La insulina engorda, pero no porque sea engordante…

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¿La terapia con insulina causa ganancia de grasa corporal, pero no es porque la insulina cause ganancia de grasa corporal? Bueno, si la terapia con insulina causa ganancia de grasa corporal, la causa es la insulina. Vamos, digo yo.

Aclarado eso, lo cierto es que este señor dice «lo cause en sí». Supongo que quiere decir «mediante una acción fisiológica directa de la insulina en el tejido adiposo». Es mi interpretación.

Posibles mecanismos de ese aumento de grasa corporal causado por la insulina:

  1. Reducción del gasto energético, lo que supuestamente produce a través de la (falsa) ecuación del balance energético un incremento de la energía acumulada en el tejido adiposo.
  2. Reducción de la pérdida de glucosa a través de la orina. Equivaldría a un aumento de la ingesta energética, y, al igual que en el caso anterior, supuestamente el cuerpo actuaría a través de la (falsa) ecuación del balance energético.
  3. Incremento de la ingesta energética. Idéntico al anterior.
  4. Acción directa de la insulina sobre el tejido adiposo, adaptándose el gasto energético a la menor disponibilidad de nutrientes en sangre (ver).

Nótese que aunque las opciones 1 y 4 involucran una reducción del gasto energético, en la opción 1 esa reducción es causa y en la opción 4 es consecuencia de ganar grasa corporal. Detectar que se ha reducido el gasto energético no aporta información sobre en qué situación de las dos nos encontramos. Y podría ser una situación mixta entre ambas, pues la insulina podría también tener acción directa tanto en el gasto energético, reduciendo la actividad del tejido adiposo marrón (ver), como fomentar directamente la acumulación de triglicéridos en el tejido adiposo blanco (ver).

¿Qué comprobaron en el artículo en cuestión?

The weight gain could result from an increased caloric intake, elimination of glycosuria, or a reduction in EE

La ganancia de peso podría ser el resultado de un incremento en la ingesta energética, la eliminación de la glucosuria o una reducción en el gasto energético.

¿Nos hemos dado cuenta de qué falta en la lista? ¡¡No consideran la cuarta posibilidad!! Consideran sólo las tres primeras causalidades, que son las permitidas en la Teoría CICO: las posibles causas de un aumento de la energía acumulada en el tejido adiposo tienen que ser un aumento de la energía ingerida, una reducción del gasto energético o una combinación de ambas. Esa teoría sólo permite que un factor hormonal/fisiológico afecte a los dos términos marcados en verde en la ecuación del balance energético bajo estas líneas, pero esa teoría no permite que el tercer término de la ecuación cambie por sí mismo (ver).

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Puesto que la reducción en el gasto energético y la reducción de la glucosuria podían explicar la ganancia de grasa corporal, los autores del artículo descartaron que los participantes hubieran comido más de lo que decían:

The combined total contribution to the positive daily energy balance, from the elimination of glycosuria and reduction in 24-h EE, was 408 ± 97 kcal/day or -25,000 kcal over the 2 mo of treatment. This was remarkably close to the energy content of the average 2.4 kg of fat accumulated over the same period, equivalent to 22,656 kcal (9.44 kcal/g fat) (27). Because the reductions in glycosuria and 24-h EE could account totally for the increment in body fat with I IT, it appeared unlikely that noncompliance with the prescribed diet and an increase in caloric intake was a significant factor in this weight gain.

La contribución total combinada al balance energético diario positivo, de la eliminación de la glucosuria y de la reducción del gasto energético (EE) de 24 h, fue de 408 ± 97 kcal / día o -25,000 kcal durante los 2 meses de tratamiento. Esto fue notablemente cercano al contenido de energía del promedio de 2,4 kg de grasa acumulada durante el mismo período, equivalente a 22,656 kcal (9,44 kcal / g de grasa) (27). Debido a que las reducciones en glucosuria y EE de 24 horas podrían explicar totalmente el incremento en la grasa corporal con el tratamiento intensivo de insulina, parecía poco probable que el incumplimiento de la dieta prescrita y un aumento en la ingesta calórica fueran un factor significativo en este aumento de peso.

¿Y cómo saben que la insulina no ha actuado directamente sobre el tejido adiposo, resultando como consecuencia de ello en una reducción del gasto energético? ¿Cómo saben que lo que han medido no es consecuencia, en lugar de causa? No lo saben y ni siquiera se plantean que no lo saben: creen que la Teoría CICO es la única opción posible y ni se molestan en considerar y descartar otras posibilidades.

Thus, intensive insulin therapy causes an increase in body fat as a result of the elimination of glycosuria and reduction in 24-h energy expenditure

Por lo tanto, la terapia intensiva de insulina causa un aumento en la grasa corporal como resultado de la eliminación de la glucosuria y de la reducción en el gasto de energía en 24 h.

Ni siquiera está claro que eliminar la glucosuria sea la causa de la acumulación de grasa corporal, aunque, según estos autores, pueda explicar el 70% de ese efecto. En ausencia de la eliminación de la glucosa (glucosuria), la acumulación de grasa corporal podría haber sido la misma y simplemente el gasto energético habría sido aún menor. O se podría haber perdido músculo, manteniéndose la misma ganancia de grasa corporal. La cuestión es que no es imposible, y no pueden dar por supuesto qué está causando qué, porque sencillamente no lo saben ni se han preocupado en saberlo. Por otro lado, si la ausencia de glucosuria es la causa, ¿no deberíamos los no diabéticos tipo 1 engordar al mismo ritmo que los diabéticos tipo 1? Esa hipótesis no es otra cosa que suponer, porque sí, la existencia de un «exceso calórico» que la ausencia de glucosuria no causa.

Nótese cómo los autores confuden sus fantasías caloréxicas con la realidad:

Therefore, weight gain will occur as a result of an increase in body fat, unless caloric intake is reduced appropriately.

Por lo tanto, el aumento de peso se producirá como resultado de una aumento en la grasa corporal, a menos que se reduzca la ingesta de calorías adecuadamente.

Si quieren demostrar eso, que hagan el experimento, a ver qué pasa. Los resultados que sólo existen en nuestras fantasías en realidad no existen.

En definitiva, ¿es este experimento prueba de que, en el tratamiento con insulina, la insulina no engorda por su acción directa en el tejido adiposo? Evidentemente no lo es: los autores ni siquiera se han molestado en considerar esa causalidad.

¿Qué podría ayudarnos a discernir si estamos en la situación 1 o en la situación 4? Antes de dar respuesta a eso, quiero resaltar que la situación 4 es posible, pero la Teoría CICO no permite ese comportamiento fisiológico. La Teoría CICO no es otra cosa que una hipótesis fraudulenta, pues está basada en premisas injustificadas y es presentada como si fuera una ley de la física: es pseudociencia.

Hecha esa aclaración, si al inyectar insulina la causa de acumular grasa corporal es una reducción del gasto energético o un aumento de la ingesta energética, es decir, que es como si hubiéramos comido «de más», concepto fraudulento donde los haya, ¿hay alguna razón para que esa grasa corporal se acumule en nuestro cuerpo siguiendo una distribución diferente a la de la grasa ya acumulada? Cambiando un poco la pregunta: si la acumulación de la grasa corporal se produce por acción directa de la insulina en el tejido adiposo, ¿es previsible encontrar mayor acumulación de grasa corporal en las zonas cercanas a los sitios de inyección, donde la concentración de insulina será más elevada?

Bueno, pues empecemos por un resultado en ratas que comentaré más adelante en el blog (ver,ver). En ese experimento se encontró:

A significant hypertrophy of the fatty tissue at the site of repeated injections. This hypertrophy represents at least in part an actual increase in lipids, and there is evidence to indicate that this is due to an increased amount of fat stored in the individual fat cells.

Una hipertrofia significativa del tejido adiposo en el sitio de las inyecciones repetidas. Esta hipertrofia representa, al menos en parte, un aumento real en los lípidos, y hay evidencia que indica que esto se debe a una mayor cantidad de grasa almacenada en las células grasas individuales.

¿En qué hipótesis de las dos encaja mejor este resultado? Si la insulina simplemente hace que se reduzca el gasto energético, ¿por qué la grasa se acumula donde se pincha la insulina?

¿Se produce la lipohipertrofia en los lugares de inyección o puede suceder en cualquier punto del cuerpo? ¿Qué quiere decir «efectos lipogénicos locales«? ¿Qué quiere decir efecto anabólico directo de la insulina? ¿Cómo explica la Teoría CICO que la acumulación de grasa en la zona de inyección dependa del tiempo de contacto adipocito-insulina?

Lipohypertrophy is thought to be the direct anabolic effect of insulin on local skin leading to fat and protein synthesis and hence this is observed even with recombinant insulin preparations and continuous insulin infusion pumps. […] Changing insulin to rapid acting humanised insulin has been shown to decrease this side effect as adipocytes are in contact with insulin for short periods and thus local lipogenic effects are minimised (fuente)

Se cree que la lipohipertrofia es el efecto anabólico directo de la insulina en la piel local que conduce a la síntesis de grasas y proteínas y, por lo tanto, esto se observa incluso con preparaciones de insulina recombinante y bombas de infusión continua de insulina. […] Se ha demostrado que el cambio de insulina a insulina humanizada de acción rápida disminuye este efecto secundario ya que los adipocitos están en contacto con la insulina durante períodos cortos y, por lo tanto, los efectos lipogénicos locales se reducen al mínimo

Lipohypertrophy is the most common cutaneous complication characterized by a tumor-like swelling of the fatty tissue around subcutaneous insulin injection sites […] The pathophysiology of insulin-induced lipohypertrophy is generally thought to be the result of the lipogenic effects of insulin and adipocytes enlarge and hypertrophy due to stimulation of proliferation and differentiation of preadipocytes as explained in a classic paper from Japan by Fujikura et al. Microscopic examination of a resected insulin-induced lipohypertrophy lump showed nests of mature adipocytes expanding toward the dermal reticular layer. The hypertrophic adipocytes were twice as large as those from normal subcutaneous areas and contained numerous small lipid droplets. Electron microscopic analysis also revealed a minor population of small adipocytes, suggesting active differentiation or proliferation.(fuente)

La lipohipertrofia es la complicación cutánea más común, caracterizada una hinchazón de aspecto tumoral del tejido adiposo alrededor de los sitios de inyección subcutánea de insulina […] La fisiopatología de la lipohipertrofia inducida por insulina generalmente se piensa que es el resultado de los efectos lipogénicos de la insulina y los adipocitos engordan y se hipertrofian debido a la estimulación de la proliferación y diferenciación de los preadipocitos, como se explica en un artículo clásico de Japón de Fujikura y otros. El examen microscópico de un tumor de lipohipertrofia inducida por insulina resecado mostró nidos de adipocitos maduros que se expandían hacia la capa reticular dérmica. Los adipocitos hipertróficos eran dos veces más grandes que los de las áreas subcutáneas normales y contenían numerosas gotas pequeñas de lípidos. El análisis por microscopía electrónica también reveló una pequeña población de adipocitos pequeños, lo que sugiere una diferenciación o proliferación activa.

En la imagen, las flechas negras señalan la presencia de adipocitos de nueva creación en la zona de inyección de insulina. El efecto de la insulina es no sólo hipertrofiar los adipocitos maduros, sino crear nuevos adipocitos a partir de células precursoras.

«Insulin-induced lipohypertrophy: report of a case with histopathology«

Se sabe que la insulina fomenta la hiperplasia, es decir, la proliferación y diferenciación de preadipocitos que se convierten en nuevos adipocitos capaces de llenarse de grasa (ver). La imagen anterior procede de una observación in vivo de ese proceso.

En esta otra imagen podemos ver el efecto de pincharse insulina de forma repetida siempre en los mismos dos sitios:

¿Ha sido causada esa acumulación por un gasto energético reducido (que actuaría a través de la operación matemática del balance energético) o por acción anabólica directa de la insulina en el tejido adiposo? Seguramente la insulina le ha vuelto sedentario y el gasto energético reducido ha creado un «superávit calórico» que le ha engordado. Seguro que sí.

Hemos visto en el blog otros resultados en los que se relacionan de forma local la concentración de insulina y la acumulación de grasa corporal (ver,ver,ver). De hecho, se sabe que cuando se inyecta insulina, la acumulación de grasa corporal no es análoga a la acumulación de grasa corporal normal: en comparación se acumula más grasa subcutánea que visceral, lo que es coherente con el hecho de que en términos relativos a las concentraciones fisiológicas normales, con la insulina inyectada la concentración de insulina es más elevada en la zona subcutánea que en la zona visceral (ver,ver).

Tampoco olvidemos que la insulina es la principal hormona implicada en la acumulación de triglicéridos en los adipocitos (ver,ver). Sólo la creencia en la pseudociencia del balance energético, asumiendo sus injustificadas premisas (ver,ver), explica descartar de raíz su acción directa en el tejido adiposo. ¿Por qué no se considera la acción hormonal directa de la insulina en el tejido adiposo? Pues porque la Teoría CICO no permite considerar la fisiología del tercer término de la ecuación del balance energético, que es, ni más ni menos, el único término relacionado de alguna forma con el tejido adiposo.

Como comentario final, un experimento científico que ni siquiera se plantea que la insulina engorde afectando directamente al tejido adiposo, es presentado en twitter como supuesta prueba de que no es así cómo engorda la insulina. Mi consejo es que no nos fiemos de quien pone enlaces a artículos que supuestamente respaldan sus creencias: hay que abrir los artículos y analizarlos de forma crítica.

NOTA: aunque sea un obviedad, aclaro que confirmar que se cumple la Primera Ley de la Termodinámica (i.e. que las cuentas de calorías cuadran) no valida la Teoría CICO (ver,ver). Que las matemáticas tienen que cuadrar nadie lo pone en duda: es el comportamiento del cuerpo inventado en la Teoría CICO lo que no tiene fundamento. La Teoría CICO no es la Primera Ley de la Termodinámica, ni un corolario de la misma (ver).

NOTA: el papel de la insulina en la acumulación de grasa corporal es innegable. Basta con leer lo que está publicado en la literatura científica para ver que es así (ver,ver).

estos hallazgos corroboran, sin embargo, una cantidad sustancial de evidencia que muestra el excepcionalmente potente efecto engordante de la insulina, independientemente de las calorías consumidas (fuente)

Excepcionalmente potente efecto engordante, pero no porque sea engordante… ya sabes…

Leer más:

  1. Vicente

    «Potential causes of weight gain in type 1 diabetes mellitus«

    weight gain in type 1 diabetes probably involves the intrinsic lipogenic effects of insulin which result in an increase in lean and fat mass at least in the short term. However, these effects occurred in the absence of a reported increase in energy intake, and increasing physical activity may help shift the weight from fat to lean body mass. It seems clear that weight gain associated with improved diabetic control in type 1 diabetes, much the same as in type 2 diabetes, is not just due to an increase in food intake from an increased appetite or in response to hypoglycaemic episodes

    Energy intake differences between 3 and 6 months had a negative correlation with weight gain, but the changes in glycosuria, appetite scores and the frequency of hypoglycaemia did not correlate with weight gain.

    The increases in fat mass may be due to insulin effects on inhibiting lipid catabolism and stimulating lipogenesis as suggested by animal studies [7]. While our study did not show any statistically significant correlation between food intake and weight change, the weight gain associated with improved glycaemic control has been reported to be associated with a decreased food intake in one of our previous studies in type 2 diabetes

    «How to minimize weight gain associated with insulin treatment«

    decreased urinary caloric loss due to better glycemic control, prevention and correction of hypoglycemia, the anabolic effect of insulin and the possible central resistance to insulin explain the observed weight gain.

  2. Vicente

    ¿Cómo explica la Teoría CICO la acción lipogénica y adipogénica local de la insulina, en los lugares de inyección?

    Es muy sencillo. La insulina llega hasta la proximidad de los adipocitos, dispuesta a actuar. Pero el adipocito no hace nada, porque necesita permiso de la ecuación del balance energético para actuar. ¡Los adipocitos no pueden violar las leyes de la física, aunque quieran! Los adipocitos llaman entonces por teléfono a la junta de la trócola, que es el órgano encargado de calcular el balance energético del día. Cuando se hacen las 12 de la noche y el recuento ya ha sido completado, la junta de la trócola devuelve la llamada, haciendo que aquellos adipocitos afectados por la insulina puedan por fin acumular grasa corporal. Aunque se trata de decenas de miles de millones de adipocitos, la junta de la trócola realiza las llamadas a altísima velocidad, completándose el proceso en unos pocos minutos.

    Para que luego digan que la Teoría CICO no tiene ningún fundamento fisiológico. Sí lo tiene.

  3. Mike

    Hola.

    Entonces, este razonamiento, y el resto de artículos que vinculan a la insulina con el engorde, ¿está solo relacionado con la insulina pospandrial y no con la insulina en ayunas (basal), tal como hablamos en otro artículo?

    Me refiero, ese poder engordante de la insulina, ¿sólo cuenta tras comer, no importando en el resto de horas entre-comidas?

    • Vicente

      Hola Mike,

      Un aumento agudo de la insulina es estimulante, pero los niveles persistentemente elevados de insulina desensibilizan las células objetivo a través de múltiples mecanismos, incluidos los efectos a nivel del receptor de insulina y en varios sitios más allá del receptor. Un nivel elevado sostenido de insulina, independientemente de su origen, típicamente conduce a una resistencia generalizada a la insulina (fuente)

      El nivel basal es el nivel en el que se estabiliza la insulina cuando se lleva un tiempo sin ingesta. Ese nivel supuestamente hace que los adipocitos liberen grasa (aunque el nivel esté elevado respecto de lo que se considera normalidad).

      Por otro lado, lo que sabemos de cómo funciona nuestra fisiología es que los adipocitos reciben triglicéridos de forma neta en el periodo postprandial (ver). Ahí es cuando se juntan la acción de la LPL y la presencia de quilomicrones.

      No es que la insulina importe sólo tras las comidas: lo que marca si almacenamos grasa o no son las tasas de entrada y salida de triglicéridos a lo largo de todo el día, y, por supuesto, si se produce creación de nuevos adipocitos.

  4. Vicente

    ¿Por qué se niega el efecto de la insulina en el tejido adiposo? Por tres razones: dinero, dinero y dinero.

    Las industrias alimentaria, la de la dieta y la del fitness tienen una cosa en común: su interés en proteger la pseudociencia del balance energético. Raro es que quien defiende esa charlatanería no tenga poderosos conflictos de interés. Raro es que quien defiende la Teoría CICO no te quiera vender algo.

  5. Vicente

    No sólo el factor espacial hace pensar en la acción directa de la insulina en el tejido adiposo, también el factor tiempo: los adipocitos responden en el momento en que entran en contacto con la insulina. ¿Cómo podría esa acción ser causada por cambios en los términos del balance energético que en muchos casos ni siquiera se han producido todavía, que en ningún sitio son medidos y que de ninguna manera se comunican a los adipocitos?

    La charlatanería caloréxica no resiste un mínimo análisis crítico.

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