Sin subida de la insulina en sangre no hubo engorde (en ratones)
«Hyperinsulinemia Drives Diet-Induced Obesity Independently of Brain Insulin Production»
we provide genetic evidence that pathological circulating hyperinsulinemia drives diet-induced obesity and its complications
proporcionamos evidencia genética de que la hiperinsulinemia circulante patológica causa la obesidad inducida por dieta y sus complicaciones
Artículo en Cell Metabolism de 2012. Los autores trabajan con ratones en los que ponen a prueba la idea de reducir los niveles de insulina. Emplean como modelo de estudio ratones en los que se han manipulado los genes asociados a la secreción de insulina, tanto cerebral (Ins2) como del páncreas (Ins1).
we endeavored to selectively lower circulating insulin by generating mice null for the brain-expressed Ins2 gene while modulating the gene dosage of pancreas-specific Ins1 (Figure 2A).
Se consiguió el modelo deseado, pues, efectivamente, los ratones con poca secreción de insulina en el páncreas (triángulos azul y rojo oscuro) tenían unos niveles de insulina claramente reducidos en comparación con el resto de ratones, al margen de la dieta seguida. La gráfica muestra la respuesta insulinémica ante una inyección de glucosa.
Los ratones con reducida secreción de insulina no engordaban con la dieta engordante para ratones (triángulos rojos comparados con círculos salmón):
Our data demonstrate that prevention of high-fat diet-induced hyperinsulinemia through partial ablation of the pancreas specific Ins1 gene protects mice from diet-induced obesity and associated complications by upregulating genes that mobilize lipids and increase mitochondrial uncoupling while downregulating genes required for differentiation in white adipose tissue
Nuestros datos demuestran que evitar la hiperinsulinemia inducida por la dieta alta en grasa […] protege a los ratones de la obesidad inducida por dieta
¿Acaso los ratones Ins1 +/- comieron menos y por eso engordaron menos? No es eso lo que vieron los investigadores. Lo que ellos percibieron fue que la ingesta energética y los niveles de actividad física eran los mismos que en el resto de ratones.
we found increased energy expenditure preceding the onset of differences in body weight (Figure 4H). The timing of this observation was important because the normalization of energy expenditure between mice with different levels of adiposity is complicated (Himms-Hagen, 1997). Notably, we did not observe significant differences in food intake, physical activity, or respiratory quotient
Las leyes de la termodinámica y el «exceso calórico»
Hablando de las razones por las que engordamos, las leyes de la termodinámica no ayudan a entender nada, aunque siempre se cumplan (ver). En este experimento, en los ratones en los que se mantuvieron bajos los niveles de insulina también se redujo el almacenamiento de grasa. Eso significa que los triglicéridos que de otro modo habrían acabado formando parte del tejido adiposo, acabaron siendo transformados en un ligero aumento de la energía disipada: la energía no desapareció mágicamente y las leyes de la física no fueron violadas. Los autores sugieren que sencillamente al no elevarse la insulina, las proteínas desacopladoras (ver,ver,ver,ver,ver) están más activas (i.e. se desperdicia más energía como calor):
Mice made genetically incapable of high-fat diet-induced fasting hyperinsulinemia had increased levels of Ucp1 in white adipose tissue and increased energy expenditure.
Immunocytochemistry showed what appeared to be enhanced Ucp1 protein in white adipose tissue from high fat-fed Ins1+/−:Ins2−/− mice compared with high fat-fed Ins1+/+:Ins2−/− littermates
we propose a model for diet-induced obesity whereby hyperinsulinemia normally negatively regulates white adipose tissue Ucp1 expression, via a gene network involving Pparγ and Nrip1, to suppress energy expenditure
Our data support a model whereby insulin levels must be kept low to maintain energy expenditure in white adipose tissue via the expression of Ucp1
O en otras palabras, lo que este resultado sugiere es que, en estos ratones, cuando la comida no es engordante (i.e. no sube la insulina), la comida que no se almacena simplemente se disipa como calor. Aparentemente,
no fue un aumento del gasto energético lo que redujo el engorde, sino que fue una reducción del engorde lo que aumentó el gasto energético.
Es importantísimo no dar por sentado que la causalidad es inevitablemente la que proponen como obvia los defensores de la pseudocientífica teoría del balance energético (ver,ver,ver,ver).
Si la elevación de la insulina en sangre, la hiperinsulinemia, es un factor necesario para que se produzca el engorde, es imposible seguir manteniendo que es consumir «demasiadas calorías» lo que hace engordar.
Dos grupos de ratones consumen la misma cantidad de calorías pero sólo engordan los que sufren ciertos cambios hormonales. ¿Cuál de los dos grupos ha comido «más de la cuenta«?
El absurdo es seguir hablando de «exceso calórico» (ver,ver) si con la misma ingesta energética la comida sólo ha sido engordante cuando la insulina se ha elevado. Es el uso erróneo de una tautología lo que introduce de forma fraudulenta el paradigma energético en el estudio de las causas y soluciones a la obesidad (ver,ver,ver).
En definitiva, el resultado de este experimento es muy didáctico para explicar por qué la teoría del balance energético no es más que patética y dañina charlatanería (ver).
Leer más:
- “La sobrealimentación es, esencialmente, un estado de excesiva acción de la insulina”
- Fructosa e hígado graso no alcohólico
- La ciencia es asín (I)
- La ciencia es asín (II)
- La ciencia es asín (III)
- La ciencia es asín (IV)
- La ciencia es asín (V)
- La ciencia es asín (VI): el misterio del adipocito glotón y vaguete
- La ciencia es asín (VII)
- La ciencia es asín (VIII)
- La ciencia es asín (IX)
- La ciencia es asín (X)
- La ciencia es asín (XI). Sí hay preguntas estúpidas
La gráfica
Por otro lado, esta gráfica del artículo no tiene desperdicio. ¿Cómo causa la «hiperinsulinemia periférica» la obesidad? ¿Mediante la acción directa de la insulina en los adipocitos, que es un mecanismo fisiológico indiscutible (ver,ver)? No, esa flecha no está en el esquema anterior. Lo que indican los autores del experimento es que la hiperinsulinemia causa obesidad reduciendo el gasto energético, es decir, ¡a través de la ecuación matemática del balance energético! Y esto lo hacen los autores de un estudio que es de experimentación, que estudia la fisiología y que llega a la conclusión de que los cambios hormonales, la hiperinsulinemia, son claves en que haya engorde o no.
El gasto energético es una salida del sistema «cuerpo humano», no necesariamente un factor causal en la ganancia/pérdida de peso, y no hay ninguna razón fisiológica para dar por buena la causalidad arbitrariamente establecida por la pseudociencia del balance energético. No incluir esa causalidad en los planteamientos no viola ninguna ley inviolable y hay otras causalidades que sí son coherentes con la fisiología:
NOTA: que la insulina no lo explique todo no hace correcta la teoría del balance energético.
Seguro que las leyes de la termodinámica nos dan la respuesta.
Sí hay preguntas estúpidas, pero sólo las hacemos con la obesidad. ¿Por qué?
Por eso yo tomo Diazoxide (y obviamente Metformina)
Saludos Vicente, aprovecho a agradecerte y felicitarte por esta y por las entradas acerca de la intolerancia al gluten, se me pasó hacerlo en su momento pero más vale tarde…
Nunca he entendido ese enredo que los nutricionistas tienen con la insulina; de acuerdo, no es la única hormona que controla el peso corporal pero nadie discute que promueve la lipogenesis y frena la lipolisis, que la resisten a la insulina es básicamente la imposibilidad de quemar glucosa, que eso, además de una glicemia elevada produce hiperinsulemia y que ambas, en combinación, se traduce en una elevación disparada de trigliceridos, pero eso no es lo que engorda a los prediabeticos, nosotros engordamos porque «comemos más de lo que gastamos»
Simplemente surrealista, como sueles decir
Tengo la suerte y el buen tino para darme cuenta del engaño, lamentablemente muchos confiarán en charlatanes incapaces de explicar porque un diabético o prediabético debe llevar una dieta alta en carbohidratos, pese a que saben que no podemos metabolizarlos
Como sea, se agrace la existencia de blogs como el tuyo
Hola Saturnino,
gracias a ti por prestar atención a este blog.
L@s nutricionistas son una parte muy importante del problema, pero no son los únicos responsables de la charlatanería con la que se está tratando la obesidad. Mira un ejemplo en la «Revista de Biología Celular»:
«Sobrealimentación», «energía excesiva»… no sólo son l@s nutricionistas los que propagan esta pseudociencia. Es una enfermedad institucional.
Del mismo artículo:
«Insulin signaling plays an important regulatory role in adipocyte metabolism by promoting the synthesis and storage of macronutrients and inhibiting their catabolism. […] Insulin also acts on the adipocyte to suppress lipolysis during the fed state. This is accomplished in several ways.»
nosotros engordamos porque “comemos más de lo que gastamos”
A ver cómo luchamos contra eso. Cuesta mil veces más explicar que es una estupidez colosal que lo que cuesta convencer a alguien de que nuestro cuerpo funciona según la primera ley de la termodinámica. Es una situación demasiado asimétrica como para tener esperanzas de que veremos el día en que esta teoría sea tratada como la charlatanería que es. Pero, ¿qué otra cosa se puede hacer salvo denunciarlo?
Me llama la atención que en este estudio se use una dieta alta en grasa para producir insulina en ratones. Llevo unos meses siguiendo una dieta cetogénica precisamente para bajar mi resistencia a la insulina. ¿Sabes si hay algún estudio que relacione dieta alta en grasas y resistencia a la insulina en humanos? Gracias por tu blog.
Hola Amparo,
las dietas altas en grasa no sientan bien a los roedores. Se sabe que en esos animales son más engordantes a igualdad de calorías que dietas más bajas en grasa. Aunque en este caso concreto la dieta no llevaba azúcar, lo que suele emplearse para engordarlos son dietas simultáneamente altas en azúcar y grasas que además no están basadas en alimentos sino en ingredientes refinados. Sencillamente esas dietas «altas en grasa» no son la «dieta paleo» de esos animales.
En general las dietas bajas en carbohidratos reducen tanto la glucosa en ayunas como la insulina en ayunas (ver), por lo que yo diría que no es de esperar que aumenten la resistencia a la insulina, sino más bien lo contrario (ver, ver,ver,ver,ver,ver).
Por otro lado, normalmente las dietas bajas en carbohidratos suben el HDL y bajan los triglicéridos, y esos cambios están relacionados estadísticamente con tener mejor sensibilidad a la insulina (ver).
Hay que estar pendientes de al menos dos fuentes de confusión:
1) La resistencia a la insulina no es un concepto único: existen como mínimo la resistencia a la insulina hepática, periférica y del tejido graso.
2) Es posible que con una dieta muy baja en carbohidratos se produzca resistencia a la insulina «fisiológica», no patológica: mecanismo no preocupante por el que ante la ausencia de carbohidratos dietarios nuestro cuerpo preserva la glucosa en sangre para garantizar el suministro de glucosa al cerebro. No sería lo mismo tener esa resistencia a la insulina (por seguir una dieta cetogénica) que tener un comportamiento anormal de los órganos/tejidos con otro tipo de dietas.
Supongo que estás teniendo en cuenta el factor ejercicio físico, ¿no?
Hago en casa una rutina de ejercicios con pesas, tres veces por semana, pero nada de aeróbico. No sé si será suficiente, pero entre el trabajo y los niños no saco tiempo para más. Llevo cuatro meses con la dieta y he bajado 10 kg, aunque aún me quedan otros 8 que perder. Tu blog me ha permitido ver la obesidad desde otro punto de vista. Creo que estás en lo cierto, y que la teoría del balance energético es una falacia. Ahora me da miedo empezar a recuperar lo perdido, pues soy consciente de que es lo más probable. En cualquier caso, no voy a volver a comer harinas, me siento mucho mejor desde que no lo hago.
Muchas gracias por todo, Vicente.
Hago en casa una rutina de ejercicios con pesas, tres veces por semana, pero nada de aeróbico. No sé si será suficiente,
Imposible saberlo, creo yo. Hay gente que está muy en contra del cardio (Mike Sheridan o Mark Sisson, por ejemplo). Pero no sé si habrá buena evidencia en ese sentido.
Tu blog me ha permitido ver la obesidad desde otro punto de vista. Creo que estás en lo cierto, y que la teoría del balance energético es una falacia.
No te puedes imaginar la alegría que me das.
Ahora me da miedo empezar a recuperar lo perdido, pues soy consciente de que es lo más probable.
Lo único que puedes exigirte es leer e intentar aquello que te parezca más sensato. Luego los resultados pueden venir o pueden no venir. Si hubiera un método garantizado para adelgazar y mantenernos delgados sería diferente, pero no lo hay y a priori no sabemos en qué medida podemos ser los afortunados que logran el objetivo.
Este vídeo es muy interesante, pero lo pongo porque Bikman explica (minuto 25) que los roedores no sirven como modelo de cetosis en humanos.