Si no entendemos las causas de la obesidad, vamos a seguir sin poder prevenirla

Primera ley de los prejuicios: si ya conoces una respuesta que encaja con tus ideas preconcebidas, no necesitas perder el tiempo estudiando el problema. Lo que tienes que hacer es educar a los demás, porque evidentemente están desinformados.

«Comparison with ancestral diets suggests dense acellular carbohydrates promote an inflammatory microbiota, and may be the primary dietary cause of leptin resistance and obesity«

it has been widely reported that unless grains or refined foods had arrived, all bore remarkably low incidences of “Western diseases,” including obesity […] Those populations that transitioned to a Westernized diet invariably developed Western metabolic diseases,

se ha reportado ampliamente que a menos que aparezcan los granos [cereales] o los alimentos refinados, todos tenían remarcablemente baja incidencia de las «enfermedades de la civilización», incluida la obesidad […] Aquellas poblaciones que se pasan a la dieta occidental, sin excepción desarrollan las enfermedades metabólicas de occidente

Como podemos ver en la tabla, consumiendo una dieta basada en productos frescos, la obesidad es inexistente:

Asumo que lo que afirma la cita anterior, y que se muestra en la tabla, es cierto. Si alguien conoce un pueblo que no consuma azúcar, harina y aceites de semillas, que se alimente de los productos frescos que encontramos en la naturaleza, y que en esas condiciones tenga problemas de obesidad, agradecería que me lo contara. ¿Un pueblo que sufre obesidad incontrolable comiendo carne, pescado, huevos y verdura? ¿Alguien sabe de un caso así?

La teoría del balance energético

Como he explicado copiosamente en el blog, la teoría del balance energético es una teoría pseudocientífica que inventa el comportamiento del cuerpo humano a partir de juegos de palabras siempre falaces (ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver). En esencia, lo que esta teoría propone es que engordamos cuanto nuestra ingesta supera nuestro gasto energético y adelgazamos cuando la ingesta está por debajo del gasto energético.

De forma gráfica, una persona cuya ingesta se mantuviera en la zona marcada en rojo en la gráfica de abajo a la izquierda mantendría su peso a largo plazo. Según esta teoría, si en término medio y de forma recurrente ingerimos más energía que el gasto energético que tiene nuestro cuerpo, engordaremos. Sería lo que he representado en la gráfica de la derecha: la ingesta está más veces por encima del gasto energético que por debajo.

                    

Por supuesto, para perder peso lo único que es necesario es reducir de forma sostenida la ingesta energética. Y si no funciona, se deduce que el cliente no ha seguido las instrucciones (ver). Porque «se ha contrastado» que si sigues el método adelgazas (ver).

Otra visión del problema

Como decía al principio, la teoría del balance energético es pseudociencia. Sólo la pura casualidad haría que nuestro cuerpo se comportase en la realidad como esa teoría propone (ver). No le sucede a ningún animal (ver).

Lo que cuento ahora es otra forma de interpretar el problema, que a mí me parece que encaja mejor con la realidad. Está basada en las siguientes ideas:

  • Como hemos visto en el artículo con el que he empezado esta entrada, la gente que consume sus dietas tradicionales, basadas en productos frescos, presentes tal cual en la naturaleza, no tiene un problema obesidad. Desde el momento en que el azúcar, la harina y los aceites de semillas entran a formar parte de la dieta esa realidad cambia.
  • Asumiendo como cierto que nuestro cuerpo tuviera un gasto energético fijo (algo que es falso), sería imposible ajustar la ingesta energética con suficiente precisión y regularidad para no engordar. Y sin embargo, esas comunidades del mundo de las que hablo no engordan y ni siquiera intentan contar calorías. Nuestro cuerpo no funciona como propone la teoría CICO.
  • Nuestro cuerpo tiene mecanismos fisiológicos que le permiten adaptarse cada día a la cantidad de comida ingerida, disipando en forma de calor lo que sobra (ver,ver,ver). La existencia de esos mecanismos hace absurdo dar por supuesto que existe un gasto energético fijo y que el problema es «comer más de la cuenta».
  • En el mismo sentido, ¿hay animales que, viviendo en su hábitat natural y consumiendo su dieta natural tengan un problema de obesidad? ¿Asumimos sin más que simplemente comen los animales exactamente la cantidad que necesitan comer para sus necesidades energéticas? ¿Todos aciertan con la cantidad de comida? (ver)
  • Ningún crecimiento de un tejido en un ser vivo es controlable gestionando la cantidad de comida, salvo en casos extremos que no desmienten esta realidad: crecimiento de un niño, mujer que gana peso durante su embarazo, crecimiento de un tumor, joroba de búfalo, desarrollo de los pechos en una adolescente, gigantismo, etc. (ver,ver,ver) El tejido hace lo que decide hacer, al margen de cuánto comemos o cuánto ejercicio hacemos.

 

                      

En esos pueblos de los que hablaba al principio, el comportamiento sería el que muestro en la gráfica de la izquierda (sobre este párrafo): engordar o adelgazar no dependería de cuánto comemos. Diversos casos de ingesta energética y de actividad física dan el mismo resultado: mantenimiento del peso corporal. Sería la zona marcada en rojo. Por supuesto, si a estas personas las sacamos de la «zona normal», la zona en la que el cuerpo puede hacer funcionar sus mecanismos de autorregulación, obtenemos otro resultado: si te mueres de hambre o si te obligas a comer por 10, perderás peso o ganarás peso (de forma poco saludable). Pero eso no es el caso normal, son situaciones extremas cuya existencia no significa que la zona normal no exista y que, evidentemente, no se rigen por el mismo comportamiento fisiológico. A priori un caso extremo no puede ser empleado como referencia sobre lo que sucede cuando la ingesta sí está en rango de normalidad (ver). Un detalle importante es que comiendo así el cuerpo no tiene tendencia a salirse de la zona normal de funcionamiento. No hay atracones y no sigues comiendo cuando ya estás saciado.

En la gráfica anterior, en la parte de la derecha, he representado también la que podría ser la situación actual, la que nos hace subir de peso:

  1. Por un lado, la dieta se ha vuelto engordante, por lo que la curva se ha desplazado ligeramente hacia arriba, haciendo que casi al margen de cuánto comemos, vayamos a subir de peso poco a poco. 3-4 gramos ganados cada día a partir de los 20 años pueden explicar que una persona sea obesa a los 40-50 años. Algunos privilegiados no se verían afectados por el cambio de dieta, pero muchos otros sí. Y no hay ninguna razón para pensar que la grasa corporal se acumula por ser excesiva la ingesta. Creer que esa idea deriva de las leyes de la física es la mayor estupidez cometida por el ser humano en toda su historia (ver).
  2. Pero además, el consumo de esos productos creados por el hombre, diseñados para resultar muy apetecibles, hace que la ingesta de comida esté aumentada. Nótese, que, en este supuesto, según la gráfica, cuanto más se come más se engorda, pero la causa real del engorde no es la cantidad de comida, sino el cambio en la composición de la dieta: abandonar la dieta tradicional basada en productos frescos y abrazar los farináceos, el azúcar y los aceites inventados por el hombre.

Por si no lo estoy diciendo suficientemente claro, en mi opinión, para lo que más nos importa, que son nuestros hijos, la mejor medida preventiva es una dieta paleo o evolutiva.

¿Es posible perder peso con la dieta hipocalórica?

Bajo el supuesto que describo, sin salir de la dieta de las harinas, ¿es posible adelgazar? ¿es posible reducir la ingesta energética para situarnos en el punto rojo que vemos en la gráfica de abajo a la izquierda? ¿Conseguiríamos perder peso de mantenernos en esos niveles de ingesta?

             

La respuesta nos la da la evidencia científica: no existe constancia de que eso sea posible para la mayor parte de los que necesitamos perder peso (ver,ver,ver,ver,ver,ver,ver). Y se sabe que el cuerpo humano, al igual que el de cualquier otro animal, pone en marcha mecanismos protectores que le hacen ser más eficiente engordando en condiciones de restricción de la cantidad de comida (ver). Es una ventaja evolutiva, una protección. Ese mecanismo se traduciría en que la curva no se estaría quieta, sino que se desplazaría hacia arriba, haciendo que al cabo de unos meses, con la misma ingesta energética, la pérdida de peso inicial se convierta en estancamiento del peso e incluso lenta ganancia de peso, hasta recuperar lo poco perdido (ver). En la gráfica de la derecha, el desplazamiento hacia arriba de la curva tendría dos causas:

  1. el abandono de la dieta tradicional, y
  2. una fisiología que se ha protegido frente a la restricción de comida.

Pero nótese que no afirmo que la pérdida de peso se paralice porque el gasto energético se ha reducido: esa causalidad sólo existe, a priori, en el mundo de las matemáticas. Es decir, en la pseudociencia del balance energético.

En cualquier caso, la conclusión relevante es que las leyes de la física nada tienen que decir sobre cuál es la respuesta de un animal a la falta de alimento. Creer que las leyes de la física garantizan la restricción calórica como método para adelgazar es propio de mendrugos sin neuronas. O de mendrugas sin neuronas.

Notas finales

  1. Las conclusiones derivadas de experimentos en los que se sigue una dieta occidentalizada no necesariamente son aplicables a otro tipo de dietas, especialmente las de orientación paleo.
  2. Las conclusiones derivadas de experimentos que nos sacan de nuestra zona de funcionamiento normal, por ejemplo experimentos de sobrealimentación, no necesariamente son extrapolables a lo que le sucede a quien consume una cantidad normal de comida (o una dieta diferente). Especialmente si la dieta empleada es alta en productos que no son comida, como el azúcar o las harinas de cereales.
  3. La comparación isocalórica de la dieta occidental con otras dietas es interesante desde el punto de vista académico/científico, pero falsea la realidad, pues no está nada claro que las ingestas ad libitum vayan a ser idénticas.

Leer más:

Un Comentario

  1. Vicente

    People eating a grain-free whole-food diet anecdotally report a satiety that precludes intrusive thoughts about food, often until after a scheduled mealtime has passed. This is qualitatively different to the craving for almost anything to “fill the gap” so familiar to Westerners sensing a need for a snack between meals. (fuente)

    Las personas que consumen una dieta de alimentos enteros libre de granos informan anecdóticamente de una sensación de saciedad que impide pensamientos intrusivos sobre la comida, a menudo hasta después de que ha pasado la hora programada para la comida. Esto es cualitativamente diferente del deseo de casi cualquier cosa para «llenar el hueco», tan familiar para los occidentales que sienten la necesidad de un snack entre comidas.

  2. Vicente

    al parecer cuando no comían más, también estaban obesos, o por lo menos gordos, así ocurrió en todos los casos de modelos animales en los que los investigadores se preguntaban qué pasaba si NO dejaban a los animales aumentar la cantidad de alimentos que ingerían o comer más que los animales flacos. Algunos de estos animales siguieron estando muy gordos, incluso cuando casi los dejan morir de hambre. Fuera cual fuera el defecto que causaba que estos animales acumularan grasa, desde luego no era el resultado de comer en exceso o de un apetito desmesurado.

    http://www.joderconleonidas.com/2018/04/tejido-graso-iii.html

  3. Mike

    Genial resumen de ideas, como siempre Vicente.

    Yo sigo interiorizando todo el conocimiento que transmites, y la verdad es que parece tremendo como aun hay charlatanes hablando de CICO.

    Sin embargo, en mi caso, tengo mucho más claro el tema del almacenamiento de grasa, que la parte del acceso a ella para su uso y así poder perder peso.

    Visitando foros americanos (Ketogenic) veo que incluso hay un apartado y concepto para los estancamientos, llamado «Stall».

    ¿Por qué se producen? Aun nadie lo sabe. Personas que están en cetosis, con la insulina a cero, y siguen estancados. ¿Por qué el cuerpo no puede acceder a la grasa para utilizarla aunque se esté teniendo una alimentación keto, de mínimo estímulo insulínico?

    ¿En serio hay personas que tras 12 horas de ayuno tienen los niveles de insulina altos (por defecto) como para impedir el uso de grasa como combustible?

    Y otra cosa curiosa de éstos foros. Hay decenas de testimonios (permíteme que no te ponga enlaces, por pura vagancia) con testimonios de personas absolutamente fanáticas de la dieta keto que reconocen que si hay épocas donde comen más cantidad (misma comida «keto-compliant») aun estando en estado de cetosis, entran en un periodo de «stall» incluso cogen peso.

    ¿Cómo puede ser eso? ¿Hay alguna forma en el que las proteínas desacopladoras se saturen y dejen de eliminar grasa dietaria en forma de calor?

    No se, estoy divagando, pero en mi proceso de interiorización de todo esto, como digo, soy capaz de defender en un debate mucho más facilmente la parte de almacenamiento de grasa (el IN) que la parte su utilizacion (el OUT).

    Un abrazo Vicente!

    • Noelia

      Hola Mike,me has leído el pensamiento..tengo las mismas dudas que tú.
      Yo me encuentro en esa situación,teno la insulina baja de rango,llevo una alimentación tipo keto y no pierdo peso ni volumen y encima me encuentro muy hinchada.Esta,situación me estresa lo mio…
      Aunque no creo para nada en el método CICO.Igual tengo qur bajar grasa y aumentar proteinas…
      Perdona por el rollo.
      Si alguien sabe las causas se lo agradecería mucho.
      Un saludo.

      • Mike

        Hola Noelia.

        No soy experto en cetosis, aunque tengo algo de experiencia.

        En mi opinión, es justo lo contrario: muchas personas se estancan porque meten muy poca grasa.

        Una dieta keto es baja en hidratos, PERO sobretodo es alta en grasas.

        Si las proteinas tienen mayor % de cantidad en lls macros que la grasa, tu cuerpo generará glucosa a partir de los aminoácidos.

        En foros como Ketogenic, los usuarios más avanzados recomiendan (por pura experiencia pero sin base científica) que para salir del estancamiento se reduzcan los lacteos (queso y nata) y frutos secos (nueces y anacardos). También hablan de personas con la insulina alta incluso en ayunas, y aconsejan ayunos para corregirla.

        Otros, como digo, hablan de hacer dieta cetogenica pero «sin barra libre», reduciendo comida (al final es reducir calorias y por ahí no paso).

        Como digo, los estancamientos o «stall» se dan incluso en personas muy experimentadas en cetosis.

        Algunos, de nuevo si base científica, lo atribuyen a una «sanación» del cuerpo, a que de está adaptando al nuevo metabolismo de las grasas incluso a un reciclado de la flora intestinal.

        Puede ser, desgraciadamente, más simple: que al igual que el cuerpo optimiza el consumo energético si bajas la cantidad de comida y entra en estado «hambruna» podria ser que se adaptara a ser cada vez más óptimo al consumir (y generar) cetonas.

        Esto lo he sufrido en primera perdona: tiras reactivas muy moradas en las primeras semanas; y rosas cada vez menos intensas cuanto más tiempo pasaba…

        No tengo una respuesta para ello, ojalá 😦

        Ánimos y como dicen los anglosajones «Keto on»

        • Noelia

          Hola Mike,muchas gracias por responderme y contarme tú contarme tú visión y experiencia respecto a este tema.
          Yo no consumo lacteos,hago ayuno intermitente.De los alimentos que mencionas,que debería restringir son las nueces de macadamia que las como a diario y tb consumo harina de almendras…probaré a eliminarlas durante unos días.
          Un saludo.

      • Dani Ramos Moreno

        Hola Noelia,

        Prueba a reducir grasas, mantener hidratos bajos ( patrón de proteína más verduras y hortalizas) y aumentar las horas de ayuno reduciendo al mínimo el número de ingestas diarias. Cada cosa favorecerá la regulación tanto hormonal como del peso.

        Saludos

        • Noelia

          Hola Dani Ramos Moreno,muchas gracias por responderme…
          intentaré llevar ese patrón de proteinas, vegetales y menos grasas durante unos días a ver que tal…el ayuno intermitente hace años que lo sigo…
          A ver,como va revolucionando la cosa.
          Un saludo.

  4. NORMET

    Estimado Vicente,

    Le agradezco en primer lugar esta entrada, así como en general otras muchas de su blog, que sin duda animan a la reflexión personal e invitan a investigar y profundizar sobre ciertos temas relacionados con la nutrición.

    El concreto asunto aquí tratado, las CAUSAS de la obesidad (y permita que abra el debate a las causas, en general, de la composición corporal), lo considero básico y fundamental, pues sólo conociendo las causas pueden diseñarse protocolos adecuados y que no sean meros «palos de ciego».

    Es curioso el asunto pues, por polémica que resulte la noción de que balance energético es pseudociencia, lo cierto es que intuitivamente casi todos nos habremos preguntado alguna vez por qué cierta persona de nuestro entorno, que aparentemente «no come», que aparentemente realiza bastante ejercicio (usualmente cardiovascular), sin embargo no obtiene resultados o se encuentra estancada en su pretendido objetivo de perder peso. Lo mismo, seguramente, con quien intenta sin éxito ganar masa muscular o cualquier otro objetivo asociado a la composición corporal. Pero todo se justifica pensando que «tiene un metabolismo lento» o su «genética» es así -aspectos, parece, inmutables, «intratratables»-.

    Me gustaría entonces poner en relación este asunto con tus interesantes entradas sobre «los alimentos que nos engordan» y «los gramos importan, pero importan más tus hormonas» y preguntarte, si estimas oportuno dedicar tiempo a ello, por lo siguiente:

    ¿Cómo identificar, con carácter previo al diseño de una dieta, si el individuo tienes unos valores hormonales óptimos y una flexibilidad metabólica adecuada? Asumo aquí que el sujeto no tiene necesariamente una patología, sino que simplemente parte de una mala predisposición hormonal, ya sea derivada de factores genéticos, del seguimiento en el pasado de patrones nutricionales o de ejercicio inadecuados o de una combinación de ambas cosas.

    En concreto, ¿qué marcadores sería interesante solicitar para su análisis, a los efectos de identificar esas CAUSAS y partir de realidades, que no de meras hipótesis, en el diseño del plan? Asimismo, ¿tendría sentido realizar dicha prueba con cierta periodicidad a los efectos de valorar la evolución de los marcadores que en un inicio se estimaran disfuncionales o sub-óptimos?

    Muchas gracias y ánimo con el blog.
    NORMET

    • Vicente

      Hola NORMET,
      que yo sepa, esa idea es —a día de hoy— ciencia ficción o publicidad engañosa. La «dieta personalizada» significa dieta hipocalórica en la que incluyen los productos que el cliente quiere consumir, para así maximizar la adhesión a la dieta. Dieta personalizada es lo que dice el que quiere cobrar por personalizarla.

      No existe ese conocimiento. No se puede decir que si un cliente tiene la condición X o le sale Z en la analítica, haciendo Y va a adelgazar.

      • NORMET

        Buenas tardes Vicente y muchas gracias por la respuesta,

        Quizá me expresé mal en lo que preguntaba. No me refería a la realización de un plan personalizado en base a los resultados de ciertas analíticas. Me interesaba más bien por el modo en el que se manifiestan los efectos de la dieta occidental actual, el consumo de comida «no real», etc. en el metabolismo de una persona y a través de qué parámetros identificar ese metabolismo «dañado».

        O, dicho de otra manera, en el «paradigma del metabolismo» que comentabas en otra entrada, ¿cuáles son esos concretos cambios metabólicos que afectan a la dinámica de almacenamiento/liberación de grasa y cómo determinar si una persona tiene un problema con esto de una forma científica? Entiendo que ciertas analíticas podrían dar información útil sobre esto y podrían atacarse esos síntomas para maximizar la eficiencia de la dieta y el ejercicio.

        Un abrazo.
        NORMET.

        • Vicente

          Ah, perdona, lo entendí mal.

          En tal caso, lo ideal sería que alguien como Ana Muñiz nos orientara en esto, porque ella tiene experiencia con casos reales y seguro que sabe identificar problemas mejor que yo.

          Posiblemente los criterios del síndrome metabólico sean una buena referencia. Y se diagnostica síndrome metabólico si hay presencia de 3 o más de estos factores (ver):

          • Perímetro de cintura > 102 cm (varones) o > 88 cm (mujeres)
          • Triglicéridos > 150 mg/dl
          • cHDL < 40 mg/dl (varones) o < 50 mg/dl (mujeres)
          • Presión arterial > 130/85 mmHg
          • Glucemia basal > 110 mg/dl

          Aparte de eso:

          • Transaminasas elevadas o fuera de rango (ver,ver,ver)
          • HOMA-IR (ver)
          • NORMET

            Perfecto Vicente! Me anoto esos marcadores y quizá me ponga en contacto con Ana también.

            Un saludo y gracias de nuevo.

    • Mike

      Hola!

      Por qué una persona es propensa a los tumores o por qué tiene joroba, al final uno juega con los genes que le tocan.

      A mi no me interesan las causas («en este momento») porque asumo que es genetico que yo sea menos sensible a la insulina que otra persona mas delgada.

      Yo lo que quiero es remedios para «parchear» esa deficiencia y tener una vida de «delgado» en todos los aspectos.

      Por ahora la piedra angular es la insulina.

      Y por eso la cetosis (que es la dieta que «vio nacer» ser humano) parece el mejor camino, porque controla la hiperinsulemia

      Aun asi, hay personas que reaccionan mejor que otras a esta estrategia, incluso algunas parecen inmunes a ésta.

      La cosa está complicada, la verdad.

      Saludos y a seguir luchando.

  5. Narciso

    Buenas tardes

    Vicente, Llevo más de 4 años manteniendo el peso, 73 kg (después de quitarme 25 kg) La dieta que sigo es la misma que cuando inicié el proceso y consiste en la supresión de las harinas, los procesados y el azúcar, muy pocas legumbres, y también, el poco alcohol que ingería. No limito la cantidad de comida y como hasta que dejo de tener hambre. Tengo clara la falacia del balance energético y también tengo claro que si vuelvo a las harinas, el azúcar, etc., etc., etc., me pondré, de nuevo, en los 95 kg… o más. Mi pregunta es: ¿por qué una dieta que contenga harinas, azúcar, etc., hace, generalmente, que engordemos?

    Es probable que hayas respondido a esta pregunta en alguna ocasión, si es así pido disculpas y te rogaría me indicaras el(os) enlace(s) para tener acceso a la respuesta.

    Gracias

    • Vicente

      Hola Narciso,

      más de 4 años manteniendo el peso, 73 kg (después de quitarme 25 kg)

      Enhorabuena por ese resultado.

      ¿por qué una dieta que contenga harinas, azúcar, etc., hace, generalmente, que engordemos?

      Si tuviéramos eso claro, no habría debate sobre cómo evitar la obesidad o qué intentar para adelgazar. Mi creencia es que la composición de la dieta está generando respuestas antinaturales en nuestro cuerpo: excesiva secreción de insulina (que no sucedería con alimentos frescos), mala regulación de la glucemia, por unos órganos (páncreas, hígado y tejido muscular) que no funcionan bien por causas que no entendemos del todo bien (¿fructosa?), desregulación hormonal (quizá exceso de estrés por el tipo de vida que llevamos, quizá a causa del trigo).

      No somos el único animal al que el azúcar le engorda.

      https://novuelvoaengordar.com/2016/07/01/engordar-por-comer-mal-cico-is-dead/

      Y la insulina es la principal hormona implicada en el almacenamiento de grasa corporal:

      https://novuelvoaengordar.com/2018/06/03/recopilacion-de-articulos-acerca-de-la-insulina/

      Si quieres desregular tu sistema de almacenamiento de grasa, ¿qué consumirías?

      Respecto de cómo engordamos, puedes leer esta entrada (dividida en 9 entregas, pero, en mi opinión, muy interesante):

      https://novuelvoaengordar.com/2017/09/27/la-fisiologia-de-engordar-1-de-9/

      • Narciso

        Gracias por tu respuesta Vicente y enhorabuena por el blog, creo que estás haciendo un trabajo excelente.
        Gracias de nuevo

  6. Saturnino

    Gracias por esta entrada Vicente.
    Justo hoy cumplo dos años desde que descubrí dos cosas que cambiaron mi vida;
    1._ Que, pese a llevar una dieta «equilibrada» y hacer ejercicio, me estaba volviendo diabético
    2._ Que se podía, no diré revertir para no pecar de optimista, pero si frenar mi enfermedad con una dieta paleo baja en carbohidratos

    En el proceso perdí veinte kilos, que aún no recupero, en cosas de meses, sin pasar hambre y comiendo cuanto se me antojaba, creo soy afortunado, pude haber hecho caso a las recomdaciones oficiales, no me habría atrevido a ignorarlar de no ser por tu blog y el de Ana, también el de Leonidas, (pero por favor no le digan que aún mezclo queso con huevos, es como separar a dos hermanos 🙂 ) así que vine a agradecerte

    Si de algo sirve mi experiencia, hace un tiempo me atreví a poner a prueba la idea de que es difícil, sino imposible, subir de peso sin recurrir al azúcar, el trigo o las harinas, me forcé a consumir 5000 calorías o más al día durante un mes, como Sam Feltham, siendo que, en teoría, debería consumir solamente 3000 a 3500, según la calculadora que uno use, para mi sorpresa, el día 30 estaba pesando lo mismo que el día uno, con igual diámetro de cintura. Con un «exceso calórico» de mil calorías diarias debería de haber subido al menos un kilo a la semana.

    No sé si a alguien más le pasa, pero esa experiencia te abre los ojos

    • Vicente

      Yo le tengo terror a recuperar el peso. ¡¡Ni loco hago una prueba como ésa que hiciste!! Ni aunque me pagaran por hacerlo…

      Que te vaya bien es una alegría.

      • Mike

        Hola. Curiosidad Vicente, ¿por qué? Me refiero, si las calorías no importan, si hicieras esas prueba no recuperarías peso, sino que simplemente generarías más calor, ¿no?

        Igual me he perdido :S

        • Vicente

          Es un hipotético experimento de sobrealimentación. No se puede deducir de ese resultado cómo se comporta nuestro cuerpo en situación de ingesta normal.

          Si yo consumo 5 kg diarios de pasteles voy a engordar. ¿Demostraría ese experimento que los gramos importan?

          ¿Por qué en el hipotético experimento de sobrealimentación atribuirías el resultado a las calorías de la comida y no a su volumen o a su peso?

          • Mike

            No no, creo que no me he explicado bien.

            El otro comentario decía que había realizado un ejercicio de sobrealimentación, pero (al menos lo he entendido así) sin incluir nada de hidratos.

            Por tanto, al hacer una sobrealimentación sin hidratos, la insulina estaría a raya y el alimento no utilizado se eliminaría en forma de calor por la autorregulación del cuerpo, ¿no?

            No hablaba de pasteles, claro.

          • Vicente

            Yo vengo de obeso.

            Estoy intentando librarme de un poco de grasa que tengo en la zona del ombligo, y no lo estoy consiguiendo. Mi cuerpo hace lo que le da la gana.

            Y mi dieta es 100% low-carb, sin productos procesados.

            Un experimento de sobrealimentación generará cambios hormonales antinaturales, además con exceso de grasa dietaria susceptible de ser almacenada como grasa corporal. Puede dar un resultado o puede dar otro.

            No digo que no sea un experimento interesante, y yo puedo tener mi opinión sobre cómo resultaría ese experimento, pero que lo haga otro. Yo quiero estar bien y sano, no hacer experimentos con mi cuerpo que no me aportan nada para decidir cómo mantenerme delgado.

    • Saturnino

      ¿Dieta paleo + 3563816 suplementos?
      Increíble Vicente, cuando pensaba que esta gente no podía caer más bajo luego de su vergüenza de artículo pseudocientífico, vuelven a superarse.
      Concuerdo en que los malos no son los carbohidratos, o al menos no tanto como los mentirosos haciendo de Nutricionistas

  7. Vicente

    ¿Alguien conoce datos de un pueblo del mundo en el que, consumiendo su dieta tradicional basada en los alimentos que se encuentran tal cual en la naturaleza, exista un problema de trastorno por atracón (binge eating disorder en inglés)?

    He estado buscando y no encuentro datos al respecto.

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