“Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan” (3 de 3)

Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan

En una situación de extrema ingesta de carbohidratos, una parte considerable de esos carbohidratos se convierten a grasa (de novo lipogenesis), pero en condiciones normales ese proceso, que obviamente es posible, apenas se produce (ver):

The summary data (Figure 4) show that de novo lipogenesis did not make a substantial contribution of fatty acids (<5%) to fasting TG on either diet, in either group.

Los datos de resumen (Figura 4) muestran que la lipogénesis de novo no hizo una contribución sustancial de ácidos grasos (<5%) a los TG en ayunas en ninguna dieta, en ninguno de los grupos.

Tal y como vimos en la segunda entrega del artículo, los carbohidratos que sobran sencillamente se queman (es decir, se oxidan):

conversion to fat is an option which only occurs under extreme conditions in humans, and oxidation is increased to match intake

la conversión a grasa es una opción que solo ocurre bajo condiciones extremas en humanos, y la oxidación se incrementa para igualar la ingesta

Sin embargo, la creencia popular es que los carbohidratos «excesivos» se convierten a grasa corporal y nos engordan. Se escucha esa afirmación en muchos gurús de la nutrición e incluso en personas no relacionadas con el mundo de la nutrición. Parece que este mito es fruto del simplismo del balance energético: puesto que la energía no puede desaparecer, esos carbohidratos «excesivos» tienen que tener algún destino, y puesto que según la pseudociencia del balance energético los carbohidratos «excesivos» también son engordantes, pues parece que la única posibilidad que queda cuando no se quiere hablar de hormonas y fisiología es que se conviertan en grasa y así nos engorden. Una explicación tan sencilla como errónea.

¿Quiero eso decir que no nos engordan los carbohidratos consumidos en «exceso»? Ese razonamiento es el que quiero analizar. Sería como decir que la única forma en la que alguien puede llenar una bañera es convirtiéndose en agua y metiéndose entonces dentro de la bañera (ver).

Convertirse en grasa no es la única forma en la que los carbohidratos pueden causar acumulación neta de grasa corporal.

De forma muy simplificada (ver), tras una comida:

  1. a las puertas del tejido adiposo llega un cargamento que contiene la materia prima que puede almacenarse (i.e. los ácidos grasos), y por otro lado
  2. aparece en el endotelio capilar la llave que permite abrir ese cargamento (i.e. la LPL, o lipoproteína lipasa, activada por la insulina):

La insulina facilita sacar los ácidos grasos de los quilomicrones (verver), y la insulina a su vez es estimulada por las concentraciones de glucosa en sangre. Los carbohidratos pueden ser engordantes sin necesidad de que se conviertan en grasa, pues influyen en el proceso de capturar y retener los ácidos grasos en el tejido adiposo. Pueden engordar siendo la mano que abre el grifo, sin necesidad de convertirse en el sustrato que se almacena en el tejido adiposo. Tiene sentido que una comida que estimule la insulina (e.g. azúcar añadido, bebidas azucaradas, harinas, etc.) al mismo tiempo que proporciona grasa dietaria pueda ser especialmente engordante.

Resumen

¿Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan? No, no es así como funciona nuestro cuerpo. Es una invención que no tiene fundamento fisiológico salvo con una ingesta de carbohidratos extrema.

Como hemos visto, aunque es cierto que «si se acumulan entran más de los que salen» no existen los carbohidratos «excesivos» en términos de acumulación y es erróneo plantear que «si consumo más de lo que quemo se va a acumular», porque esa afirmación da a entender un comportamiento fisiológico que es incorrecto. Conocemos el comportamiento fisiológico y sabemos que nuestro cuerpo no se comporta así. O, en otras palabras, no es correcto convertir la tautología en mecanismo fisiológico. Repito: no es correcto convertir la tautología en mecanismo fisiológico. Que se engorda por «comer más de lo que se gasta» no es una obviedad y no se viola ninguna ley de la física.

Con la grasa corporal se recurre a la pseudociencia

Sacado del mismo artículo que he citado en la segunda parte de esta entrada:

The balance between energy intake (calories consumed) and energy expenditure (calories burned) determines body energy stores (Figure 3). The majority of the energy is stored in the body as fat; therefore, the balance between energy intake and energy expenditure primarily determines whether body fat and hence body weight, is gained or lost.

El equilibrio entre la ingesta de energía (calorías consumidas) y el gasto energético (calorías quemadas) determina los almacenes de energía corporal […]. La mayoría de la energía se almacena en el cuerpo como grasa; por lo tanto, el equilibrio entre el consumo de energía y el gasto energético determina principalmente si la grasa corporal y, por ende, el peso corporal, se gana o se pierde.

Como vemos, con la grasa corporal se asume como obvio lo que se descarta en el caso de los carbohidratos: se asume que las leyes de la física IMPONEN que engordamos por comer más de lo que gastamos, y se nos dice que hablar de mecanismos fisiológicos no es más que buscar excusas para un problema de comportamiento en los obesos: los obesos no somos capaces de cerrar la boca y dejar de comer, y no levantamos el culo del sillón. Hablar de fisiología son «distracciones metabólicas» (ver,ver) que nos alejan de una verdad que sencillamente los obesos no queremos escuchar.

En definitiva, lo que estamos viendo es que el argumento empleado con la acumulación de carbohidratos se nos dice que no es posible hablando de grasa corporal, porque lo impiden las leyes de la física. La realidad es obvia: la pseudociencia del balance energético se basa en juegos de palabras por los cuales no decir nada, una tautología, se convierte mágicamente en un mecanismo que rige el comportamiento de nuestro cuerpo (ver). El conocimiento de la fisiología es sustituido por juegos de palabras.

Aparte de lo anterior, nótese cómo la pseudociencia del balance energético se basa en el uso de dobles sentidos o definiciones ambiguas. En el extracto que hemos visto el verbo «determinar» se introduce con el sentido de cálculo matemático a posteriori (e.g. si he consumido 2500 y he gastado 2600, eso determina que he adelgazado el equivalente a 100). Ese cálculo a posteriori es correcto, pues la primera ley de la termodinámica se va a cumplir siempre (ver). Pero ese «determinan», introducido como mera comprobación matemática, se transmuta fraudulentamente para dar a entender «comportamiento fisiológico»: que se acumule o no se acumule se convierte en consecuencia de las variaciones en ingesta y gasto energético, es decir, viene «determinado» por las variaciones en la ingesta y gasto energético. Se está inventando un «ilegítimo» comportamiento de un tejido vivo a partir de un juego de palabras y esa trampa se introduce empleando términos con significado ambiguo. Sin las trampas en el lenguaje la pseudociencia del balance energético no existiría.

“Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan” (1 de 3)

“Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan” (2 de 3)

“Los carbohidratos excesivos se convierten en grasa y también engordan” (3 de 3)

Leer más:

  1. Camilo Raul

    Hay Vicente debo dormir y llegan estos mensajes y que dificil es decir lo leo en dos dias,

    Voy a hacer honor al premio nobel de Medicina 2017 y lo leere en los proximos dias las tres partes 🙂

    Os dejo la foto y el articulo https://ab.co/2hkXNCa

    Que no solo los engordamos pues que tambien le da sabor el azucar.

    Como dice el articulo «It makes the beef quite sweet and also gives it a nutty undertone and flavour.»

    Gracias por todo, aunque no escribo sigo por aqui

  2. Vicente

    ¿Realidad o fantasías de Jason Fung?

    When glycogen stores are full, the body uses a second form of energy storage – body fat. Dietary fat and body fat are both composed of molecules called triglycerides. When we eat dietary fat, it is absorbed and sent directly into the bloodstream to be taken up by the adipocytes. The excess liver glucose that cannot be put into the full glycogen storage must be changed into triglycerides through a process called ‘de novo lipogenesis’.

    https://idmprogram.com/understanding-obesity/

  3. Mike

    Hola!

    La serie de 3 posts de este tema es brutal.

    Hacemos un giro copernicano, y el carbohidrato pasa de ser el clásico macro energético, a ser todo un regulador hormonal por la insulina.

    Planteo dudas por mi ignorancia.

    Si estamos de acuerdo en que comiendo muchos carbos el cuerpo se autoregula oxidando lo que no pueda almacenar en forma de glucógeno, ¿Significaría que una dieta del 95% de carbos, donde un % fuera de proteinas y otro mínimo % grasa (solo a modo «terapéutico, para cubrir necesidades mínimas de ambos macros) sería imposible que nos engordara?

    Lo digo porque si el cuerpo oxida los carbos que no puede almacenar como glucógeno, y las puertas de los adipocitos (perdonad la informalidad de la expresión) aunque estén abiertas de par en par por la insulina generada, no tiene nada que meter, porque no le damos apenas grasa dietaria, en teoría sería imposible el engorde ¿no? ¿qué va a entrar en los adipocitos con «la puerta abierta» si no hay grasa dietaria y además los carbos que no se transforman en glucógeno tampoco se transforman en grasa?

    Como ya he comentado en otro hilo, ¿tiene el tiroides aquí un papel fundamental? ¿es el responsable de esa capacidad de oxidación de lo no almacenado como glucógeno?

    Gracias, un saludo!

    • Vicente

      ¿Significaría que una dieta del 95% de carbos, donde un % fuera de proteinas y otro mínimo % grasa (solo a modo “terapéutico, para cubrir necesidades mínimas de ambos macros) sería imposible que nos engordara?

      Es una hipótesis razonable, con la salvedad que haces: siempre que se satisfagan los requisitos mínimos de grasa y proteína, que sí son nutrientes esenciales para la salud. ¿Limitarías el engorde? A lo mejor. ¿Imposible engordar? No, porque grasa en la dieta siempre va a haber, y a veces no nos damos cuenta de la magnitud del problema: basta con engordar 3 gramos diarios desde la adolescencia para ser obeso a mediana edad. ¡3 gramos diarios! ¿Consumirías con esa dieta más de 3 gramos diarios de grasa dietaria? Con seguridad, por motivos de salud. Y tampoco sabemos qué caminos metabólicos se acabarían activando en el caso de esa dieta ultra-baja en grasa.

      Un saludo

Deja un comentario. Si los comentarios no contribuyen/aportan a los artículos publicados no los publico. Tampoco los publico si intentan forzar un debate o una toma de postura que el autor no ha planteado o que ha dado por cerrada. No publico comentarios descalificativos ni críticas fuera de lugar o que considere que no aportan nada. Si percibo intención de molestar en lugar de participar, o si no detecto vida inteligente, tampoco será publicado.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.