El rincón de pensar
CICO es una estrategia para convencer de que el problema no está en la comida, sino en la persona. Lo peor no es CICO, lo peor son los profesionales que juegan a darle credibilidad, culpando y condenando con ello a las personas. Malomalísimo
Leer más:
Respecto del mensaje que he puesto en el cuerpo de esta entrada, los mismos «profesionales» que crean la atribución de control con su estúpida pseudociencia, son los que luego dicen que no hay que culpabilizar al obeso:
El ambiente anormal normalizado que ha generado el problema de obesidad son 80 años de pseudociencia del balance energético. El señor Borja Bandera es el ambiente anormal normalizado. El mismo señor que dice que no hay que culpabilizarnos por ser obesos.
El estigma de la obesidad
Cuando una persona honesta descubre que estaba equivocada, o deja de estar equivocada o deja de ser honesta
Hay «personas» a las que en el mundo real ni les dirigiríamos la palabra.
Pero en las redes sociales a esas mismas personas les damos conversación porque nos ponen un «like» y nos hacen un «follow».
Nuestro ego se ha prostituido.
Se denomina «abrazo del oso» a un gesto que tiene apariencia de demostración de afecto, pero que en realidad es un ataque o trampa.
Pobres ratitas.
Una solución elegante para un problema mal comprendido es peor que no tener una solución para ese problema.
https://twitter.com/joderconleo/status/1062002750417002498
Hay más enemigos: intereses económicos, deseo de encajar en un grupo de personas, necesidad de «likes» en las redes sociales, arrogancia, etc.
¿Es la ilusión de conocimiento el peor, en todos los casos, en la sociedad actual?
Tras haber sido obeso, mi peso lleva estable desde finales de 2013. Creo que gracias a mi travesía toda mi familia está protegida frente al problema de la obesidad. Y eso, para mí, son palabras mayores. ¿A quién agradecérselo? A una dietista-nutricionista, Ana Muñiz, y a un periodista, Gary Taubes.
Es por si no incluyes en la dieta toda la harina que tu cuerpo necesita.
Y los que tienen interés económico en seguir engañando.
Y los que han estado proclamando con arrogancia esa opinión falsa. El ego obeso impide reconocer los errores.
incluso cuando la creencia de un hombre es tan firme que no puede pensar de otra manera, siempre puede elegir si actuar en base a esa creencia, y por lo tanto no puede escapar al deber de investigar la solidez de sus convicciones
Esa referencia a Ramón y Cajal la compartí yo en Twitter. Esa y varias más del maestro.
¿Cómo distingues a una persona que tiene espíritu crítico de un charlatán?
Los dos te van a decir las mismas cosas, con las mismas palabras.
Ejemplo. Un médico tuitero.
En un tuit, dice que hay que fomentar el espíritu crítico en las escuelas de nutrición.
En otro tuit, en lugar de rebatir el argumento de su interlocutor, recurre al ad hominem atribuyendo su opinión a no leer fuentes más variadas y por leer principalmente fuentes de poca credibilidad (e.g. blogs).
La misma persona que habla de la importancia del espíritu crítico y de la importancia de ser humilde, a la hora de la verdad es una persona arrogante, que ni se plantea que su interlocutor pueda tener razón y él estar equivocado.
A veces parece que la disposición a debatir sería un síntoma de que esa persona sí es capaz de hacer autocrítica, pero hay gente tan tan tan tan flojita de mollera, que usa argumentos tan claramente erróneos, que aunque esas personas tengan disposición a debatir, seguramente ni siquiera son capaces de entender los argumentos de sus oponentes. Cuando se es tan flojito es imposible ser autocrítico.
Supongo que es imposible establecer unas pautas para distinguir unos de otros.
Nota: es de agradecer que tuitees ese tipo de cosas. Si miras un par de comentarios más arriba, el hiperenlace en el texto «S. Ramón y Cajal» lleva a tu tuit. 🙂
Pues no me había fijado. No era una crítica, sólo me recordó que lo había compartido «también», pero ahora veo que fue mi tuit el compartido! 🙂
Ramón y Cajal ha sido de lo más inspirador para mí, es imposible no sentir el entusiasmo que el plasma en sus escritos y su pasión contagiosa por la búsqueda de la verdad.
Desgraciadamente, muchos de los que sacan pecho en redes sociales con la bandera de la Ciencia en sus perfiles, jamás hayan leído a Ramón y Cajal y muchos más que descubres día a día si dejas de mirarte en el ombligo.
Las redes son autoalimientación del ego, hilos cargados de mal vocabularios por gente «crítica» . Supongo que detrás de todo esto hay demasiado tiempo libre en exportar pensamientos que en meter calidad al cerebro. Sufrimos la crisis de la opinionitis y el YO extremo. Necesidad imperiosa de opinar de todo, ser expertos en todo….lo más alejados de la perspectiva del conocimiento. Mientras, la manipulación es el cetro con el que día a día señalan el camino a seguir.
Me han dicho varios: «me encanta ‘fulanita’ es súper crítica e inteligente»
Claro, cuando no ves lo que hay detrás de la persona que está todo el día interactuando por redes, esa valoración no concuerda.
La coherencia es algo poco común. Esa ‘fulanita’ es la persona que más veces he visto utilizar la primera persona en sus tuit. Incluso varias veces en la misma frase. Es curioso ser crítica en tus mensajes cuando tu yo va por delante, cuando necesitas llamar la atención continuamente.
Aclaro que no estoy atacando a Marc con mi siguiente comentario.
El ejemplo más claro de eso es que hay gente que repite constantemente los dogmas comunes de la «iglesia» a la que pertenecen. Incluso recurren a la mentira, si la mentira les ayuda a mostrar adhesión a la creencia común. Pero se quedan mudos cuando alguien explica por qué esos dogmas son falsos, erróneos, fraudulentos o inválidos. Nunca creyeron necesario leer la crítica, pues su objetivo no era perseguir la verdad, sino encajar en el grupo.
Fascista no es el que se declara fascista, es el que actúa como fascista.
La Constitución española de 1978.
Título I. De los derechos y deberes fundamentales
Capítulo segundo. Derechos y libertades
Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
Atacar a votantes de un partido porque va en contra de lo quieren que se vote, eso qué es?
Veamos cómo elaboramos la receta:
-Cascar con insultos a todo aquel que utilice la crítica de lo políticamente correcto pero ineficaz.
– Batir censura a punto de nieve
– Añadir una pizca de fotomontajes
– Tamizar los problemas de la ciudadanía y desechar los estructurales, dejando sólo aquellos que motiven la visceralidad
– Verter acusaciones de odio en el molde del engaño público
– Hornear la libertad hasta cuajar el fascismo
¿Quién es quién en el juego de la manipulación?
Y si defiendes la libertad de voto y el derecho a no ser acosado por tu ideología, preceptos consagrados en la legalidad vigente, te dicen «ya veo que tú votas a Vox». Me remito al primer comentario de esta entrada: ¿criticamos los mismos actos de distinta forma según quién los hace? En tal caso insultamos a la verdad, insultamos a la ética e insultamos a la audiencia.
Yo no sé nada de leyes. Copio y pego.
La Constitución española de 1978.
Título I. De los derechos y deberes fundamentales
Artículo 16
Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General
Artículo 146
1. Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses:
a) Quienes por medio de recompensa, dádivas, remuneraciones o promesas de las mismas, soliciten directa o indirectamente el voto de algún elector, o le induzcan a la abstención.
b) Quienes con violencia o intimidación presionen sobre los electores para que no usen de su derecho, lo ejerciten contra su voluntad o descubran el secreto de voto.
c) Quienes impidan o dificulten injustificadamente la entrada, salida o permanencia de los electores, candidatos, apoderados, interventores y notarios en los lugares en los que se realicen actos del procedimiento electoral.
La era de la arrogancia.
La era de la apariencia/postureo.
La era de las etiquetas.
La era de los «likes».
La era de los «followers».
La era de los «border patrols» del conocimiento.
Todo el mal que está haciendo Leónidas…
Mi hartazgo del día:
Gente que defiende CICO comparte estudios de crono. Sí, así de incoherente es el nivel de nutris en redes sociales.
Tengo varias hipótesis:
1) Comparten algo molón pero sin tener idea.
2) Comparten algo molón, entienden pero su divulgación se basa en creencias.
3) Comparten algo molón, entienden pero son hipócratas y su sesgo vale más.
Me atrevo a hacer un tanteo de resultados sólo con la observación del modus operandi: NO ENTIENDEN y TAMPOCO QUIEREN.
Alguien que entiende algo nuevo va maleando su mensaje de acuerdo a sus nuevos conocimientos, que ha interiorizado. Se llama neuroplasticidad. Cosa que no ocurre al grupo de personas que veo en redes.
Demasiados Guyenet españoles.
Qué pena que me sigan llegando tuits aunque no entre en Twitter!
🙂 🙂
Discutir con un hombre que ha renunciado al uso y la autoridad de la razón, y cuya filosofía consiste en despreciar a la humanidad, es como administrar medicina a los muertos o tratar de convertir a un ateo mediante las Sagradas Escrituras.
Sí tiene sentido, porque es informativo para otras personas. Lo que no tiene sentido es creer que van a cambiar de opinión ante la evidencia de que están equivocados.
La máquina de palomitas de maíz.
«Escepticismo» (las comillas son necesarias).
https://twitter.com/MadeInMartinez/status/1083805701825273856
https://twitter.com/DatoAsombroso/status/1087356759231090688
Obviamente no lo digo por Cecilia, pero vivimos en un mundo en el que personas cuyo pensamiento más complejo es repetir los mantras comunes de la manada, retuitean frases de personajes célebres que alaban la capacidad y el interés para cuestionar nuestras creencias y por buscar «la verdad».
Razones que la razón no entiende.
La opinión libre es molesta cuando todo lo que cuentas es morralla.
El nivel de indignación mostrado guarda relación directa con cuánta razón tenemos. O con nuestra incapacidad para comprender. O con nuestra incapacidad para rectificar el error. O con nuestra necesidad de mostrar fidelidad al grupo. O con nuestra necesidad de crear una cortina de humo que oculte nuestra falta de argumentos.
El cliente tiene interés genuino por su salud y tiene pellejo en juego. ¿Qué interés mueve al titulado en medicina? ¿Tiene skin in the game?
Lo que hace médico al médico no es su título. Yo me entiendo.
Quizá necesitamos que los médicos «de antes» sigan llamándose médicos. Y a los que tienen el título pero no son médicos, les llamamos de otra forma. Pacientes de los primeros, clientes de los segundos.
¿Qué tipo de persona dictamina que sus juicios no están sesgados y lo hace antes de emitirlos? Un guyené.
Se nos vende una imagen de «la ciencia» que no se corresponde con la realidad. El mundo es más cutre que lo que dice la propaganda.
Si alguien no sobra es Cecilia…
Queda por ver si podemos reunir el tipo de evidencia que se presentaría en un tribunal de justicia y que permitiría a los gobiernos regular el azúcar, como ya lo hacen con el tabaco y el alcohol. Pero si tenemos pruebas suficientes y suposiciones razonables para convencernos a nosotros mismos de evitar el azúcar, minimizar su consumo y convencer a nuestros hijos de que hagan lo mismo, es una pregunta diferente. Ésa es la pregunta que este libro intentará responder.
«The case against sugar». Gary Taubes
. Si alguna vez hubo un caso en que una democracia de la información, incluso una muy desordenada, es preferible a una oligarquía de la información, la historia del consejo nutricional es esa historia.
https://www.theguardian.com/society/2016/apr/07/the-sugar-conspiracy-robert-lustig-john-yudkin
Hilo muy interesante. Da para pensar que haya que justificar no consumir ciertos productos frente a gente que presume de no querer imponer la misma dieta para todo el mundo.

Que Cecilia me perdone, pero yo sí voy a poner los nombres de los lapidadores: Marc Casañas y Alejandro Oncina.
¿Participar en una entrevista con un tipo que se cree con derecho a decirte de qué tienes que hablar?
¿Se aferran más o muestran su verdadera cara, pues andaban camuflados de «moderados»?
— Yo no defiendo X, en realidad X me da igual. Me interesan otras cosas.
— X es falso. Cuando quieras lo debatimos.
— No, si ahora resultará que X es una creencia errónea. Es lo que faltaba.
En algún momento tienes que posicionarte, ¡de lo contrario no eres una persona!
La Vida de los Otros.
¡Nadal no es sólo músculo!
Religiones ha habido siempre. Las más peligrosas son las que se integran en el poder.
Hay personas que creen que cuando se repite lo mismo que la manada, cualquier mierda de argumento es suficiente para reforzar las creencias. Pero si lo único que tienes son argumentos basura, eso significa que no deberías tener esas creencias. Eso sí, fuera de la manada hace fresquito y no todo el mundo tiene buena tolerancia a la baja temperatura.
Me encanta Cecilia.
Si quien guste suplementar con Vitamina C, una lectura interesante:
Charlatanería con respaldo oficial. De esto no hablan los «escépticos», claro.
👍
Un 10 para Rubén, pues no acepta que se tergiverse lo que digo.
Estaremos de acuerdo o no, pero no reinterpretar el discurso del otro para así poder atacarlo es de chapó.
Nuestra ideología estaba basada en tremendos errores de pensamiento. Estábamos gravemente equivocados en nuestros planteamientos. Pero no es importante: vamos a seguir creyendo lo mismo, porque ahora tenemos fe en esas mismas ideas.
La religión te hace sentir que eres parte de algo importante. Intentar convencer a una persona religiosa con argumentos no funciona, quizá porque la religión es un sentimiento, no una postura a la que se llega razonando.
No sólo pasa en la religión como tal. Las opiniones de muchas personas tienen como objetivo sentirse parte de algo, no buscar la racionalidad. Racionalidad que posiciona fuera de la manada no sirve al propósito real de la opinión.
Los que han impuesto su estúpida charlatanería durante más de un siglo a toda la población, ahora argumentan que salirse de su ideología es querer imponer a todos…
6 años estudiando charlatanería y no te das cuenta de que te forman en una pseudociencia. ¡¡6 años!! ¿Es eso un mérito? 😉
Tras 6 años estudiando charlatanería, te presentan argumentos que explican que tu formación es una mierda pseudocientífica y lo único que aciertas a responder es un insulto. ¿No te hace eso sospechar nada? ¿No crees que tendrías algún argumento si tuvieras algo de razón en tus creencias?
Ese argumento me recuerda a aquellos que se meten en una secta ¡estoy en lo correcto porque tantos años estudiando Cienciología no pueden ser un error!
Nadie cuestiona a un profesional si su profesión muestra resultados, es porque falla de la forma en que lo hace que se cuestiona si esos seis o más años de conocimientos tiene alguna utilidad, más aún si tomamos en cuenta que la nutrición ha revelado una colección de errores y dogmatismo, uno tras otro.
Yo rescato la respuesta: si no puedes convencer al que ignora, el que ha fallado eres tú. Aunque no descarto que abundan los casos en los que el ignorante no quiere ser convencido.
Yo creo que ni siquiera leen los argumentos que explican que han sido formados en charlatanería: no quieren saber que están cobrando a los clientes por una pseudoterapia estúpida y no quieren dejar de ser parte del grupo. ¿Para qué leer argumentos cuyas conclusiones no están dispuestos a aceptar, sean correctas o no? Pensar tiene inconvenientes que no están dispuestos a asumir.
Tarde o temprano el escándalo que es el tratamiento de la obesidad les va a explotar en los morros.
El profesional.
En cualquier momento este bro nos va a presentar la evidencia científica que respalda medicar con esa MIERDA llamada estatinas a una mujer de más de 70 años, como es el caso de mi madre.
https://novuelvoaengordar.com/2018/01/16/pastillas-para-el-colesterol-en-una-mujer-de-70-anos/
Pero como es «escéptico» no necesita saber nada para sentar cátedra: le basta con repetir la basurilla que dicen los «expertos» y dárselas de «científico».
Cuando no sabes nada de un tema ni tienes capacidad para analizar la evidencia científica por ti mismo, sólo te queda la fe ciega en que el médico es competente. Es la mejor opción en esas circunstancias, pero para para otras personas la religión no es suficiente.
No es que no quieran pensar, es que en su religión no está permitido hacerlo. Con la Iglesia Naukasiana-pseudoescéptica hemos topado.
Principio de precaución: confía en la competencia de alguien sólo si no tienes otro remedio.
Cuando creemos con mucha intensidad las correlaciones tienen forma de causalidades…
Hay gente que define ser «flexible metabólicamente» con comer lo que le venga en gana. A mí me parece que esa flexibilidad es de otro tipo. Por ahora les protege la edad que tienen. Hablaremos dentro de 15 años, cuando se vean los resultados de esa «flexibilidad» o carencia de voluntad para cuidarse.
Brociencia impermeable al razonamiento.
Si lo que haces no funciona y no tienes evidencia científica que justifique el tratamiento por el que cobras a tus clientes, la culpa es de los clientes, claro que sí. Y a seguir cobrando por una pseudoterapia.
No cuidarte es revolucionario. O no.
Aparte de eso, no confundamos «realfooding», el negocio de Carlos Ríos, con comer comida apropiada para los animales que somos.
Aquí discrepo de Cecilia: todos nuestros órganos y tejidos son biológicos, salvo el tejido adiposo, que es un órgano matemático, controlado por una resta. Ella sabe que es así 🙂
Me ha costado dos días entenderlo…
¿Tiene sentido dar conversación a un gym-bro o sencillamente hay que ignorarles? ¿Es su incapacidad para pensar voluntaria o es genética?
Como soy deportista puedo comer mierdas…
https://barbasbarrasybacon.tumblr.com/post/185858383360/las-nuevas-reglas-keto-una-peque%C3%B1a-review-i
Si pagas a alguien para que te consiga seguidores, ¿pueden esos seguidores ser auténticos?
Si el gym-bro lo entiende, no se deduce que sea un concepto sencillo: es un concepto erróneo.
Hubiese sido un milagro que una disciplina invadida por gym-bros hubiese conservado algún tipo de rigor científico.
Nadie debería ofenderse porque le expliquen que está defendiendo estúpida charlatanería, porque nadie es esa idea estúpida. La crítica a la idea no es una crítica a la persona.
Es más, una persona inteligente puede aprovechar para rectificar sus errores. Y meterse la arrogancia por donde le quepa.
¿Cuánta gente ha desarrollado trastornos alimentarios por seguir una dieta cetogénica? No los tenía, pero por culpa de seguir una dieta cetogénica los ha desarrollado.
¿Más o menos que con otras dietas?
Sin esos datos, esto no son más que ataques gratuitos.
Ver en Medium.com
Comer oreos y pizzas te salva de tener un trastorno alimentario. Comer comida de humanos es un riesgo para la salud que la comida basura resuelve.
Carla, no tengo forma de contactar contigo por privado, así que espero que leas esto. Si te refieres a algún texto mío, te aseguro que no uso términos raros buscando que no se entienda lo que digo. Si es ése el caso, no tengo inconveniente en aclararte lo que no se entienda de lo que digo.
En el caso de la obesidad, las explicaciones sencillas (e.g. engordamos porque comemos más de la cuenta) que nos han repetido hasta la saciedad son erróneas, y explicar por qué lo son no es fácil.
1) Si tienes argumentos de verdad, no necesitas argumentar que tienes razón porque tienes un titulito.
2) Otras personas opinan diferente que tú y también tienen un titulito. ¿Qué extraña magia hace tu titulito más valioso que el suyo? ¿Tu arrogancia?
3) El titulito te da derecho a cobrar a los clientes por una pseudoterapia. Enhorabuena. Que te devuelvan el dinero que te costó cursar esos estudios y dedícate a vender zapatos.
Frente a los mensajes sin fundamento de la industria de la dieta, sentido común.
Si quieres saber cómo es una persona, explícale en qué se está equivocando.
No le queda fe.
— No puedes poner en duda mis creencias. Las he aprendido en la Universidad y soy científico.
— Lo científico empieza por poner en duda las propias creencias. ¿Puedes señalarme los errores que hay en tus creencias?
— No puedes poner en duda mis creencias. Las he aprendido en la Universidad y soy científico.
— Sí las pongo en duda. ¿Puedes explicar en qué me equivoco en mis argumentos?
— No puedes poner en duda mis creencias. Las he aprendido en la Universidad y soy científico.
— No comparto tu concepto de lo que es ser científico.
No recuerdo a ninguna persona que valga la pena que use su título como argumento. Los que creen que los científicos no deben ser cuestionados son lo menos científico que existe.
Alguien debería aclarar si esto es verdad.
Si denuncias que ciertos médicos han estado cobrando de la industria farmacéutica, estás dando alas a la homeopatía. Un verdadero «escéptico» guarda silencio cuando los que actúan mal son «los suyos».
https://twitter.com/MrMagufoHdP/status/1153293689894125568
Gracias, Vicente.
Pregunta seria: ¿cómo sabe esta señora que ella es más feliz consumiendo una palmera de chocolate que yo tomándome un café con nata (sin azúcar)?
¿Cómo se compara el disfrute en personas distintas?
Su visión sobre la vida y la salud no es la mía. No veo razones para que se crea superior porque come cosas que yo no como, la verdad.
Es verdad que no me gustan ni el brócoli ni la coliflor. Pero me los como igual. Ya vendrá la carne 🙂
«Sin comida basura es imposible hipertrofiar.»
«Haces ejercicio físico para ganarte la comida basura.»
«La comida basura te da flexibilidad metabólica.»
«No puedes competir si no consumes comida basura.»
La epidemiología nutricional sí es ciencia, pero en dosis homeopáticas.
Mentir les da votos. Es lo que hay.
No podemos comer lo que queramos, hay que comer lo que Nacho Julíán quiere. Por nuestro bien, porque su misión en este mundo es salvarnos de una dieta que no nos permite disfrutar del azúcar y de la harina.
Los veganos se creen con derecho a imponernos su dieta a los demás.
Que el oponente no pueda ser convencido con argumentos no quiere decir que explicar en público su BS sea completamente inútil.
🙂
«La dieta carnívora está lejos de ser lo ideal».
Me sorprende encontrar gente que cree que la ciencia se defiende siendo borregos sectarios y prepotentes que no cuestionan «lo oficial» y que no dudan en insultar a quienes no comparten sus puntos de vista. Adoran los consensos y los titulitos por encima de cualquier razonamiento y no les da vergüenza porque ni siquiera se dan cuenta de que son ellos, y no sus oponentes, los que no dan la talla.
— Defender una idea porque es lo que dicen «los que saben» es borreguismo.
— Pues a mí me parece bien. Si la gente sólo opinara de los temas que domina no opinaríamos de nada. No pasa nada por creer que los expertos saben lo que hacen.
— Ya, y acabamos con hordas de borregos aplaudiendo la censura y criticando ideas que no les gustan con el argumento de que «no es lo que los expertos dicen». Ni siquiera son conscientes de que lo suyo es creencia, no conocimiento.
— Pues a mí me parece bien.
— Es borreguismo. A los argumentos responden con repetición acrítica de dogmas.
— Pero es creer en los que saben, no en charlatanes.
— ¿Y cuando son lo mismo? ¿O es que eso no ha sucedido nunca?
— Si hay un error ya será corregido.
— Pero están colaborando en mantenerlo.
— Ellos no, la humanidad.
— Ah, defender charlatanería es un acto sin responsabilidad cuando lo hace todo el mundo.
— La gente no tiene formación para dudar. Lo más razonable es creer en los que saben.
— Y atacar a quien defiende ideas que se salen de esos dogmas.
— No, eso no.
Día sin harina.
Yo mencionaría también las bebidas azucaradas.

Hay cretinos que no pueden aportar nada a un debate racional, porque ni saben de nada ni tienen capacidad para pensar. Pero necesitan formar parte de algo. Se convierten entonces en mamporreros que atacan a todo aquel que se sale de una idea defendida por los gurús: son los «mindguards». No es una conspiración, pues nadie les dice que lo hagan: es la forma que eligen de pertenecer a algo. Su actividad es pura imagen: se comportan con agresividad, con altanería, como si fueran los únicos que se atreven a plantar cara al enemigo: insultos, falacias, ataques ad hominem, etc. Pero nunca argumentos racionales porque no pueden permitirse el lujo de pensar. No son los que se atreven a plantar cara al enemigo, son los que eligen hacerlo porque no tienen otra forma de ser parte de la tribu.
Actitud condicionada por su aptitud.
Una pérdida de tiempo. Suficientemente inteligentes para racionalizar los mensajes que les convienen socialmente, pero sin ningún coraje para ni siquiera plantearse tener una opinión que les aleje del grupo. Eso sí, ningún problema para cambiar de opinión si la tribu cambia de opinión. Adictos a los «me gusta» y los seguidores, la única medida válida en su universo.
Y si criticas eres de ultra derecha!
Es que no le importa que sea verdad o no porque lo que persigue es ganar «respetabilidad moral» resaltando ante la tribu que ella no es de extrema derecha. Tú sólo eres un daño colateral para que ella gane su virtud barata. Y, por supuesto. si le plantas cara en su difamación gratuita entonces eres una «ofendidita».
En la sociedad actual una élite con poder (científicos, industria, políticos, médicos, etc.) puede imponer falsas creencias como si fueran hechos contrastados.
¿Cómo se puede defender una falsa creencia ante la crítica?
— Apelación a la autoridad (falacia ad verecundiam).
— Apelación a que es una creencia mayoritaria (falacia ad populum).
— Difamación del crítico (insultos y argumentos ad hominem).
— Amedentramiento y movilización para silenciar a los críticos.
— Uso del tono (arrogancia y muestras de desprecio hacia el oponente) como argumento no racional.
— Convertir el debate en una lucha de barro que no permita ver la falta de argumentos.
— Creación de movimientos falsamente críticos (los «escépticos») que no cuestionen los dogmas y ataquen a los críticos reales hasta conseguir silenciarles.
Los «científicos del clima» tienen decenas de miles de artículos en revista que demuestran que la actividad humana ha hecho aumentar la temperatura en las últimas décadas.
Y lamentan que la gente dude de su palabra.
Para convencernos recurren al insulto y a tratar de silenciar a los críticos. ¿No sería más sencillo convencernos con argumentos en lugar de insultos? ¿Por qué no presentan esas pruebas?
A ver si va a ser que no tienen más que modelos matemáticos y por eso recurren a los gritos.
Si Jota tuviera un titulito sabría que la harina y el azúcar no se venden solos.
O puedes pagar a alguien para que te diga que sigas consumiendo harina.
Google ya no indexa contenidos en función de su relevancia sino en función de si a Google le parecen bien o mal. Esto sólo puede suceder en situaciones de monopolio.
Tenemos un grado universitario dedicado a enseñar que se deduce causalidad de correlación. Y estamos poniendo esos «profesionales» en el mercado laboral.
Profesores del Grado de Mierda, ¿no os da vergüenza?
Tan importantes que no consumirlos no produce ninguna enfermedad. Es decir, absolutamente prescindibles en una alimentación saludable.
No se alimentan siguiendo la pirámide de la harina: son extremistas.
No se puede decir más claro.
Son todos parte de una conspiración para dejar en ridículo a los nutricionistas.
Consumir harina y contar calorías son parte de la dieta milagro que es la nutrición oficial.
Consumir comida de humano solo es una moda para estúpidos que se creen llamados a decirle a la gente lo que tiene que comer.
Un científico es un cateto arrogante.
Generalizo y no me equivoco.
Tengo que revisarlo, pero creo que algún miembro del IPCC reconoció abiertamente que su labor no tenía que ver con la ecología sino con imponer una redistribución de la riqueza. El catastrofismo es el medio para hacer avanzar la agenda política.
Lo encontré: en el minuto 10:40 de este vídeo está la cita.
Y, por cierto, el vídeo es muy interesante para los alarmistas pues les ayuda a manipular los datos para engañar a la gente.
Si para defender tus creencias recurres al «consenso» de los expertos, lo único que demuestras es que tus creencias no tienen respaldo en pruebas científicas sino en culto a la autoridad:
Consenso: la base de gran parte de la charlatanería actual.
El culto al consenso es el culto a una opinión que puede ser errónea pero que te niegas a cuestionar porque respetas la cadena de mando.
En ciencia no hay cadena de mando.
Combarro, uno de los pueblos más bonitos de España.
O sencillamente que gracias a las redes sociales vemos que la gente que tiene un doctorado es igual de estúpida que el resto pero mucho más arrogante. Antes sólo lo sabían sus familias.
Ciencia: dudar hasta demostrar.
Alarmismo climático: amenazar y hostigar hasta lograr eliminar la disidencia.
Interesantísimos hilos sobre el significado y cálculo de incertidumbres. No se trata sólo de cómo de sensible es tu modelo a los valores escogidos para los parámetros que tienes en cuenta, sino todo lo que no tienes en cuenta.
https://wattsupwiththat.com/2019/10/15/why-roy-spencers-criticism-is-wrong/#comment-2825539
Ciencia: creer que los expertos son unos ignorantes y que las creencias de estos deben ser cuestionadas. El consenso de los expertos es otra forma de decir que no hay pruebas científicas.
¿Tan fuerte es tu fe en el cambio climático antropogénico que dañarás la salud de tus hijos para combatirlo?
Los que venden harina culpan a los ULTRAprocesados.
Así convierten a su producto en el procesado bueno, mejor incluso que la carne o los huevos, que son «neutros».
La OMS toma a la población por gilipollas.
Inauguro una segunda parte de esta entrada:
https://novuelvoaengordar.com/2019/11/05/el-rincon-de-pensar-ii/