¿Es esto adelgazar? (XXVIII)
«Long-term weight-loss maintenance: a meta-analysis of US studies«
Metaanálisis que incluye estudios de pérdida de peso realizados en Estados Unidos.
En la curva roja de la gráfica se puede ver el resumen: en término medio se llegan a perder 10 kg el primer año, pero la tendencia es a recuperar lo perdido, ya hagas dieta muy hipocalórica (círculos) o dieta hipocalórica convencional (cuadrados). En término medio, 3 kg perdidos al cabo de 5 años.
Observaciones:
- Conforme pasa el tiempo el número de participantes cuyos datos se usan suele reducirse, con lo que los resultados mostrados son engañosos. Los datos completos, incluyendo también a los que dejan los experimentos son, probablemente, peor de lo que se ve en la gráfica anterior.
- Es imprescindible usar datos a largo plazo a la hora de hablar de dietas y pérdida de peso, pues a corto plazo casi cualquier dieta hace perder peso.
- Otra forma en la que los datos de los estudios son engañosos es porque, al ver que se ha recuperado el peso, la gente inicia un nuevo cambio en la dieta. Eso puede hacer confundir la bajada de peso inicial del nuevo intento con un resultado del intento anterior.
Leer más:
No vuelvo a engordar 
Las próximas navidades regalaremos dieta hipocalórica junto al turrón.
Es curioso que todas las causas contempladas sean culpa del paciente. Yo añadiría algunas causas a la lista:
— Deducir el comportamiento de un ser vivo de una ley general de la física
— Incapacidad de la comunidad médica y científica para hacer autocrítica
— Falta de rigor a la hora de examinar las causas de la obesidad
— Comportamiento gregario de los médicos
— Falta de inteligencia de los «expertos» en obesidad
— Arrogancia de los médicos
— Recomendaciones dietarias carentes de fundamento
No es que hayas visto evidencia científica al respecto. Lo que sucede es que eres un crack interpretando las leyes de la física. Einstein a tu lado era un aficionado. Y como sabes tanto tanto tanto, ya sabes la verdad. Y lo que pasa es que la gente no se esfuerza. Tú lo sabes, porque eres así de espabilao. Y, además, tienes un titulito que confirma que sabes de lo que hablas.
Hay algo claro: la teoría del balance energético es la mayor estupidez concebida nunca por el ser humano. Y es insuperable. Eso sí está claro.
Hola,
Yo siempre he cuidado mucho lo que comía, y sigo, y siempre he tenido sobrepeso, cuando he hecho dietas muy estrictas y me he machacado muchísimo con ejercicio, he conseguido adelgazar, pero esa rigidez no se puede mantener siempre, y en cuanto me he relajado un poco, o esta última vez, he tenido una lesión que me impedía hacer ejercicio, he recuperado lo perdido y más a la velocidad de la luz, y no solo eso, después de llevar toda la vida probando multitud de dietas y eliminando muchos alimentos, ahora que como muy sano, y muy bien, evidentemente no pierdo nada. Es un círculo vicioso del que no sé salir. Antes me acomplejaba ser gorda, porque te hacen sentir culpable y diferente al resto para mal, desde hace unos años, que he descubierto el movimiento body positive, y el interés que hay en que las mujeres sobretodo, tengamos que cumplir unos patrones impuestos…etc ya no me castigo, sobre todo porque sé que no es culpa mía ser como soy, aunque muchos médicos te traten como a una zampabollos cuando vas a su consulta. Soy así, igual que hay gente delgada y no puede engordar aunque quiera, aunque a ellos no se les cuestiona tanto, porque están ‘a la moda’ en fin hablando de este tema me vienen muchas cosas a la cabeza, y no sé si las he ordenado bien. Lo que tengo claro es que dos personas comen igual y una es gorda y otra es delgada. Por lo tanto no depende de lo que comes, sino de cómo tu organismo lo asimila. Estoy de acuerdo en todo lo que he leído hasta ahora en tu blog. La pregunta es, cómo salir de ésto , yo acepto mi cuerpo, el problema es que empiezo a tener algunas lesiones y problemas por el peso y necesito bajar, algún consejo?
Gracias…
Un saludo.
Laura
Hola Laura,
es tarde y no me da tiempo ya hoy a escribir una respuesta a tu comentario. Te dejo un enlace, mientras tanto, a lo que escribí en respuesta a un comentario de Gloria hace unos meses.
En cualquier caso, te adelanto que estoy totalmente de acuerdo en que querernos es vital. Sólo falta que al calvario físico le añadamos tortura psicológica. No creo que merezcamos ni lo uno ni lo otro.
Hola Laura,
¿Cómo salir de esto? No se sabe. No se sabe qué personas pueden llegar a conseguirlo ni cuál es el camino adecuado en cada caso. Huye de cualquiera que te hable de «lo que funciona», porque, a día de hoy, no hay ningún tratamiento para la obesidad —basado en dieta y ejercicio o fármacos— que haya demostrado ser efectivo a largo plazo. Hablo de evidencia publicada en revistas científicas.
Ningún tratamiento.
Eso no quiere decir que sea imposible para todo el mundo. Yo he adelgazado y llevo cuatro años manteniéndome delgado. Pero lo que a mí me está funcionando no tiene por qué funcionarte a ti.
Hablas de haber seguido dietas estrictas, restrictivas, sanas, de eliminar alimentos, etc. ¿Qué es una dieta restrictiva para ti, la que no te deja comer algo o la que te obliga a morirte de hambre? ¿Qué comes ahora, exactamente? ¿Qué es lo que consideras «sano»?
Yo soy totalmente partidario de eliminar productos alimentarios de la dieta. Es lo que creo que tiene sentido. Nos hemos equivocado incorporando a nuestra alimentación productos que los animales que somos no pueden encontrar tal cual en la naturaleza.
Me parece perfecto el movimiento «body positive». La autoestima y la autoimagen son vitales. Las pegas que sacaría tienen que ver más con la pseudociencia del balance energético que con el movimiento en sí. Ten claro que quien nos ve como zampabollos es casi siempre una persona que está cometiendo un error descomunal en la interpretación de una ley de la física. O en otras palabras, un charlatán o charlatana arrogante que ni siquiera es consciente de su propia inutilidad. Eso no quiere decir que no tengan capacidad de hacer daño. Lo hacen.
«Por lo tanto no depende de lo que comes, sino de cómo tu organismo lo asimila.»
Por supuesto lo relevante es cómo el organismo reacciona, pero eso no quiere decir que el estímulo que le damos no sea relevante. Al contrario, sí lo es.
Si tu objetivo es adelgazar, como mínimo tienes que saber que no está bajo tu control. Es algo que gestiona tu cuerpo, tu fisiología. Y no sabemos cómo llevar esa fisiología a hacer lo que queremos. Lo que sí está en tu mano, lo que sí puedes hacer, es dar lo mejor de ti misma en intentarlo. Y lo que yo intentaría es:
— La dieta
— El ejercicio
— El control del estrés
— El descanso nocturno
Mi opinión en temas de dieta está muy clara: cero azúcar, cero harinas, cero productos con ingredientes «raros» añadidos. Y a beber agua, café o te. Y habituarse a que esto es nuestra alimentación, no una medida temporal para conseguir el objetivo y luego volver a la dieta que nos hizo gordos.
El tema del ejercicio puede ser más relevante de lo que creemos. Échale un vistazo a esta entrada:
https://novuelvoaengordar.com/2017/09/27/la-fisiologia-de-engordar-1-de-9/
No descuides el deporte, en la medida que puedas.
Y ten presente en todo momento que no sabemos si la obesidad es reversible. Por ahora lo único que se consigue, en general, es perder unos kilos a corto plazo y recuperarlos en los siguientes meses. Es posible que para una parte de la población no exista una forma de volver a ser delgados con dieta y ejercicio. Sé que ya lo he dicho, pero las falsas esperanzas en mi opinión lo único que hacen es agravar la injustificada autoculpa. No ayudan en lo físico y dañan en lo emocional.
https://novuelvoaengordar.com/2016/03/09/hasta-que-punto-es-reversible-la-obesidad-14/
Rodéate de gente que entienda la dificultad de salir de esa situación y evita a los im…les que creen que simplemente comiendo menos se arreglaría.
Lo dejo aquí por ahora, y espero a que me cuentes qué comes.
Ésta es una entrada que publicaré en un par de semanas. Creo que viene a cuento así que la pego íntegra en este comentario.
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Cuando les digo a los pacientes que deben perder peso, sin al mismo tiempo proporcionarles los recursos para hacerlo o sin ser honesto acerca de lo difícil que es, les dejo vulnerables a los mensajes de que son vagos si no pueden o, incluso los de que los métodos peligrosos de pérdida de peso son un riesgo que vale la pena.
¿Es que adelgazar no es «difícil»? No, no lo es. Difícil es una palabra incorrecta referida a adelgazar: adelgazar es infrecuente y para algunas personas puede ser imposible. «Difícil» transmite que
Ninguna de esas dos ideas tiene fundamento. No sabemos si es posible en general, ni para qué parte concreta de la población afectada puede conseguirse con dieta y ejercicio. No conocemos, de hecho, un remedio efectivo para la obesidad. Y con «difícil» lo que estamos diciendo es que de existir ese esfuerzo llegarían los resultados. «Difícil» sigue poniendo la culpa del fracaso en los hombros de la víctima mientras se refuerza el mensaje de que el método, la dieta hipocalórica, funciona de ser seguido a largo plazo. Intuyo que eso es en realidad lo que cree el médico del que he sacado la cita inicial de este artículo. Por mucho que intente disculpar al paciente, si cree que el método funcionaría de ser aplicado, lo único que hace es inventar excusas muy poco convincentes para disculpar lo que él cree que sucede, que es que los pacientes no son capaces de mantener la dieta.
Referido a adelgazar, asegurar que no es imposible, que sólo es difícil, es mentir. Y es una mentira que crea injustificadas expectativas e injustificado sentimiento de culpa cuando llega el fracaso (ver,ver,ver).
No tienes el control. Y quien te diga lo contrario te está engañando.
¿Es que no hay gente que ha adelgazado? Sí. Es mi caso, por ejemplo. Llevo ya 4 años manteniéndome en un peso perfecto (ver). Pero de mi experiencia no se deduce que tú puedas conseguirlo con dieta y ejercicio. No es pesimismo: es no inventarse una realidad que nos gusta sólo porque es lo que queremos creer, es realismo en base a lo que veo publicado en los estudios científicos. Y es no querer engañarte, porque engañarte nunca te va a ser de ayuda.
Y es lo que te va a contar quien te quiere vender una dieta o un plan de ejercicios, pero ese mensaje no te hace ningún favor, porque es falso. No se sabe si es posible. Que te vendan esperanza no te da esperanza. Aunque es lo que queremos oír: queremos creer que sí es posible con esfuerzo porque la alternativa no nos agrada.
El «amimefuncionismo» es una fuente de confusión
Tengamos cuidado con las experiencias personales, porque todos tendemos a interpretar los datos de forma que confirman nuestras ideas previas. Se llama «sesgo de confirmación».
Imagina el siguiente testimonio (inventado, aunque basado en la realidad que veo):
¿Qué deducimos de esa (ficticia) experiencia? Lo que nos apetezca deducir, desde que adelgazar es, como dicen los «charlatanes oficiales», una cuestión de calorías, esfuerzo y mantener la dieta a largo plazo, hasta todo lo contrario, que hasta que esta persona no prestó atención a la calidad de lo que comía y adoptó una dieta basada en comida de humanos no consiguió nada. Y fíjate, además, que nos cuenta que ha adelgazado cuando la realidad es que ni si quiera tiene indicios de que vaya a poder mantenerlo a largo plazo. Sólo crees haber adelgazado si crees que manteniendo la dieta tienes el éxito garantizado. Pero eso no es más que una creencia sin fundamento. La pérdida de peso inicial no es demostración de éxito de la dieta. No, no lo es. Y, además, tampoco sabemos si un testimonio que hemos leído en una página web es fiel a la realidad de los hechos y esa persona nos está contando todos los datos relevantes, y no sólo los que tiene interés en contarnos o los que le parecen relevantes según sus creencias. No hace falta que la persona mienta para que dé datos sesgados, aunque, que como dice House, ¡todo el mundo miente!
No digo que un testimonio personal no sea interesante, más bien al contrario. Lo que estoy diciendo es que tengamos cuidado con las interpretaciones que se hacen de los testimonios: las razones por las que alguien afirma o cree que han sucedido las cosas, no siempre son las razones por las que realmente suceden las cosas. Por ejemplo, una persona que no pierde peso –intente la dieta que intente– si de repente encuentra una dieta que le funciona puede atribuir el éxito a su esfuerzo, cuando la realidad es que el esfuerzo nunca antes le sirvió para adelgazar. Pero como lleva mucho tiempo intentándolo quiere pensar que lo ha conseguido gracias a su insistencia.
Los siguientes dos citas son de la misma persona (ver):
También comencé a limpiar mi dieta. Comí principalmente pollo a la parrilla, frutas y verduras. No conté calorías o porciones. No tuve un régimen complicado. Me aseguré de comer las mismas pocas cosas que sabía que eran buenas para mí cada día.
En caso de duda, siempre regrese a «coma menos, muévase más».
No hace nada relacionado con «contar calorías» pero su creencia es que lo que funciona es «comer menos y moverse más». ¿Es realmente «come menos y muévete más» el secreto del éxito de esta persona? Como decía, una cosa es lo que la gente cree que le ha servido para tener éxito, y otra cosa es lo que realmente ha sido la clave de un éxito que a veces no lo es, pues confunden la pérdida inicial de peso con adelgazar.
Plan de dieta adecuado a tus necesidades y características
¿Cómo puedo decir que no hay un método conocido para adelgazar, si las/los nutricionistas te preparan dietas adaptadas a tus características, que son las dietas que saben que te van a permitir perder peso? Que no te engañen: te van a recetar una dieta hipocalórica, porque no dan para más. La nutricionista del montón no usa ninguna regla que permita escoger una dieta entre todas las posibles alternativas, que sea la más adecuada a tus parámetros fisiológicos. Lo que hacen es preguntarte qué te gusta comer y te confeccionan una dieta hipocalórica que incluye esos productos. Así tu adherencia será máxima y se minimizarán las probabilidades de que abandones la dieta, que es la causa que ellos/as dicen que hace que la gente no consiga resultados con la dieta hipocalórica (ver,ver,ver).
En general, no existe la «dieta personalizada» en el sentido que los profanos en nutrición creemos. No nos dejemos engañar por el lenguaje: es la misma fraudulenta dieta para todos, la dieta hipocalórica, con distinto peinado.
La «cultura del esfuerzo»
La industria de la pérdida de peso (nutricionistas y gurús del fitness) presume de luchar contra la industria alimentaria. No hay nada que agradecer porque no lo hacen por nuestro bien, sino porque así apuntalan la teoría del balance energético: nos quieren hacer creer que estamos gordos porque vivimos en una «jungla» llena de productos hipercalóricos que nos hacen comer «más de la cuenta». Con esa estrategia consiguen, además, que su propia responsabilidad no sea examinada. La «generosidad» con la que perdonan y comprenden las flaquezas del obeso no es otra cosa que cargar las culpas sobre los hombros de la víctima, al tiempo que ellos evitan ser sometidos a examen (ver). Cero autocrítica.
tenemos que dejar de comportarnos como si lo que estamos haciendo estuviera funcionando
— Ya me he suicidado dos veces con homeopatía
— Y has adelgazado veinte veces con dieta hipocalórica