Etiquetado: Hugo R. Rony
Obesidad, delgadez y mala ciencia nutricional
Artículo de 2005: «Beyond Energy Balance: There Is More to Obesity than Kilocalories»
There is no doubt that obesity results from energy imbalance, and that we can predict the magnitude of weight change over time if we know the net energy balance.
No hay duda de que la obesidad resulta de un desbalance energético y se puede predecir la magnitud del cambio de peso con el tiempo si conocemos el balance energético neto.
Analizo por separado las dos partes de la frase.
«No hay duda de que la obesidad resulta de un desbalance energético«. Bueno, pues la cuestión es que deberían haberlo puesto en cuestión, porque es indiscutible que un desbalance energético NO es la causa de la obesidad, del mismo modo que no es la causa de que un niño crezca, ni es la causa de que un embarazo progrese, ni es la causa de que una persona desarrolle su musculatura. Están confundiendo una descripción de un aspecto de la situación con la causa. Es más, están confundiendo causa a nivel de todo el cuerpo con la descripción desde el punto de vista energético de lo que sucede en un adipocito (ver). Y jugando con las palabras lo único que hacen es llegar a conclusiones absurdas y dañinas para la salud (ver).
«Se puede predecir la magnitud del cambio de peso si conocemos el balance energético neto«. Pues tampoco. No predices nada: con el balance energético confirmas a posteriori que se cumple la primera ley de la termodinámica. Predecir es otra cosa (ver). El detalle es muy importante: la nula capacidad predictiva del balance energético es el quid de la cuestión. Las leyes de la termodinámica, el balance energético, no tienen capacidad predictiva y por tanto no tienen utilidad práctica cuando se habla de la obesidad: el peso corporal o la grasa corporal cambian como tienen que cambiar en función de los estímulos que tiene el organismo y de cómo se encuentra, y el balance energético no puede nunca ser útil para predecir el resultado, pues es la biología la que determina qué sucede.
Otro artículo, éste de 1995, firmado por Hugo R. Rony M.D.: «OBESITY AND LEANNESS»
Fat accumulates in the body when the caloric intake exceeds the caloric output.
«La grasa se acumula en el cuerpo cuando la ingesta energética excede el gasto energético.» Mal comienzo, pues no es cierto. Yo cuando como más de lo que gasto crezco en altura, desarrollo músculo, progresa mi embarazo o me crece el pelo (ver,ver). También me puede crecer un tumor cuando como más de lo que gasto. Es más, puedo acumular grasa sin necesidad de que la ingesta energética supere al gasto energético, si, por ejemplo, al mismo tiempo estoy perdiendo músculo. Es evidente que un balance energético positivo NO es la causa de la acumulación excesiva de grasa corporal, sino simplemente otra forma de expresar «acumulación de energía», en cualquiera de sus formas: músculo, grasa, glucógeno, etc. (ver).
Aunque el artículo ha empezado con errores de concepto, se arregla un poco:
Obese individuals do not accumulate fat persistently.
Los individuos obesos no acumulan grasa en todo momento.
The conception that his obesity is due to positive caloric balance might be useful in explaining how he reached this excessive weight,but cannot inform us why he maintains it, why he resists attempts to reduce it to normal, why he tends to regain it after successful reduction. In other words, the caloric approach is applicable, at best, only on the dynamic phase of obesity but not on the static phase.
La concepción que su obesidad se debe al balance calórico positivo podría ser útil en la explicación de cómo se llegó a este exceso de peso, pero no nos explica por qué lo mantiene, por qué resiste intentos de reducirlo a la normalidad, por qué tiende a recuperarlo después de una reducción exitosa. En otras palabras, el enfoque calórico es aplicable, en el mejor de los casos, sólo en la fase dinámica de la obesidad pero no en la fase estática.
En pocas palabras, lo que está diciendo es que aunque el balance energético fuese capaz de explicar por qué una persona sube de peso, no puede explicar por qué luego mantiene el peso adquirido contra viento y marea. Este argumento no está mal: cuando una persona engorda, ¿se está equivocando y come más «de lo que debe», pero cuando mantiene el peso, una vez esa persona ya está gorda, entonces sí sabe acertar a comer «lo que toca» para su peso? ¿Por qué no sigue errando en la cantidad? ¿Ya no tiene un apetito desmedido? Además, ¿es incapaz de comer un poco menos «de lo que debe» para adelgazar? Y cuando consigue adelgazar algo a corto plazo, ¿vuelve a no ser a capaz de acertar la cantidad, y entonces recupera el peso perdido? Teniendo en cuenta que al engordar casi siempre estamos hablando de acumular unos pocos gramos de grasa cada día (ver), la persona, obesa o delgada, que mantiene el peso tendría que acertar a comer «lo que toca» con una precisión de gramos cada día. Si se equivoca en 10g diarios, engorda 3 kilos y medio al año. En 10 años es obeso. ¿Es alguien capaz de hacer eso de forma consciente, a través de cambios en su comportamiento? Es absurdo plantear que las personas delgadas lo son porque detectan que están engordando y ajustan la ingesta para evitarlo: ¿aciertan a reducir la ingesta cada día hasta lo que toca hasta rebajar lo poco que habían engordado y así mantienen su peso estable? ¿Quién es el «fenómeno» capaz de hacer eso, teniendo en cuenta que el gasto energético depende de mil factores, incluyendo la composición de la dieta, y que es imposible cuantificar la ingesta energética con la precisión necesaria para tener un control consciente del peso? ¿También contabilizan cuántos mililitros de agua ingieren teniendo en cuenta su sudoración y eliminación de líquidos a través de la orina y las heces? ¡Qué maravilla de gente!
Puede parecer surrealista, pero cuando se plantea que las personas con exceso de peso lo son por razones de comportamiento (comer demasiado o hacer poco ejercicio), lo que estamos diciendo implícitamente es que los delgados sí saben controlar su peso con su comportamiento. Es absurdo (ver).
The caloric balance is known to be positive in growing children. Studies of the caloric metabolism in the growth period have given us some information as to how the growing organism manages to accumulate calories in the growing tissues, but what we know of the cause of growth was learned by a different approach in another field of the problem of growth.
El equilibrio calórico es conocido por ser positivo en los niños que crecen. El estudio del metabolismo calórico en el período de crecimiento nos ha dado alguna información acerca de cómo el organismo que crece logra acumular calorías en los tejidos que crecen, pero lo que sabemos de la causa del crecimiento fue aprendido por un enfoque diferente en otro campo del problema del crecimiento.
Otro buen argumento: los niños que crecen están en balance calórico positivo, pero para entender por qué sus tejidos acumulan energía a nadie se le ocurre hablar del balance energético. ¿Es que acaso alguien cree que los niños crecen porque comen más de lo que gastan? ¿Por qué no usamos las leyes de la termodinámica para achacar el crecimiento de un niño al sedentarismo o a la gula? ¿Te parece absurdo que pregunte esto? Estoy de acuerdo. El problema es que este planteamiento absurdo se está usando con la obesidad, con la excusa de que viene avalado por las leyes de la termodinámica. Pero no es otra cosa que el fruto de los prejuicios contra los obesos.
Positive caloric balance may be regarded as the cause of fatness when fatness is artificially produced in a normal person or animal by forced excessive feeding or forced rest, or both. But obesity ordinarily develops spontaneously; some intrinsic abnormality seems to induce the body to establish positive caloric balance leading to fat accumulation. Positive caloric balance would be, then, a result rather than a cause of the condition. That this is not merely playing with words is best demonstrated by the obese person who on low caloric diet had lost his excess weight and then with continued restriction of food intake manages to keep himself at normal body weight. At this time he is in caloric equilibrium, and may appear normal in every respect. Nevertheless, he may still have the anomaly that had caused him to become obese as he may establish a positive caloric balance and rapidly deposit fat as soon as he allows himself to follow his spontaneous impulses of eating and activity.
Un balance calórico positivo puede considerarse como la causa del engorde cuando la gordura se produce de forma artificial en una persona normal o un animal por una alimentación excesiva forzada o un descanso forzado o ambos. Pero la obesidad generalmente se desarrolla espontáneamente; alguna anomalía intrínseca parece inducir al cuerpo a establecer el balance calórico positivo que lleva a la acumulación de grasa. El balance calórico positivo sería, entonces, un resultado más que una causa de la condición. Que esto es no sólo jugar con palabras es demostrado por la persona obesa que con dieta hipoalórica pierde su exceso de peso y luego con la continua restricción de alimentos logra mantenerse en el peso corporal normal. En este momento está en equilibrio calórico y puede parecer normal en todos los sentidos. Sin embargo, todavía puede tener la anomalía que había causado que se conviertiera en obeso y se puede establecer un balance calórico positivo y rápidamente depositar grasa en cuanto se permite seguir sus espontáneos impulsos en términos de comida y de actividad.
Otro buen argumento: si te fuerzas a comer por encima de lo que te pide el cuerpo, en ese caso estás forzando la causa de la ganancia de peso. Pero, en condiciones normales, nadie hace eso. La gente engorda «espontáneamente». El autor del texto se lía un poco con la causalidad, asumiendo que el balance energético tiene que estar implicado en la causalidad de la obesidad. No tiene sentido meter la energía de por medio en la disertación, salvo que alguien sea capaz de hablarnos de un mecanismo fisiológico por el que el balance energético altera la acumulación de grasa (ver). Hasta que llegue ese día, lo razonable es:
Anormalidad intrínseca —> Acumulación de grasa —> (¿a quién le importa?) Hemos comido más de lo que gastamos
En cualquier caso, el autor sí acierta a sugerir que el balance energético positivo puede ser el resultado, no la causa, de la condición que nos hace engordar. Y sugiere otra idea interesante: una persona que tras adelgazar aparentemente está en equilibrio energético puede estar sufriendo todavía la «anormalidad» que le hace acumular grasa, por lo que puede acabar recuperando rápidamente el peso perdido. Ya hemos visto varias veces en el blog que es exactamente lo que dice la evidencia científica que sucede (ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver). No obstante el autor achaca el efecto a que se cede a los impulsos de comer y no moverse. Es decir, acaba hablando del comportamiento como causa: apetito, saciedad y el control de la ingesta, lo que entra en contradicción con esa «anormalidad intrínseca» de la que hablaba. Es una pena que combine buenas observaciones con otras no tan buenas.
It follows that studies of the caloric equilibrium in obesity, valuable as they are for certain aspects of the problem, do not necessarily have a direct bearing on the basic pathogenesis of obesity.
Resulta que estudios del equilibrio calórico en la obesidad, valiosos en realidad para ciertos aspectos del problema, no tienen necesariamente una relación directa en la patogenia básica de la obesidad.
Otra buena observación: el estudio de los aspectos energéticos, quizá en algún caso aclaren algo del problema, pero no necesariamente tiene algo que decir en cuanto a las causas y evolución de la obesidad. Yo me permito dudar de que hablar de energía sirva para algo positivo en la obesidad. Llegará un día en que todo el mundo coincidirá en que hablar de calorías nos llevó a la época más oscura habida nunca en la historia de la ciencia nutricional. No estoy exagerando.
Gary Taubes dice que este artículo de Hugo R. Rony es uno de los más reflexivos que se ha escrito nunca en inglés sobre la regulación del peso corporal:
easily the most thoughtful analysis ever written in English on weight regulation in humans (ver)
posiblemente el más reflexivo análisis escrito en inglés sobre la regulación del peso en los seres humanos.
Supongo que Gary Taubes incide aquí en su percepción (ver) de que la segunda guerra mundial supuso un retroceso en el estudio de la obesidad. Según cuenta, el conflicto bélico hizo que los autores de lengua alemana fueran ignorados y que se implantara una visión de la obesidad basada en el prejuicio de que la causa de la obesidad es un apetito desmedido. Un desastre cuyas consecuencias todavía estamos pagando.
Desde luego es un análisis algo más inteligente que los basados en la tautología de que engordamos porque consumimos más energía de la que gastamos (ejemplo). La gente que tiene algún tipo de responsabilidad en temas de nutrición debería ser obligada a leer a Gary Taubes tantas veces como hiciera falta hasta que pudieran explicar por qué se usan las leyes de la termodinámica en la obesidad pero no en el crecimiento de un niño o en el desarrollo muscular (ver). ¿Es comer mucho y moverse poco un camino avalado por las leyes de la termodinámica para desarrollar la musculatura? ¿Crecen los niños porque ingieren más energía de la que gastan? ¿Crecen por vagos y glotones y dejan de crecer cuando adquieren autocontrol y fuerza de voluntad? ¿Las leyes de la termodinámica dan ese diagnóstico en el caso de la obesidad pero no en el resto de crecimientos? ¿Por qué?
Ésa es la pregunta: ¿por qué sólo en la obesidad se recurre a las Leyes Universales del mundo mundial, de cumplimiento inevitable, al tiempo que a nadie en su sano juicio se le ocurre deducir de ellas las causas de otros «crecimientos» en un ser vivo? No he encontrado a nadie en el lado oscuro de la nutrición que se aventure a explicar esta contradicción.
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