Daniscience (alias Sprinter) (1/2)
Para que nos situemos, Daniscience (alias Sprinter) es el señor que, aparte de llamarme fulano, hizo mofa de mi cuerpo llamándome «cuerpoalien» (ver). Posteriormente, Andrés le contestó que, en tal caso, él también es cuerpoalien (ver).
Hecha esta aclaración, voy a hablar de los argumentos de este señor (mis negritas):
no a todo el mundo tiene por qué interesarle el gym o tener tableta marcada pero si toda la gente que marca tableta cuenta calorías será por algo, no porque sea divertido ni mucho menos. Y sabrá más de pérdida de grasa alguien que ha llegado al 8% que alguien que del 20% no baja ni a tiros «porque le da lo mismo». Sprinter (musclecoop)
ustedes pueden tener el % de grasa que les plazca pero luego no discutan con gente que sí sabe lo que es bajar TODA la grasa. No es lo mismo comerse dos filetes que veinte. Daniscience
Dos argumentos:
- Los que tienen un 8% de grasa corporal (y marcan tableta) saben más de pérdida de grasa que quien no consigue bajar del 20% o que quien no lo intenta.
- No es lo mismo comerse dos filetes que veinte.
Dejo el segundo argumento para la segunda parte de este artículo, y me centro en el primero.
Los que tienen un 8% de grasa corporal (y marcan tableta) saben más de pérdida de grasa que quien no consigue bajar del 20% o que quien no lo intenta
Algo de verdad hay en el argumento: si yo fuera un
- joven de 20 años,
- que está en forma,
- que nunca ha tenido problemas de peso,
- que quiere llegar a tener un porcentaje bajísimo de grasa,
posiblemente escucharía a las personas que lo han logrado. De ahí a pensar que tienen razón en todo lo que dicen habría un trecho enorme. Quizá la eficacia del método propuesto es baja y no todo el mundo consigue bajar lo que desea y quizá otros lo han conseguido aplicando unas ideas que no tienen nada que ver con las que se nos cuenta. Pero, reitero, seguramente lo escucharía.
Pero cuidado con este argumento. En primer lugar, porque estamos hablando de la solución a un problema inexistente para la mayor parte de la gente: sólo algunas personas tienen interés en alcanzar niveles de grasa bajísimos.
Y por otro lado no hay razón para pensar que el problema de «perder grasa» de una persona joven que nunca ha sido obesa es comparable, de alguna manera, al problema de perder grasa de una persona que, por ejemplo:
- ha sido obesa durante 10 años y que,
- con 45 años se plantea perder la grasa que le sobra.
¿Por qué tendrían que ser problemas similares? A mí la evidencia científica me hace pensar que no necesariamente lo son: hay cambios fisiológicos que pueden explicar la dificultad que tenemos los obesos para alcanzar un peso normal y mantenerlo (ver,ver,ver).
¿Quien siendo joven y sin haber tenido nunca problemas de peso alcanza un porcentaje de grasa corporal del 8%, sabe algo de cómo perder los 30 kg que le sobran a una persona de mediana edad, que ha sido 10 ó 20 años obesa y sabe cómo mantener el peso perdido a largo plazo?
Teniendo en cuenta que la evidencia científica muestra un fracaso sistemático del «menos plato y más zapato» como método para adelgazar (ver,ver,ver), como mínimo cabe poner en duda que el secreto sea conocido por todo aquel que tiene un six-pack.
Pero, como decía, yo sí escucharía a las personas que, desde obesas, han logrado bajar de peso y mantener lo perdido a largo plazo.
Por otro lado, los testimonios de la gente hay que cogerlos con pinzas: a menudo atribuimos los resultados a lo que creemos que ha funcionado, no a lo que realmente ha sido la razón por la que ha funcionado. Y, otras veces, como no somos conscientes del problema que tenemos entre manos, cantamos victoria cuando hemos llegado al peso objetivo, y en realidad no tenemos ninguna garantía de que vayamos a mantener el nuevo peso a largo plazo. En esta entrada están más desarrolladas estas ideas.
Daniscience (alias Sprinter) presupone en su argumento que mi situación, haber sido obeso durante años y llevar 5 años manteniendo el peso, con casi 50 años, es la misma que la de un veinteañero que nunca ha tenido problemas de peso y que se empeña en marcar tableta. Es sólo su creencia basada en sus pseudocientíficas ideas sobre qué funciona para perder peso (ver).
Como nota final de esta primera parte, creo que viene a cuento recordar el experimento The Biggest Loser (ver,ver,ver): las predicciones de Kevin Hall, un prominente caloréxico, fueron que no habría problemas para mantener el peso perdido con el «menos plato y más zapato»: 3000 kcal/d y 20 minutos de ejercicio intenso, y mantendrán el peso, decía. Pero no funcionó.
Leer más:
Por no alargar más esta entrada, paso a comentarios una reflexión más:
Hay una incongruencia en el argumento: «no baja ni a tiros» indica que se está intentando bajar del 20% de grasa corporal, mientras que «porque le da lo mismo» indica que no se está intentando. La incongruencia viene, evidentemente, de que se quiere atribuir el no poder bajar de un cierto porcentaje de grasa corporal al mismo tiempo a no saber hacerlo («ni a tiros») y a no querer hacerlo («le da lo mismo»).
Pero aparte de que no se sabe o no se quiere, hay más opciones.
Se puede estar intentando y no conseguirlo porque no es posible. Ni siquiera sabemos qué porcentaje de la población obesa puede bajar a un peso corporal normal con dieta y ejercicio. Basta con leer lo que está publicado en la literatura científica para darse cuenta de la gravedad de la situación. Con esa realidad en mente, creer que cualquiera, al margen de su «historial clínico» puede alcanzar un six-pack simplemente con proponérselo es mucho creer. La idea de que para adelgazar basta con comer menos de lo que se gasta, no sólo es de origen pseudocientífico, es que no ha funcionado nunca en la práctica. Y son casi 100 años de fracasos (ver). Preocupante.
Y también se puede estar intentando pero no estar obsesionado por el resultado. Una persona que se cuida, que come razonablemente bien y que hace ejercicio, es posible que persiga mantenerse en un porcentaje de grasa corporal bajo, pero se la puede refanfinflar que su cuerpo no responda como él/ella desea. Aceptar el cuerpo que se tiene, el que sea, no significa no esforzarse por llevar una vida saludable: significa quererse a uno mismo y tener autoestima. Hay profesionales de la salud que esto lo entienden y te dicen: «el objetivo es cuidarse, no bajar de peso». Quien tiene como objetivo bajar de peso tiene el objetivo equivocado. Y puede acabar odiando su cuerpo, lo que siempre es un error (ver,ver,ver,ver,ver).
Concretando en mi caso personal, y asumiendo, y es mucho asumir, que mi porcentaje de grasa corporal sea como dice Daniscience (alias Sprinter) del 20%, es cierto que tengo en la parte del abdomen algo más de grasa de la que quisiera (ver foto). Y se me podría aplicar que «no bajo ni a tiros», porque hago lo que creo adecuado para no tener esa grasa: soy 100% fiel a mis ideas sobre lo que debo comer, hago ejercicio prácticamente a diario, etc. Pero tengo esa grasita. Mi vientre es esencialmente plano y, salvo que vaya a más, se trata de una cuestión puramente estética. ¿Es bueno estar disgustado con mi cuerpo? Además de absurdo, porque me veo genial, no me aportaría nada. Y, como decía, no significa que no haga lo que creo adecuado para estar sano.
Hola,Vicente,me llamo Toni 55 años te sigo todos los días y tal vez respecto a composición corporal se refiere estoy entre Vicente y danisciensie (sprinter) un poco mas cerca de sprinter.tu divulgas experiencia,que puede servir de ayuda para muchas personas que ahora mismo están sufriendo mucho por sus problemas metabólicos hormonales porque esta sociedad llena de «gurus » con titulo oficia y sin titulo les dicen repetida una y otra vez menos plato y mas zapato o una caloría es una caloría y muchas otras cosas ejemplo como no vas a estar gordo si te lo comes todo y no haces nada…yo era uno de ellos..sin darnos cuenta del daño que hacemos desde un punto de vista de humano de 20 años sano que entrena y tal vez consume sustancias o las consumirá para mantener el 8% de grasa y máxima hipertrofia y que cada vez le costará más mantener con su dieta hipo calórica de tres meses después de estar nueve meses con más de 600 g de hidratos diarios y ya no tenga 20 años si no 40.Vicente persona normal que a tenido problemas metabólicos que tiene 40 años que intenta demostrar una y otra vez que no son las calorías si no la comida ultra procesada la que convierte en gordos y enfermos a nuestros hijos .Gracias Vicente y perdón no suelo contestar ni opinar
solo leer gracias
Hola Toni,
ante todo, muchas gracias por leer las cosas que escribo.
Desde luego, ésa es mi apuesta para que mis hijas no tengan problemas de peso (y sólo los inevitables de salud): dieta cercana a paleo (sin azúcar, sin harina, sin productos procesados y sin aceites de semillas).
Yo he tenido suerte, pero hay otras personas que no la están teniendo. Y lo último que necesitan son teorías pseudocientíficas que les hagan creer que la solución ya la conocen y que sólo tienen que esforzarse. La charlatanería CICO no sólo no ayuda: es una lacra que obstaculiza la búsqueda de soluciones, y, además, destroza psicológicamente a quienes no consiguen adelgazar. Lo que sucede en el mundo de la nutrición/obesidad con esta pseudociencia es una vergüenza y un escándalo.
Como digo, yo he tenido suerte: he conseguido bajar todo lo que me sobraba y mantenerme a largo plazo, pero eso no quiere decir que otras personas haciendo lo mismo lo vayan a lograr. La falsa esperanza y culpar a la víctima sólo sirven para hacer daño. Al contrario, la verdadera ayuda es proporcionar métodos efectivos para adelgazar y en ningún caso engañar sobre la efectividad real del tratamiento.
Pues Andrés también está estupendo… y no le hace falta poner foto de Yul Brynner…
Pues si vosotros sois «cuerpoalien», cualquiera pone su foto. Me niego (jajajaja).
De verdad, a estos les daba yo una menopausia y una genética chunga y a ver qué hacían con su gimnasio. (y lo dice una que estuvo muchos años federada en balonmano, con entrenamientos brutales, y dieta de las 1000 calorias… y jamás adelgacé)
Nada que no puedan resolver con su resta: si comen menos de lo que gastan adelgazan.
De verdad que es increíble que estemos tratando de corregir la obesidad con una operación matemática y juegos de palabras.
Daniscience tiene un blog pedorro en el que intenta transmitir algunas ideas mas o menos buenas, de cualquier forma esta lleno de contradicciones (alimentos hipercalóricos y esas huevadas, como la mayoría) es un nabo. Debería dejar la soberbia de lado puesto a que no le ganó a nadie y jamas ha sufrido obesidad. Una pena, podría ya ir formando fila con el forro de $ergio E$pinar. Un saludo Vicente, si quieres eliminar mi comentario por parecerte ofensivo no lo tomaré a mal, lo importante es que sepas que divulgo muchos artículos que escribes y que me resulta un aprendizaje enrome ver la forma en la que explicas las problemáticas en el sistema. Un abrazo enorme desde Argentina. 🙂
muchas gracias por seguir leyéndome y por dar difusión al blog 🙂
Nadie ha demostrado que yo sepa, que contar calorías sea método necesario ni suficiente para marcar tableta. Obviamente, hablamos de mantener la tableta a largo plazo. Posiblemente a corto plazo la restricción calórica sí proporcione el resultado deseado. Posiblemente y posiblemente no sea la única opción.
Si aceptamos como premisas que 1) nuestro tejido adiposo es pasivo, que no puede tener iniciativa propia para ganar o perder grasa corporal (ver), y 2) que la hiperplasia del tejido adiposo no afecta al comportamiento de nuestro tejido graso, los dos problemas (salir de la obesidad en una persona de mediana edad y bajar del 15% al 8% en un veinteañero) podrían asemejarse. Podrían, bajo esas infundadas premisas y aún así sin ninguna garantía de que sean problemas equiparables.
La clave entonces es qué seguridad tenemos en que esas premisas son correctas, qué seguridad tenemos para decir que el «menos plato y más zapato» es una verdad universal a la hora de adelgazar (ver).
¿Qué seguridad tenemos para decir que todos estos estudios están mal hechos?
18 estudios en que los participantes “comieron menos” y no funcionó
Un método de origen pseudocientífico, que fracasa sistemáticamente en la literatura científica, aun cuando los datos dicen que se ha seguido, pero tenemos la certeza de que los experimentos están mal hechos y de que el problema es que la gente no aplica el tratamiento correctamente. ¿En serio?
Reitero mi ofrecimiento a Leroy para debatir de lo que quiera cuando haya terminado de leer mi librito. Espero que lea esto.