que la manada dice algo diferente, se planteen qué tienen que repetir para seguir siendo parte de la manada.