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¿Es posible revertir la diabetes tipo 2?
Si has levantado las cejas al leer el título, puedes bajarlas, porque voy a hablar de dos artículos publicados en revistas científicas, Diabetologia y Diabetes Care, en los años 2011 y 2013.
Empiezo por el final, los resultados: la gráfica b) muestra la segregación de insulina en una persona no-diabética ante dos incrementos de la glucosa en forma de escalón (el segundo del doble de magnitud que el primero). En la gráfica c) lo que vemos es que en una persona con diabetes tipo 2 la respuesta insulínica es menor que en una persona no diabética, y de hecho tras el primer escalón de glucosa prácticamente no hay respuesta. Una característica de la diabetes tipo 2 es que se carece de la fase inicial de rápida subida.
La gráfica f) es la respuesta de una persona cuya diabetes ha sido revertida. Es el resultado de dos meses de tratamiento. A simple vista es mucho más parecida a la de una persona sin diabetes que a la de una persona con diabetes tipo 2.
Las gráficas anteriores están sacadas de un artículo publicado en 2011 en la revista Diabetologia, de título «Reversal of type 2 diabetes: normalisation of beta cell function in association with decreased pancreas and liver triacylglycerol«, reversión de la diabetes tipo 2: normalización de la función de las células beta en asociación con reducción de triglicéridos en páncreas e hígado. Y podemos encontrar más información sobre el tratamiento en el artículo «Type 2 diabetes: etiology and reversibility«, publicado en 2013 en la revista Diabetes Care, o en «Banting Memorial lecture 2012: reversing the twin cycles of type 2 diabetes«, publicado ese mismo año en Diabetic Medicine.
Lo primero que se expone en estos artículos científicos es que la diabetes tipo 2 es reversible en un elevado porcentaje de los casos. Y la prueba de ello es que la diabetes tipo 2 desaparece en prácticamente el 90% de los pacientes diabéticos tipo 2 sometidos a cirugía bariátrica (ver). Y eso no cambió en los siguientes 10 años de seguimiento de estos pacientes (salvo en los pacientes de mayor edad o en los que la enfermedad cursó durante más años). Los autores sostienen que si en ese caso es revertida, es que no hay un impedimento fisiológico para revertirla: es posible curarla.
¿Qué sucede en esa cirugía que pueda revertir la diabetes?
La hipótesis de los investigadores es que la clave está en que el hígado pierda la grasa «extra» que tiene acumulada. Y eso, según ellos, es el efecto de «dejar de comer» tras la reducción de estómago. Quiero resaltar que independientemente de que la explicación que viene a continuación sea correcta, ahí están los resultados publicados en las revistas científicas citadas, así como los casos clínicos que el doctor Jason Fung relata en los vídeos que enlazo al final de esta entrada.
Desarrollo de la diabetes tipo 2
La idea que plantean los artículos referidos es que, con los años, una mala dieta va haciendo que tengamos niveles ligeramente elevados de glucosa en sangre, lo que produce unos niveles de insulina ligeramente elevados, los necesarios para mantener la glucemia en rango normal. Con el tiempo, esos niveles ligeramente más elevados de insulina hacen que el hígado vaya generando demasiados triglicéridos, que en parte se acumulan como grasa hepática y en parte se exportan al torrente sanguíneo (como triglicéridos en VLDL), llevando grasas a todo nuestro cuerpo, en general, pero en particular al páncreas. El exceso de ácidos grasos en el páncreas reduce la capacidad de las células beta para generar insulina ante una subida de la glucosa en sangre.
La grasa en el hígado lo vuelve «resistente a la insulina». El doctor Jason Fung lo explica (en los vídeos enlazados más abajo) de la siguiente manera: el exceso de insulina hace que se acumule grasa en el hígado, pero conforme va habiendo más grasa, el hígado se resiste a hacer caso a la insulina. No quiere acumular más grasa y deja de obedecer a la insulina. Es como llenar una maleta de ropa, dice el doctor Fung. Es fácil con las primeras prendas, pero conforme la maleta se va llenando, hace falta hacer más fuerza para seguir metiendo ropa, hasta que llega un momento en que tenemos que sentarnos encima de la maleta para poder meter algo más.
El hígado graso lleva a una gestión dañada (impaired) de la glucosa. Hemos desarrollado diabetes tipo 2.
Fijémonos en que bajo esta hipótesis, la diabetes tipo 2 estaría provocada en su origen por un exceso de insulina. ¿Qué efecto cabe esperar en la enfermedad cuando ésta es tratada con inyecciones de insulina? ¿Agravamos la enfermedad (hiperinsulinemia provocada por exceso de grasa en hígado y páncreas) tratando el síntoma (glucosa elevada)?
Para reforzar esta hipótesis, los autores citan estudios en los que se ha comprobado la existencia de acumulación de grasa en el hígado antes de que se manifieste la diabetes tipo 2 clásica, así como otros estudios que indican que el simple hecho de tener hígado graso multiplica las posibilidades de desarrollar diabetes en los siguientes 8 años por un factor 5.5.
Revertir la diabetes tipo 2
Lo anterior sería la explicación de cómo se ha generado la enfermedad, pero ¿cómo revertirla? ¿Qué han hecho estos autores para revertir la diabetes en sus pacientes? Básicamente combatir la causa, no los síntomas. Un síntoma es que la glucosa se ha elevado, y reducir ese síntoma es lo que buscan los medicamentos que se prescriben actualmente. Pero estos autores lo que han buscado son formas de que desaparezca la grasa del hígado, por la vía de reducir los niveles de glucosa y de insulina en sangre. Un bajo nivel de insulina hará que el hígado elimine parte de la grasa acumulada en el propio hígado. En los artículos citados el tratamiento fue someter a los pacientes a una:
- Dieta muy baja en calorías (600 kcal/día en total)
Y el doctor Jason Fung añade las siguientes vías de tratamiento:
- Dieta muy baja en carbohidratos
- Ayuno
- Vinagre
- Especias
Este médico también resalta la importancia de eliminar el tratamiento con insulina (en los artículos que cito los pacientes no se medicaban con insulina), pues precisamente lo que se busca es normalizar los niveles de insulina en sangre.
La idea del ayuno que explica el doctor Jason Fung es la siguiente: los niveles de glucosa están más elevados de lo normal. Mientras lo estén, la insulina también estará elevada. Para salir de esa situación hay que reducir esos niveles de glucosa, algo que él consigue en sus pacientes con el ayuno, obligando al cuerpo a consumir parte de esa glucosa (o se me ha pasado, o el protocolo concreto no está explicitado en los vídeos). En realidad el ayuno no parece muy diferente de la dieta de 600 kcal empleada en los artículos.
Como hemos visto al principio de la entrada, estos estudios sostienen que es posible conseguir por la vía de la dieta algo que la cirugía bariátrica había demostrado previamente que era posible: recuperar la sensibilidad a la insulina y recuperar la funcionalidad de las células beta, incluida la fase rápida de la respuesta de la insulina. Esa recuperación de la fase rápida en la respuesta del páncreas se demuestra en esta gráfica:
Si bien en dos meses no se alcanza el nivel de los individuos sin diabetes (círculo blanco), la recuperación es evidente (y posiblemente continúe en el tiempo, aunque eso no lo sabemos).
En los vídeos del doctor Jason Fung, éste comenta el caso de varios pacientes suyos cuya glucosa en sangre se normalizó y que ya no tomaban ningún tipo de medicación. Insulina normal, glucosa normal, sin medicación. Él interpreta que eso es curar la diabetes tipo 2. En realidad, en alguno de los casos los niveles de hemoglobina glucosilada que se mostraban no se habían estabilizado, ni eran «normales» y tenían clara tendencia al alza. Algo que este médico consideró poco importante, pero que obviamente no es así. Algunas personas le acusan de «vender humo». ¿Se trata de un caso puntual, el de una persona en la que la enfermedad ha avanzado tanto que ya no es posible revertirla, o se trata de un error de planteamiento y el tratamiento no funciona en ningún caso? ¿Desacredita ese mal resultado de un paciente los resultados expuestos en los artículos científicos? En el primero de los artículos que estoy citando (ver), ésta es la glucosa en ayunas que se obtiene en los pacientes:
Un conjunto de individuos decidió probar por su cuenta estas ideas, algo que es reportado por uno de los investigadores en este artículo. En un 61% de los casos la hemoglobina glucosilada bajó por debajo del 6.1%. Una mayor reducción de peso estuvo relacionada con mayor éxito en la terapia. El tratamiento funcionó peor cuanto mayor era el tiempo durante el que se había padecido la enfermedad.
Volviendo al artículo original, se hizo un seguimiento de los pacientes un mes después de acabar la intervención (ver). Habían subido un poco de peso, su glucosa en ayunas había subido un poco y su hemoglobina glucosilada también había subido un poco. Mal síntoma. Tres de los 10 ya habían vuelto a ser diabéticos. El autor del artículo expresaba su incertidumbre sobre si la reversión de la diabetes se mantendría en caso de no recuperar el peso. No recuperar el peso perdido parece vital para que el tratamiento tenga éxito.
Mis reflexiones
Mentir sobre los resultados reales de las distintas dietas de adelgazamiento es especialmente gravoso para los diabéticos. Los experimentos que he comentado en esta entrada nos hablan de lo que sucede en dos meses de tratamiento con reducción calórica (y tan pocas calorías que prácticamente no hay carbohidratos). Si esas personas acaban recuperando el peso, como sucede prácticamente siempre con las dietas hipocalóricas, volverán a su condición anterior de diabéticas:
sustainability of weight loss is the most important thing to ensure that diabetes stays away after the initial weight loss (ver)
Si seguimos mintiendo, si seguimos diciendo que todas las dietas sirven por igual para perder peso y que lo único que hay que hacer es mantener la dieta, podemos estar ocultando a las personas con diabetes tipo 2 la vía para recuperar su salud. No se pueden seguir repitiendo falsedades sobre las dietas low-carb basadas en estudios en los que la restricción de carbohidratos o no existió o no se mantuvo en el tiempo (ver, ver, ver, ver). Puede ser que, al igual que le sucede a la restricción calórica, las dietas low-carb tampoco sirvan para perder peso (y que por tanto este estudio sea un fraude), pero la propagación irresponsable de mentiras (ver) tiene consecuencias para la salud de todos, especialmente para las personas con diabetes.
Finalmente, solo quiero resaltar que el artículo que aparentemente demuestra que es posible revertir la diabetes tipo 2 (ver) es de 1992.
Estos son los vídeos que comentaba antes, del doctor Jason Fung:
Leer más:
- ¿Es posible perder peso a largo plazo?
- Estudio científico sobre la restricción de carbohidratos en personas con diabetes tipo 2
- Dietas altas en carbohidratos para “tratar” la diabetes. Cui bono?
- Dietas bajas en carbohidratos para control de la diabetes
- Mantenimiento a largo plazo (tres años) del peso perdido en personas con diabetes y obesidad
- El dinero sucio puede causar obesidad y diabetes
- Diabetes, decisión informada y respeto al paciente
- Diabetes. Esto no puede estar sucediendo
- Diabetes T2 y LCHF (N=1)




