Catetos atrapados en una tautología (II)
Hace unos días, uno de esos personajes que circulan por el mundo del fitness insultó a Jason Fung llamándole «quack» (ver imagen bajo el título de esa página), que podríamos traducir como «charlatán», y diciendo que es o «brutalmente deshonesto» o que está «embarazosamente mal informado». Ése es el tono prepotente de esa entrada, que es, básicamente, el ejemplo típico de cómo se difunde la pseudociencia del balance energético: estupidez y arrogancia a partes iguales.
«The Evidence for Caloric Restriction: A Response to Dr. Fung’s CRaP»

Sé que he explicado muchas veces por qué la teoría del balance energético es estúpida pseudociencia, pero me apetecía contestar con argumentos a este bravucón. Y, además, este blog tiene una clara dedicación a combatir la pseudociencia.
Lo que se acumula en nuestro tejido adiposo son triglicéridos, no gramos ni calorías
Sacado de esa página:
However, for a net increase or decrease in the body’s energy stores to take place, an imbalance between energy intake (from food) and energy output (from activity) must happen. (fuente)
Sin embargo, para que se produzca un incremento o decremento en los almacenes corporales de energía, debe producirse un desbalance entre la energía ingerida (procedente de la comida) y la energía gastada (por actividad).
¿Nos parece razonable? No lo es. Para empezar, démonos cuenta de que lo que se acumula en el tejido adiposo son triglicéridos, no calorías (ver). Un matiz más relevante de lo que parece a simple vista, pues ante la pregunta de por qué se acumulan triglicéridos en el tejido adiposo, no es posible recurrir a hablar de calorías, pues no existe un mecanismo fisiológico que enlace calorías a nivel corporal con acumulación de triglicéridos en el tejido adiposo. La teoría del balance energético presume de no tener un mecanismo fisiológico que la implemente (ver,ver,ver) y la ausencia de mecanismo es una característica típica de las pseudociencias, que recurren a explicaciones simplistas alejadas de la fisiología y de la anatomía. Lo patético es que los mismos que presumen de estar en contra de las pseudociencias aceptan sin cuestionarlas las explicaciones mágicas del balance energético y hasta argumentan que hablar de mecanismos fisiológicos es una «distracción metabólica», es decir, alejarse de las verdaderas causas, que para ellos es aquello que nos hace comer «más de la cuenta» (ejemplo,ejemplo). Si hemos de creer en su sinceridad, en tal caso se deduciría que los fanáticos no saben que son fanáticos.
La falacia de composición: ¿dónde estamos aplicando la primera ley de la termodinámica, en el tejido implicado o en todo el cuerpo? ¡Hay que elegir!
- Si aumenta la población que hay en Madrid, han entrado en Madrid más personas de las que han salido.
- Si aumenta la población que hay en el Estadio Santiago Bernabéu (estadio que está en Madrid), han entrado en ese estadio más personas de las que han salido.
Ambas afirmaciones son tan correctas como insustanciales, pues no son otra cosa que decir «acumular» personas (ver,ver). Son descripciones tautológicas que nunca pueden aportar información sobre las causas por las que sucede la acumulación. Nunca, salvo que falazmente se introduzca una falsa causalidad, que es en lo que se basa la teoría del balance energético.
¿Se han acumulado porque han entrado más de las que han salido? No, pues «más de las que han salido» es únicamente otra forma de decir «aumentar» la población. La causa real (ver,ver) puede ser que sea domingo por la tarde-noche y la gente vuelva a la capital tras haber pasado el fin de semana en otra ciudad o que se haya programado un concierto o un partido de fútbol en el estadio, por ejemplo.
Para que aumente la cantidad de personas que hay en el Santiago Bernabéu, se tiene que producir en Madrid una mayor entrada que salida de personas.
¿Es eso cierto? No: es una estupidez. Y es la misma estupidez que nos cuelan los defensores de la teoría del balance energético con el cuerpo humano (Madrid) y el tejido adiposo (el estadio dentro de Madrid). Nos dicen que para que en el tejido adiposo se acumulen triglicéridos tienen que entrar en el cuerpo más calorías de las que salen (ver). Hablemos del tejido muscular para que el engaño quede bien claro: si el tejido muscular crece, se está acumulando energía, así que de acuerdo con la teoría del balance energético:
Para que se produzca un crecimiento del tejido muscular, debe producirse un desbalance entre la energía ingerida (procedente de la comida) y la energía gastada (por actividad).
¿Crees que las leyes de la física nos dicen que para aumentar la musculatura tienes que aumentar tu ingesta energética y/o reducir tus niveles de actividad física? ¿Cualquier método de hipertrofia muscular que sea efectivo, funciona aumentando tu apetito y/o haciéndote más sedentario? Sabes que ninguna ley puede decir eso, ni nada parecido, luego sabes que tiene que haber errores en el razonamiento. Quizá no puedas explicar por qué el razonamiento es erróneo, ni cómo se te está engañando, pero no te cabe duda de que algo tiene que estar mal en ese planteamiento. ¿Dónde está la trampa?
- Se está combinando, de forma falaz, «acumulación» en todo el cuerpo (pues ingesta energética y gasto energético están relacionadas con la acumulación de energía en todo el cuerpo) con acumulación en un órgano concreto del cuerpo (tejido muscular en este ejemplo). O las leyes de la física se aplican en un sitio y por tanto siempre que las queramos aplicar tienen que incluir cualquier forma de acumulación de energía en cualquier órgano (ver), o se aplican en el otro y por tanto nada tienen que ver con ingesta y gasto energéticos totales en el cuerpo. Pero escoger parte de los términos de la ecuación de aplicar la ley en un sitio y parte de aplicarla en otro, sencillamente es tramposo.
- Se está imponiendo un sentido de causalidad que no está basado en la fisiología: que se acumule energía en un órgano —desde ese punto de vista energético— equivale a decir que ha entrado más de lo que ha salido, pero no se puede deducir de esa tautología que se acumule porque entra más de lo que sale.
Ahora aplica lo mismo al tejido adiposo, y entenderás cómo lo que nos han vendido como una verdad «que sólo un ignorante discute», no es más que una falacia. Si entiendes estas trampas, ya sabes que la teoría del balance energético es una estafa.
La falacia de composición es evidente: se está dando a entender que una característica de una parte de nuestro cuerpo (acumulación de triglicéridos en el tejido adiposo) es en realidad algo que se produce en todo el cuerpo (acumulación de energía en todo el cuerpo). ¿Para que se acumule gente en el estadio debe producirse un desbalance entre la gente que entra en la ciudad y la gente que sale de la ciudad? ¿En serio?
Una parte importante, variable y adaptativa de lo que comes se disipa en forma de calor
Pero, además, supongamos que de todas las personas que entran en Madrid, una cantidad variable y adaptativa, y por tanto desconocida a priori, en el entorno de 60 de cada 100 personas, es subida a autobuses y sacada de Madrid por las fuerzas de orden público (ver). Entre uno y ninguno de los otros 40 puede acabar pisando el estadio (ver). ¿Qué relación dirías que hay entre las tasas de entrada y salida de coches (calorías) a la ciudad y la acumulación de personas (triglicéridos) en el estadio? Y, sin embargo, sí creíste que la cantidad de calorías ingeridas por tu cuerpo determinaba cuántos triglicéridos netos quedaban atrapados en tu tejido adiposo? (ver,ver) ¡Las calorías no podían desaparecer! Pero esa idea intuitiva es falsa: la mayor parte de la energía que hay en la comida, en una cantidad variable, simplemente se disipa en forma de calor y no es convertida en «energía usable». Es perfectamente posible que comiendo de forma saludable tu cuerpo no engorde aunque tu ingesta varíe de un día para otro, porque tu cuerpo tiene capacidad para ajustar el calor disipado y deshacerse de lo innecesario, de la misma forma que puede hacerse más eficiente cuando ve que no le llegan suficientes nutrientes (ver). Y es razonable que sea así, pues es lo que vemos que sucede en poblaciones que siguen sus dietas tradicionales, que no engordan sin preocuparse lo más mínimo por controlar cuántas calorías ingieren (ver).
Aplica el mismo razonamiento a cualquier otra acumulación de «energía» en tu cuerpo, y verás qué divertido
¿Crees que la acumulación de grasa en tu hígado se produce por un desbalance entre lo que ingieres y lo que gastas? (ver,ver) ¿Crees que las leyes de la física dicen que ésa es la causa de la acumulación de energía en tu hígado?
¿Crees que la causa de que algo se acumule es «que entra más de lo que sale»? En el gigantismo, por ejemplo, hay una evidente acumulación de «energía», ¿es porque el niño que sufre esa enfermedad come mucho y se mueve poco? ¿Es eso lo que dicen las leyes de la física? ¿Estamos obligados a hablar de las calorías, porque «las calorías importan«? ¿Se corrige esta patología, por tanto, educando a ese niño para que coma menos y sea más activo físicamente? (ver) Hay que ser MUY […] para pensar que estamos obligados a recurrir a las leyes de la física para encontrar respuestas para las causas y soluciones a la obesidad, y no darse cuenta de que el uso de esas mismas leyes es absoluta e indiscutiblemente estúpido aplicado a cualquier crecimiento en un ser vivo, incluido el crecimiento del tejido adiposo. La teoría del balance energético no es ciencia: es pseudociencia que sirve de coartada a los prejuicios contra la gente obesa.
Cuando un tumor crece, ¿es, en última instancia, porque hemos comido por encima de nuestras necesidades energéticas? ¿Es eso lo que dicen las leyes de la física o es una burrada tratar de aplicar las leyes de la física para entender y combatir el crecimiento de un tumor? ¿Estás diciendo que las calorías no importan en ese caso? ¿Estás negando el cumplimiento de leyes inviolables de la física?
— Vaya, qué musculado te veo.
— Sí, es que llevo una temporada en la que no hago más que comer y tumbarme en el sofá. No sé qué me pasa, pero me siento muy cansado.
No, en serio, seguimos diciendo que «obviamente las calorías importan», pero es tan «obvio» que no lo decimos con ningún otro crecimiento en un ser vivo. ¡Ni las nombramos ni nombramos las leyes de la física! Dejemos de tener complejos con los caloréxicos, que no son más que vendedores de aceite de serpiente, y dejemos de dar alas a la teoría del balance energético. Si las leyes de la física dicen que las calorías «importan» cuando engordamos, también dicen que «importan» cuando crece un tumor y por tanto habrá que preguntarse qué nos ha hecho comer más de lo que gastamos, que evidentemente tiene que ser la causa del crecimiento del tumor (ver,ver).
¿Importan las calorías? Sólo en la obesidad se dice que «importan», porque se busca culpar a la víctima de habérselo ganado ella sola, por su glotonería y vagancia.
«Si lo pones en una tabla con colorines, ya lo has demostrado y sólo un necio lo discutiría»
Cualquier método que haga crecer la musculatura lo hace aumentando tu apetito y reduciendo tus niveles de actividad física
Porque no puede crecer la musculatura sin superávit calórico…
¿Ridículo? Sin duda, pero en esencia es lo que defiende el lumbreras de la web que estoy comentando, que dice que cualquier dieta que sirva para perder peso funciona creando un «déficit calórico», es decir, según su ideología, haciendo que comas menos y te muevas más.
Pero hacer una tabla con muchos colorines no convierte una idea estúpida en un hecho real…
a few weeks ago, we published an infographic which showed that all weight loss diets work through caloric restriction and, consequently, through the resulting caloric deficit.
hace unas semanas publicamos una infografía que mostraba que todas las dietas de pérdida de peso funcionaban a través de la restricción calórica, por el déficit calórico creado
Una vez la tabla ya esté hecha y publicada, el tema está zanjado y no sé cómo hay gente que se atreve a llevarle la contraria. Le sugiero que prepare otra que demuestre que cualquier método de hipertrofia muscular funciona aumentando tu ingesta energética y/o reduciendo tus niveles de actividad física. Un crack como éste no debe de tener problemas en crear una segunda tabla bien coloreada que demuestre esto último. Cuando él lo pone en una tabla, automáticamente es un hecho contrastado.
Cuando sigues sus recomendaciones las mujeres se te arriman que no veas…
La teoría de la conspiración contra la dieta hipocalórica
Como este señor no entiende que lo que dice no son más que estupideces, su conclusión es que la dieta hipocalórica fracasa porque la gente deja la dieta:
Are you going to sit there and pretend as if you don’t know full well that weight regain happens exactly because of lower dietary adherence and poor compliance over time?
¿Vas a decirnos con cara seria que no sabes perfectamente que la recuperación del peso perdido sucede exactamente porque con el tiempo se reduce el seguimiento de la dieta?
Como cree ser inteligente, no cuestiona su conclusión de que la dieta hipocalórica viene avalada por las leyes de la física. Y si no funciona en la práctica, como es el caso, tiene que ser, obviamente, porque la gente se deja la dieta. Esto no sólo pasa en el mundo del fitness, pues es lo que vemos todos los días en los «expertos» en nutrición, que lamentan en las redes sociales el poco éxito que tienen convenciendo a la gente de que mantengan la dieta a largo plazo. La culpa siempre es de la gente y ellos son poco menos que héroes que nos intentan ayudar con el consejo correcto y que sufren mucho al ver que la gente no les hace caso.
¿Qué hacemos con todos los experimentos cuyos datos dicen que sí se siguió la dieta y aun así no funcionó? (ejemplo,ejemplo,ejemplo) Sin duda existe una conspiración interplanetaria para falsear los datos de los estudios científicos para perjudicar a la dieta hipocalórica. El argumento es que «los datos de los estudios tienen que ser erróneos, porque la teoría del balance energético no puede ser errónea«. Pero la teoría del balance energético es la mayor estupidez perpetrada nunca por el ser humano (ver,ver). ¿No funciona la dieta hipocalórica? Pues claro que no. Es lo esperable cuando el origen de un tratamiento es la estupidez humana.
¡Pero la gente se deja la dieta!
Puede ser, sí, pero la trampa está en deducir de ese dato observacional que existe la relación causa-efecto «no les funciona porque se la dejan«. Eso no tiene más base real que los prejuicios. ¿Las dietas hipocalóricas no funcionan porque la gente se las deja o no será más bien que la gente deja la dieta hipocalórica porque no funciona? La respuesta a esta pregunta únicamente es evidente desde el fanatismo y la estupidez. ¿Por qué mantener intacta la creencia en que funciona lo que nunca ha funcionado y que no es más que una idea estúpida? Imagina que te están hablando de un tratamiento homeopático —parece que mencionando la homeopatía sí somos capaces de entender que algo es un engaño— para pérdida de peso que ha fracasado sistemáticamente en los estudios científicos y cuya base científica es la absurda idea de diluir tanto una sustancia que cuando llegas al resultado final lo único que tienes es agua. Ahora los homeópatas ponen a prueba el tratamiento en cientos de personas que quieren adelgazar y no consiguen bajar más que un par de kilos. Pero nos cuentan que el problema es que la gente abandona el tratamiento. ¿Aceptaríamos esa explicación? ¿Con la homeopatía de por medio sí vemos la estafa, pero con la dieta hipocalórica nos volvemos ciegos? Igual de pseudocientífica es la homeopatía que la teoría del balance energético. La diferencia es que socialmente está bien visto atacar a la homeopatía, pero criticar la teoría del balance energético te hace enfrentarte a la manada de […] que viven de engañar recetando dietas hipocalóricas.
Volviendo a las causas por las que la dieta hipocalórica fracasa, ¿por qué asumir que la reacción metabólica a la restricción calórica, un hecho científico difícilmente discutible, no es relevante? (ver,ver,ver,ver) Y, sin embargo, ¿ignoramos esa reacción y suponemos que hay un problema masivo de falta de fuerza de voluntad para mantener una dieta a largo plazo? ¿En serio? ¿La dieta de origen estúpido funciona pero todo el mundo falla? Yo apuesto por que es la dieta hipocalórica la que falla y que la mayor parte de la gente mantendría la dieta a largo plazo si viese que consigue resultados. Pero, en cualquier caso, da igual lo que opinemos: la gente a la que se le está recetando una dieta hipocalórica tiene derecho a saber que ese tratamiento no funciona (ver). Un título universitario no da derecho a estafar. O al menos no debería ser un escudo protector para hacerlo.
Si habéis llegado hasta aquí, ¡gracias!
Leer más:
La primera ley de la termodinámica siempre se cumple, pero es completamente irrelevante para la salud humana.
La pérdida de grasa es y ha sido siempre cosa de lo mismo: sostener un déficit energético honesto a largo plazo
El tratamiento funciona, y si dices lo contrario sencillamente mientes: no seguiste el tratamiento. Venga, sé honesto y reconoce que te lo estás saltando.
Culpabilizar a la víctima de su condición es una agresión que daña su salud (ver). La estúpida pseudociencia del balance energético no sólo te destroza la salud, luego se usa para rematarte.
¿Por qué no funciona la pseudociencia de las calorías? Es culpa de la víctima, la persona obesa, porque no tiene fuerza de voluntad para mantener la dieta a largo plazo. Sin más base que la charlatanería caloréxica y diga lo que diga la evidencia científica.
Modelos matemáticos para futurología
The biggest loser
¿Es esto adelgazar?
18 estudios en los que los participantes comieron menos y no funcionó
Si la tabla es de colores, tiene que ser verdad.
Las ideas estúpidas puestas en forma de tabla se vuelven correctas mágicamente. Y no se puede luchar contra la magia, bro.