¿Cómo puede ser que la grasa, que ha formado parte de la alimentación del ser humano desde el origen de los tiempos, sea la culpable de las epidemias de obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares declaradas en las últimas décadas? Si la grasa fuera culpable de algo, ¿no sufriríamos todas esas epidemias desde hace miles de años?

¿Es casualidad que desde que a los norteamericanos se les recomendó consumir muchos más hidratos de carbono (cereales, pan, pasta, patatas), las cifras de obesos se hayan disparado?

 

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Quizá los norteamericanos no han sido demasiado obedientes, pero no es eso lo que dicen los datos:

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En el siguiente vídeo David Diamond, doctor en la University of South Florida College of Arts and Sciences nos cuenta su historia personal, su batalla contra la obesidad. Nos cuenta cómo perdió peso y redujo sus triglicéridos comiendo carne, huevos y mantequilla. Una «anomalía» según su médico, lo esperable según la literatura científica.